MATRIMONIO IGUALITARIO
María Eugenia y Lola, las primeras en oficializar su amor en Ituzaingó
Se conocieron hace dos años y medio y el último sábado, después de 18 meses de convivencia, decidieron formalizar su amor ante la ley casándose por civil. Es la historia de María Eugenia Sánchez (35) y Lola Carriaburo, quienes integran el primer matrimonio igualitario en Ituzaingó. Aseguran que están felices y que si bien perciben algunos cuestionamientos por parte de quienes no aceptan la decisión que tomaron, aclaran que respetan las diferentes posturas porque consideran que siempre -al principio- es difícil adaptarse a los cambios. Sus energías están puestas ahora en criar a las dos niñas que forman parte ya de su núcleo familiar que en un futuro proyectan ampliar.
Después de un año y medio de convivencia decidieron concretar su unión civil porque creen en la institución del matrimonio y para obtener la protección que le concede la legislación actual. La ceremonia y la fiesta fueron el sábado a la noche. Destacan el respeto de quienes no están de acuerdo con su decisión y el avance científico que les permitirá en un futuro ampliar la familia.
La celebración comenzó el sábado, a las 21.30, cuando una representante del Registro Civil las unió en matrimonio en el mismo salón en el que después, se concretó una declaración testimonial a través de la cual dejaron constancia de que estaban seguras de unir sus vidas ante la Ley. Luego, en el mismo salón, fue la fiesta en la que rodeadas de familiares y amigos celebraron este acontecimiento especial que quedará grabado en sus memorias.
“Nos conocimos por nuestras actividades, ella es de Cañuelas (Buenos Aires) y entrenadora de jockey y yo, nacida y criada en Ituzaingó, en ese momento era jugadora también del mismo deporte”, contó María Eugenia al ser consultada por El Litoral sobre cómo surgió la relación que asegura ya se afianzó hace un año y medio atrás cuando decidieron irse a vivir juntas y formar así una familia en compañía de las dos hijas que Lola dio a luz como fruto de su matrimonio anterior.
“A fines del año pasado comenzamos a hablar de la posibilidad de casarnos. En un principio pensábamos hacerlo en el verano que es la época en que la mayoría está de vacaciones para que así pudieran estar, pero por diferentes cuestiones, entre ellas, económicas decidimos postergarlo y finalmente lo hicimos el sábado”, comentó. Sin dejar de destacar que oficializaron su unión civil porque creen en la institución del matrimonio como así también por la protección y los diferentes beneficios que ofrece la legislación vigente.
Después de haber efectuado este paso que catalogan como muy importante para sus vidas, ahora proyectan continuar sus días en Ituzaingó, lugar que eligieron por la tranquilidad y seguridad que especialmente les da para la crianza de las dos niñas. “Hay quienes por ahí critican y se preguntan cómo dos menores van a vivir con una pareja homosexual, pero en realidad, ellas no tienen ningún problema con eso. Es más, para ellos la situación es menos compleja de que lo es para muchos adultos. Lo toman con mucha naturalidad y tienen no sólo una buena conducta sino que además excelentes notas en el colegio”, indicó María Eugenia, quien orgullosa, remarcó que “las dos tienen los mejores promedios de sus cursos”.
No obstante, insistió: “Entendemos que existen personas que les cueste aceptar nuestra familia. Es cuestión de tiempo. Lo importante es el respeto de nuestra parte hacia quienes piensan diferente y de ellos hacia nosotros”.
Sobre los planes a futuro, aseguran que anhelan poder vivir felices e inclusive ampliar el número de integrantes de su familia.
“Por suerte tanto en Corrientes, como en Misiones y Chaco la medicina ofrece métodos para tener hijos, que en el caso de Lola sería ya el tercero y yo tendría esa experiencia por primera vez”, expresó María Eugenia que en compañía de Lola planean seguir caminando juntas el resto de sus días.
Martes, 23 de octubre de 2012