COSAS QUE NO SE ENTIENDEN
Preocupación por el impacto que puede generar soja en mal estado enterrada
EN EL PREDIO DE LA GENDARMERÍA NACIONAL LLEGARON A REUNIR UNOS 60 CAMIONES CON ACOPLADOS, CON CARGAS DE SOJA Y DE MAÍZ. CON EL TIEMPO Y LAS DEMORAS JUDICIALES, LOS GRANOS COMENZARON A DESCOMPONERSE Y ATRAER RATAS. Nosotros hemos tomado contacto con las autoridades de Gendarmería, también con el Juzgado Federal de Paso de los Libres y les dijimos que necesitábamos esa mercadería, pero lamentablemente al ser mercadería perecedera tiene un plazo de vencimiento y esa soja actualmente se está descomponiendo.
Son unas 45 toneladas de granos en descomposición que se encontraban desde hace años en camiones decomisados por la Gendarmería.
EN EL PREDIO DE LA GENDARMERÍA NACIONAL LLEGARON A REUNIR UNOS 60 CAMIONES CON ACOPLADOS, CON CARGAS DE SOJA Y DE MAÍZ. CON EL TIEMPO Y LAS DEMORAS JUDICIALES, LOS GRANOS COMENZARON A DESCOMPONERSE Y ATRAER RATAS. LAS ALIMAÑAS Y EL OLOR NAUSEABUNDO MOVILIZARON LAS GESTIONES PARA VER QUÉ HACER CON ESOS CARGAMENTOS. EL MUNICIPIO DE SANTO TOMÉ AUTORIZÓ EL ENTIERRO DE 45 TONELADAS Y AHORA SE PREGUNTAN SI PODRÍAN GENERARSE CONSECUENCIAS AMBIENTALES DE CONTAMINACIÓN DE LAS NAPAS.
Hace años que decenas de camiones con acoplados se encuentran varados en el predio del Escuadrón 57 "Santo Tomé" de la Gendarmería Nacional con cargamentos, en su mayoría de soja, que fueron decomisados por la fuerza federal en distintos operativos. En todos los casos se abrieron procesos judiciales por el transporte irregular de los granos sin las certificaciones obligatorias correspondientes. Por demoras de los procesos judiciales y con denuncias inclusive de supuestos pedidos de coimas, lo cierto es que miles de toneladas de soja quedaron dentro de los camiones y comenzaron, como todo proceso natural, a descomponerse y se transformaron en un verdadero problema respecto de qué hacer con esos cargamentos.
El olor que emanaban las cargas en descomposición se tornó insoportable, lo que llevó a buscar una alternativa para deshacerse de ellas.
Meses antes de que esto se tornara insostenible, se había solicitado la posibilidad de que esa soja pudiera tener un destino más productivo, pero debía ser evaluada previamente (ver nota aparte).
Pero el proceso de descomposición obligó a buscar deshacerse de las cargas en putrefacción, fue así que el Municipio de Santo Tomé autorizó a mediados de mayo que las 45 toneladas de soja fueran descartadas en el Basurero Municipal.
"Efectivamente, nosotros hemos tomado contacto con las autoridades de Gendarmería, también con el Juzgado Federal de Paso de los Libres y les dijimos que necesitábamos esa mercadería, pero lamentablemente al ser mercadería perecedera tiene un plazo de vencimiento y esa soja actualmente se está descomponiendo, por lo que nos pidieron autorización para poder enterrar la soja que ya no está en condiciones. Nosotros le cedimos el Basurero Municipal, donde se va a hacer un relleno sanitario que nos va a servir de compost", expresó en su momento Suaid a un canal local.
PEDIDO DE INFORME
Enterados de esta situación, en el Concejo Deliberante la edil María Ordenavía solicitó pedir un informe acerca de ese acto, sobre posibles efectos colaterales de esta acción y su correspondiente consecuencia ambiental. La solicitud fue aprobada por la totalidad de los concejales.
