perdió a su padre de chico y pelea por su hija Briana
La fuerte historia de vida de Brian Arregui
El boxeador argentino que ganó el oro olímpico en los Juegos de la Juventud está construyendo una carrera a base de esfuerzo y oposición ante la adversidad."No tengo palabras para describir esta felicidad. En mis llaves tenía a los boxeadores más complicados, pudimos ganar y lo importante es que somos campeones olímpicos.
Lo habíamos visto (a su rival, el marroquí Yassine Elouarz) y sabíamos que era complicado pero pudimos ganar. Se lo dedico a mi hija, a mi entrenador, a toda mi familia que está ahí y a mi padre, que en paz descanse".
Las emotivas palabras de Brian Arregui tras convertirse en campeón olímpico dan cuenta de lo que valen sus seres queridos para él. Y aportan unas pinceladas de su dura historia de vida.
Cuando tenía solamente 8 años, el oriundo de Villaguay (Entre Ríos) perdió a su padre. Un año más tarde se puso los guantes por primera vez, motivado por sus primos. A su madre, que hasta hoy sufre con los golpes que recibe, no le gustaba su predilección por ese deporte, pero terminó resignándose ante su fanatismo por el pugilismo.
Brian, menor de cuatro hermanos, evolucionó con Darío Chanchito Pérez, su entrenador personal que paradójicamente se transformó en suegro con el paso del tiempo. El flamante campeón olímpico tuvo a su hija Briana junto a Paola, hija del preparador.
Tiene solamente 18 años y debió crecer de golpe por las responsabilidades que le deparó la vida. Y en los Juegos Olímpicos de la Juventud tiró la piña de su vida: con Briana en su cabeza y los consejos de Mariano Carrera, ex campeón mundial de la AMB y entrenador en la competencia.
En el Cenard se entrenó durante casi un año para poder colgarse hoy la medalla de oro. Con apenas 11.000 pesos de ingreso (provenientes de becas de Villaguay y Buenos Aires), se las ingenia para mantener sus gastos personales y enviar dinero a su casa para mantener a su familia y seguir adelante con la construcción de su hogar, donde vivirá con su mujer, Briana y Santino (4 años), hijo de Paola de una pareja anterior.
El capitán de los Pitbulls (selección argentina juvenil de boxeo), que idolatra a Lionel Messi y exhibe fotos en sus redes sociales junto a Sergio Maravilla Martínez y Marcela Tigresa Acuña, se sube a cada ring pensando en su ángel de la guarda, al que tiene tatuado en su pecho: Raúl, su padre. "Sólo le pido que me cuide para que no sufra mi vieja", implora.
Jueves, 18 de octubre de 2018