MATIAS ALMEYDA
"Estuve cerca de tener un gran problema con el alcohol"
El técnico de River asumió haber tenido problemas durante un trayecto de su carrera. Habló de su depresión, del amor al “Millonario”, del momento donde parecía que iba a dejar vacío el banco de suplentes. “Estuve cerca de tener un gran problema con el alcohol. Fui ayudado. Tuve una familia espectacular que me hizo entender que iba por mal camino. Le di valor a la vida. Mi di cuenta que era un egoísta de mierda”. Terminante, conciso, feroz y sincero por donde se lo mire. Matías Almeyda habló en el programa Basta de todo por la Metro y expuso su vida más allá de la pelota.
El entrenador de River repasó diferentes etapas de su vida que lo llevaron a estar hoy en el banco del “Millonario”. Momentos en donde el luchador que supo ser dentro de la cancha no se asemejaba en nada al hombre de carne y hueso que vivía como los demás. “He tenido suerte en la vida.
Cuando me deprimía no había nada que me levantara. Lo único que quería era estar con los ojos cerrados. Me acostaba en un sillón y estaba tres horas despierto pero no mirando a nadie”, aseguró.
No es la primera vez que Almeyda reconoce que durante una etapa de su vida como futbolista pasó por una profunda depresión que lo llevó a tirarse y dejar pasar el tiempo. A pesar de esos momentos vividos hoy sostiene que “la mente gobierna al cuerpo. Estoy convencido de eso”. Un “Pelado” diferente fue el que se escuchó en el programa de Matías Martin. Un hombre expuesto ante las debilidades de la vida y los problemas normales de cualquier humano.
“Me decían que tenía que ir a un psicólogo. Me sirvió un montón hacerme analizar. Al principio no creía. Ahora tengo un dialogo más abierto con mis familiares, mi señora y amigos”, reconoció el DT del conjunto de Núñez que ahora respira más aliviado después de dos triunfos seguidos. Sobre aquella tarde en Sarandí hizo una referencia. “Nunca esperas que un jugador te venga a abrazar”, señalo sobre ese abrazo que inició Ponzio pero que se multiplicó con la llegada de todos los jugadores. Un abrazo que evidenció un respaldo a un técnico que caminaba por la cuerda floja.
“Esa semana había sido muy fuerte. El abrazo fue una mezcla de sensaciones y sentimientos. Me descompuse porque se me bajó la presión”, explicó sobre esa tarde en la que River goleó a Arsenal y se alejó de los rumores constantes por su juego. “El sentimiento que tengo hacia River es muy grande por eso pude soportar tantas cosas”, se sinceró el “Pelado”. Un hombre que agarró al equipo de la banda en la época más negra de su historia.
El actual técnico de River también habló de su relación con uno de los últimos ídolos del club. “Ojalá que Ortega pueda hacer su despedida y la disfrute como se merece. Hace poco hablé con Ariel. Sabe el cariño que le tengo y sabe que la decisión que tome era para incluirlo dentro de otra etapa de la vida”, sostuvo sobre su decisión de incluirlo al “Burrito” entre los jugadores que iban a integrar el plantel para pelear en el Nacional B.
Sobre aquella etapa posterior al fatídico día en que el descenso se hizo presente, Almeyda contó como resistió físicamente hasta el final del campeonato previo. “Todos los días terminaba el entrenamiento y me metía en un tacho con hielo hasta la cintura. Era lo único que me sacaba todos los dolores. Estaban al límite los tendones, los músculos. Me había convertido en un enfermo que sabia como bajarme de la cama sin desgarrarme”, contó con extrema sinceridad y descubriendo sucesos internos que no siempre logran conocer los hinchas.
Matías aprovechó la ocasión para aclarar, una vez más, como fue la salida del “Chori” Domínguez y Fernando Cavenaghi. “La manera en la que me maneje fue horrible. Se me fue de las manos. Serán cosas que aprenderé en mi carrera como entrenador”, asumió mostrando autocrítica ante el alejamiento de dos ídolos del club.
Por último dejó su visión sobre el superclásico que se viene. “La semana previa al partido con Boca la trabajaremos de una forma especial. Porque es una semana especial. El jugador la tiene que disfrutar”, aseguró sosteniendo que primero debe pensar en el partido con Quilmes porque si las cosas no salen bien después la tranquilidad en la previa es solo una ilusión.
Jueves, 11 de octubre de 2012