El jefe de la Agencia Santo Tomé del Inta, Marcelo Storti, en declaraciones a la prensa de la localidad había advertido sobre la situación y en su momento dijo desconocer el protocolo a llevar adelante para deshacerse de una carga en mal estado. "Sé que hasta hace un tiempo se llevaba a la provincia de Misiones y se incineraba ahí. Hasta hace poco tiempo. Y ya no permitieron que se mande para allá. La idea es ver qué se puede hacer con los municipios, tengo entendido que hay cierta voluntad de los municipios para hacer algo. De lo que sí estoy seguro es que esa soja así como está, no está en condiciones...", advirtió.
Explicó que "un camión trae 30.000 kilos, eso es un equipo de soja. Hay más de 50, hay un montón de toneladas de alimento que podría procesarse. Hablamos de 1.500.000 kilos. Es bastante".
No obstante, dijo: "Hay camiones que están desde hace un año, o dos años, y las ratas olfatean y suben, rompen las lonas; llueve, se pudre la soja, y complica porque en Gendarmería, en el sector donde están los camiones, hay un olor nauseabundo de orina, de excremento, de putrefacción del producto y de los animales, las ratas que se mueren dentro de los acoplados.
Respecto a la posibilidad (que ya se concretó días atrás) de que el Municipio autorizara que se entierre la soja en el Basurero Municipal, Storti afirmó: "No sé qué efecto puede llegar a tener. No soy experto en el tema. Pero largar 60 equipos de alimentos a una fosa... no sé. Espero que tomen los recaudos, que se vea el tratamiento que habría que darle a ese desperdicio, digamos. Habría que asesorarse con algún especialista en estos residuos, para ver qué más conviene hacer".s
TÉCNICOS DEL INTA
Evaluación de los cargamentos
El jefe de la Agencia Santo Tomé del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), Marcelo Storti, se refirió a la situación que se fue dando con los cargamentos incautados de soja. Explicó en declaraciones a medios de esa localidad que existe una Mesa Agropecuaria que se formó a raíz de la emergencia que se decretó en la provincia, en primer lugar por la sequía y luego por los incendios. Está integrada por varias instituciones: universidades, Inta, Ministerio de Producción, el Gobierno, entre otras. "Mediante esa mesa se logró que la Justicia cediera al Ministerio de Producción o a esa mesa interinstitucional que se formó, la soja incautada en el territorio con los procedimientos".
"A raíz de eso, como acá en Santo Tomé, hay una agencia Inta, nos solicitaron desde esa misma mesa que acompañemos a los técnicos que vienen de la empresa, que se llama ‘Ibaté’, una empresa que elabora alimentos balanceados. Nos pidieron que acompañemos y colaboremos para realizar el muestreo de todos los equipos, o de todos los camiones, que estaban retenidos en la Gendarmería. Había casi 60 camiones, de los cuales sólo cinco fueron muestreados, es decir, una vez que se abren las lonas se ve el estado de la soja a simple vista, y después se sacan muestras", explicó.
Contó que cuando a simple vista vieron que había putrefacción, ratas vivas o muertas, o excrementos de ratas, directamente ese material del equipo entero se dio de baja, "porque hay muchos agentes patógenos que pueden generar un problema a los productores. Se relevaron sólo cinco que reunían buenas condiciones a la vista, y todavía no tenemos los resultados de esa soja. ¿Qué pasa? La soja no es un buen alimento para los animales, de hecho más de 700 gramos una vaca adulta no debería consumir. Animales monogástricos y terneros, animales más livianos, tendríamos que tratar de que no lo consuman; hay que desactivar la soja, el grano, eso se desactiva con temperatura, hay que cocinarlo. Entonces se torna un poquito tedioso como para poder utilizarlo a nivel productivo. Por eso se optó por ver una empresa que esté dentro de la provincia que haga alimentos balanceados", relató Storti.
Otro problema que tuvieron fue que en las localidades cercanas no hay una industria que desactive soja, es decir que la cocinara. "Sino habría que llevar las cargas al Chaco, y la desactivación se puede hacer con soja en buenas condiciones solamente, o se echa a perder todo el cargamento de los silos".s
Viernes, 10 de junio de 2022