tensión, desbordes, sanción y una derrota
River la pasó muy mal contra Estudiantes
Porto Alegre. Luque. La Boca. Así se dividió la mente de River, que estuvo lejos de Quilmes, donde perdió por 1-0 frente a Estudiantes. Y lo mismo ocurrió con los más de 6000 hinchas presentes, que enfocaron sus gritos en la finalísima por la Copa Libertadores con Boca y apuntaron al presidente Mauricio Macri, luego de un caótico ingreso que terminó en incidentes con la policía y un desborde en la tribuna visitante.
Quizás fue el peor rendimiento del conjunto millonario en los diez partidos que jugó en la Superliga. Inconexo, impreciso y desbalanceado, River nunca pareció estar concentrado en el juego. Y parte de eso se explica con el contexto de sus frenéticos últimos días, entre la resaca del festejo por la clasificación ante Grêmio, la eterna espera del fallo de Conmebol y la ansiedad por la final, que se abrirá el próximo sábado en la Bombonera.
Un poco de calma llegó cerca de las 21, cuando el ente regional publicó su resolución, tres días después del reclamo de los puntos por el equipo brasileño a raíz del incumplimiento de la sanción a Marcelo Gallardo: Conmebol rechazó el pedido del club brasileño, confirmó el resultado 2-1, suspendió al director técnico por cuatro partidos en competencias sudamericanas y le prohibió el ingreso al estadio y la comunicación por cualquier medio con su cuerpo técnico, oficiales y jugadores en el próximo encuentro con Boca. Además, le impuso una multa de 50.000 dólares.
"Hay que pasar este día y pensar en lo que viene. Mi cabeza va a estar enfocada en el trabajo; tengo que poner todas mis energías, con el cuerpo técnico y los jugadores. Desde el lunes tengo que poner la cabeza en el trabajo de la semana", dijo el DT, que les dio libre el domingo libre a sus dirigidos y volverá a verlos mañana en Ezeiza.
En una frenética tarde, la preocupación mayor, más allá de la caída, se dio por la lesión de Ignacio Scocco, que debió dejar el campo de juego a los 24 minutos. Pero los médicos de River llevaron tranquilidad, ya que el delantero tiene apenas una contractura en un gemelo y salió solamente por precaución.
No solo los futbolistas y el entrenador tuvieron su mente en otro lugar: también los hinchas de River que asistieron al estadio de Quilmes dejaron en claro que piensan únicamente en Boca, con cánticos constantes referidos a la final por la Libertadores e insultos a Macri en varios tramos del partido.
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Quizás la bronca se potenció por el caótico y violento ingreso, que se contrapuso de forma absoluta con declaraciones del viernes por parte del titular del Poder Ejecutivo: "Ofrecimos a los clubes las condiciones para que jueguen con público visitante en los dos partidos de la final. Ahí será decisión de los mismos, que organizan el espectáculo".
La tarde en el sur del conurbano de Buenos Aires fue un caos. Hubo alrededor de 8000 hinchas entre la popular y la platea, pese a que habían sido vendidas apenas 3000 entradas por sector. Por ende, una buena cantidad de público ingresó con falsificaciones y hasta con boletos de otros acontecimientos (partidos por Copa Argentina, la despedida de Fernando Cavenaghi y un recital del Indio Solari), dejando sin lugar a muchos que habían comprado de manera oficial.
La seguridad cerró las puertas por "capacidad completa" y desataron los principales incidentes, pues ya habían ocurrido otros de forma aislada: los efectivos policiales reprimieron al público millonario, tuviera o no entradas lícitas.
Más tarde, a los 30 minutos del primer tiempo, ingresó la barra brava, pese a que supuestamente las puertas ya estaban cerradas, y produjo un descontrol: ocupó el centro de la popular y forzó reubicaciones, lo cual generó avalanchas, peleas a puñetazos y hasta el ingreso de médicos para retirar a jóvenes golpeados o mareados. Luego, Juan Manuel Lugones, titular de Aprevide, confirmó en Radio La Red que había habido 50 detenidos por intento de ingreso al estadio sin su localidad.
Fue una tarde frenética. Y los días que se aproximan parecen tener un tinte similar. La ansiedad ya empieza a aparecer con más fuerza: quedan apenas seis días...
Domingo, 4 de noviembre de 2018