Analizado desde adentro:
Un equipo que atacó mal incluso con Messi
Los detalles definen goles y también partidos. Más en un fútbol cada vez más competitivo y profesionalizado, donde los GPS y las estadísticas resultan decisivos (para muchos entrenadores) incluso para el armado del equipo titular o para resolver qué futbolista rinde mejor ingresando como suplente.
La idea es meternos en el campo de juego para analizar tácticamente distintas situaciones del juego. La derrota de la Argentina ante Colombia 2-0, en el debut de la Copa América, dejó varios puntos para desmenuzar. Y más allá de que el seleccionado perdió, que se vio sorprendida por momentos por la presión alta del adversario y que en el primer gol de Colombia hay un "detalle" para tener en cuenta, lo cierto es que el principal déficit del equipo estuvo en el ataque, en la falta de ideas ofensivas.
El equipo de Lionel Scaloni, parado 4-3-1-2 en ataque y 4-4-2 en defensa, careció de un plan claro de juego a la hora de tener la pelota. La idea fue juntar a Messi con Lo Celso, Paredes, Di María y Agüero, pero nunca lograron generar ataques respaldados ni con superioridad numérica. Lo que se veían eran pelotazos largos de Paredes o De Paul o, sino, corridas individuales de Di María, el propio Messi o Lo Celso queriendo gambetear a tres o cuatro jugadores. Pese a que también el DT ubicó a laterales de proyección, ni Saravia ni Tagliafico pudieron armar tándems por derecha e izquierda, respectivamente.
En varias acciones de juego se observó que por cada jugador argentino había dos o hasta tres colombianos. Así, ni Messi tenía alternativas de pase para elaborar un avance con triangulaciones o desdoblamientos. Todo era forzado, apoyado en las voluntades individuales por encima de las búsquedas colectivas. Casi no generó situaciones de riesgo Argentina, salvo las que tuvo vía pelotas paradas, segundas jugadas de córner o tiros libres frontales o laterales. Una muestra de eso es que dos futbolistas con el feeling que existe entre Messi y Agüero no se dieron un solo pase en todo el primer tiempo, según datos de Opta.
Además, los "detalles" siguen jugando hasta en los cambios de los entrenadores. La jugada que se genera el 1-0 de Roger Martínez nace de un contraataque de Colombia con un lanzamiento largo de James Rodríguez en donde la Argentina defiende bien desde lo posicional, aunque. cuatro minutos antes Scaloni había sacado a Guido Rodríguez, el cinco posicional que (si bien estaba amonestado) venía haciendo un buen trabajo. Como se apuntó, el seleccionado argentino no había defendido mal. En el retroceso de esa jugada, Saravia es eliminado por Martínez y Pizarro llega tarde al cruce; el resto de la defensa está posicionada para marcar en superioridad numérica, aunque el exdelantero de Racing termina haciendo un golazo. Si seguía Guido Rodríguez quizás la acción finalizaba igual en gol, pero hay que ver cuán concentrado y en ritmo de juego ingresó Guido Pizarro. Como se dijo, un segundo, un detalle, un cambio puede resolver un partido. Pero, desde lo estructural, la selección no se tiene que quedar tanto en los dos goles recibidos, sino en los graves problemas que tuvo para conectar pases y, así, no depender tanto de la suerte para poder convertir un gol.
Por: Christian Leblebidjian
Domingo, 16 de junio de 2019