Por Daniel Caram
Marchas anti K : por qué marcharon?
Habrá sido una manifestación genuina y espontánea. ¿Lo fue?. En un país donde se recuperó lo más importante de la dignidad humana –la libertad– nada ni nadie puede siquiera sentirse poderoso como para prohibir, censurar, y/o impedir una manifestación, y menos después de haber aprendido con los años lo que perdimos en el lastimoso tiempo de la dictadura. Hasta ahí, el pensamiento grueso de una jornada en donde salieron a luz poco claros reclamos de una minoría. Porque quienes salieron a reclamar en contra del Gobierno Nacional fueron eso: una minoría.
Se puede – hay que hacerlo – analizar los argumentos que motivaron que algunos salgan a la calle. En Buenos Aires, los vecinos de Recoleta, Núñez, Belgrano, y otros barrios no muy humildes que digamos, apuntaron por el cepo al dólar, por el poder viajar al exterior, y por la inseguridad, algo que deberían reclamar también a quienes tienen más cerca, el omnipotente Jefe de Gobierno de la ciudad. En Corrientes, se sumaron unos cuantos, que no tenían muy en claro el porqué de la protesta.
¿Será tal vez el enojo porque hoy en ésta Argentina hay "otros" que tienen los mismos beneficios que perdieron por décadas, y que de a poco han recuperado la dignidad del trabajo? Costaría entender que fuera esa la motivación, como un sentimiento de inmadura envidia, o como un proceder clasista.
Todo es respetable, y aceptable. Por eso me permito decirles a esos pocos, con todo respeto, que la gente trabajadora, la que le pone el lomo a la vida… esa, ni siquiera sabe de que color es el dólar, y ni sueña con viajar al exterior, salvando un viajecito a Asunción para aprovechar alguna baratija.
No habrá que dejar de tener en cuenta el mensaje político. Que algunos, con mucho criterio (inclusive radicales consuetudinarios) tomaron en cuenta: el llamado de atención a una clase política desgastada en el siempre ‘en contra de.
Si es que en verdad hubo un protagonismo importante en las marchas de la semana pasada, los políticos deberán entender el mensaje: oficialistas y opositores.
Pero tal vez deberán verdaderamente realizar el análisis más concreto quienes marcharon y sacaron cacerolas. Otra vez, con mucho respeto, me permito decirles que no se entendió mucho de qué se quejan. ¿Será que les molesta el reparto humanitario de la torta?
Al fin, vale la mención nuevamente de la libertad recuperada. Se puede decir y hacer lo que uno quiere. En todo caso después están las urnas, y allí todos damos el veredicto.
Domingo, 16 de septiembre de 2012
Domingo, 16 de septiembre de 2012