Boca:
Qué pasará después de la bronca interna generada por las declaraciones de Tevez contra Guillermo
Boca se despertó desconcertado. Absolutamente nadie en el club imaginaba escuchar anoche las fuertes declaraciones de Carlos Tevez , en las cuales desnudó sus diferencias con Guillermo Barros Schelotto y expuso su incomodidad con la situación de que Mauro Zárate le pelee su lugar en el equipo.
Según pudo averiguar LA NACIÓN, El presidente Daniel Angelici está muy enojado con la situación. El dirigente, junto con el director deportivo Nicolás Burdisso y el entrenador Gustavo Alfaro están alineados y coinciden en que el futbolista se equivocó. En los dichos, en los modos, en el momento y en el lugar. Y se lo hicieron saber.
Ocurre que en medio de la reestructuración que venía realizando el club, y que incluía el aspecto comunicacional, Burdisso se juntó con Tevez, el capitán, y acordaron que los jugadores de Boca iban a empezar a realizar declaraciones a la prensa de común acuerdo con la institución, como parte de una mejor planificación comunicacional. Pero fue el propio delantero el que rompió ese pacto apenas unas horas después. En un puñado de minutos en televisión, Tevez demolió el castillo de armonía que el club intenta construir desde este año. Como en los lugares de riesgo donde se enumeran la cantidad de días sin incidentes, la cuenta llegó a 28 y hoy volvió otra vez a cero.
El clima no es bueno, pero no habrá sanciones para el delantero. Es más: es casi un hecho de que será titular el domingo en la Bombonera, frente a Godoy Cruz. Con precisión de relojeros suizos, Angelici, Burdisso y Alfaro buscan en estas horas desactivar la nueva bomba que colocó el delantero. La tarea no es sencilla, porque ellos mismos ubicaron al jugador en el pedestal de emblema y paladín del renacimiento post derrota ante River en Madrid. Por eso, los movimientos son muy pensados en pos de que se calmen las aguas.
La primera jugada ya se había dado en Rosario: Boca perdía frente a Newell's y no era claro en la generación de juego en busca del empate. El partido pedía a gritos la salida de Tevez y el ingreso de Zárate, precisamente el hombre que llegó al club por pedido de Barros Schelotto para -según dedujo el Apache- relegarlo. Alfaro pudo haber ensayado esa modificación, pero habría provocado tirantez. Finalmente, el exVélez ingresó por Bebelo Reynoso y, solo 13 minutos después, el Nº 10 fue reemplazado por su amigo Wanchope Ábila. La segunda será evitar que Zárate hable de este asunto con la prensa, que seguramente intentará dar a conocer su postura. Y prenden velas para que Guillermo tampoco se sume a la polémica desde Estados Unidos.
No es la primera vez que Tevez dice que hace muchas cosas por amor a Boca, pero en realidad piensa en su propio salvataje. Hoy le toca al Mellizo y a Zárate, así como en junio de 2017 el apuntado fue Juan Román Riquelme, con el objetivo de limar asperezas con un plantel xeneize que jamás digirió su partida a China en la mitad de un campeonato, que luego terminó ganando sin su presencia. Esa fue la piedra fundacional de un retorno de Oriente que benefició másl al delantero que al equipo.
Serán días inevitablemente agitados para Boca, con la muy probable tensión del vínculo entre Tevez y Zárate. En este contexto, Alfaro deberá manejar con cautela el hecho de que el hombre a quien elevó a la categoría de símbolo y capitán, tal vez en algún momento pierda la titularidad. Y porque el Apache parece no comprender que al borde de los 35 años no está en condiciones de recuperar la explosión que tanto lo caracterizó en los últimos metros durante su juventud, por lo que tendrá que sumar desde el rol que el entrenador considere.
Martes, 29 de enero de 2019