Con una dupla de atacantes que se entiende muy bien La clase a Estudiantes se la dio River en el complemento Un enorme Trezeguet calmó las dudas, las postergó y trajo alegría, junto a la potencia y los goles de un Funes Mori brillante. Barovero y la defensa aportaron una seguridad que no existía. Falta demasiado para confirmar lo que se hizo en un ratito.-Hace mucho que River no puede esperar un partido tranquilo sin salir a buscarlo. Fueron 38 fechas en la B Nacional en las que tuvo que ser protagonista y se le cerraron atrás. Funes Mori y Trezeguet se entienden a la perfección y da la sensación de que se van a sentir más cómodos con pocos jugadores adelante y muchos espacios.
La semana pasada River tuvo que ir y sufrió la falta de ideas y la acumulación de jugadores en pocos metros. Cuando puede jugar un poco más atrás y salir rápido (Rojas al parecer va a ser clave en esto) se le facilitan las cosas por la velocidad de Trezeguet (en su cabeza) y Funes Mori (en sus pies).
En el segundo tiempo River salió a buscar lo que Estudiantes no quiso. En el primero los dos se encargaron de aburrir a todos. River se va a armar de atrás para adelante con la demorada presencia de Barovero luego de su peligrosa ausencia el primer partido que determinó una derrota inicial. Con Bottinelli en las gateras para ingresar por González Pirez, la línea de cuatro de Almeyda (no le gusta nada la línea de tres) necesita consolidarse para no volver a ser lo que fue en la Segunda División.
En el medio no es para nada saludable el doble cinco porque arrincona a los carrileros en un costado, los hace predecibles y dependientes de una maniobra individual. No tienen permitido abandonar su lugar y parece que siempre deben ganar para llegar al fondo. Y peor aún si se desperdicia a Lanzini en esa posición. El pibe es una apuesta a futuro y es complicado arriesgarlo sobre la banda izquierda. Pero la presencia de Cirigliano (al que quieren vender a Europa) se torna imprescindible aunque esté mal para que se pueda para cerrar un negocio. Más cuando River sea local y necesite explosión y sorpresa.
El pibe es bueno en serio, pero Almeyda ya se casó con ese tema del grupo, la amistad y las presencias de Vega y Vella, ambos del grupo comandado por Trezeguet. Al fútbol deben jugar los mejores. Y para "respetar" a Lanzini, el DT no va a poner a Rojas mientras gane. Y va a esperar un tropezón para sacar al pibe. Ya tropezó con el arquero y lo va a volver a hacer. Increíble.
A continuación, los puntajes individuales para pintar lo que fue el partido (está claro que Almeyda se va a sentir cómodo con el 4-4-2 sin arriesgar con otro dibujo):
Barovero (8): Hace tiempo que un arquero no daba la seguridad que el ex Vélez aportó. Le achicó a la "Gata" Fernández en el segundo tiempo con dos pasitos y el pecho. Habrá que ver lo que sucede el resto del torneo, pero si lo buscaron es para que ataje en lugar del flojísimo Vega. Mercado (6): Correcto y tranquilo atrás, sin arriesgar adelante. Algunas veces le ganaron la espalda por la posición de toda la defensa pero lo compensó con oficio y velocidad. Maidana (7): Sacó de abajo y de arriba. Fue el puntal de una defensa que se mostró más sólida que en la B Nacional aunque por momentos se adelantó demasiado en achique hacia adelante. G. Pirez (4): De los más flojo de River. Comete demasiadas infracciones cerca del área y Abal no le cobró un clarísimo penal a Maxi Núñez en la primera etapa. Corrigió en segundo tiempo pero puso en serio riesgo la victoria. Con Funes Mori en la punta da la sensación de que Almeyda se prepara para poner en su lugar a Bottinelli. Funes Mori (6): En esta defensa conformada por cuatro marcadores centrales de nacimiento, cumplió y fue seguro de arriba y abajo. Sin salida, se quedó en lo suyo y lo hizo de manera correcta. Basta de Juan Manuel Díaz por suerte. Carlos Sánchez (5): Fue buena su posición en retroceso para intentar cuidar el cero y en ataque siempre le faltó un pequeño pique para llegar. Se nota que viene de una lesión porque no mostró sus arranques electrizantes. Cirigliano (4): Está flojo el pibe, que puede llegar a tener la cabeza en otra cosa. Fue buena su posición pero malos "sus quites y sus pases". La cancha no lo ayudó. Ponzio (5): Equilibró el equipo pero entregó a veces bien y otras mal. Abusó de la larga con la pelota en sus pies cuando pudo haber tocado más rápido. Lanzini (6): Se nota que está enchufado y que sabe con la pelota. Intentó solo por la izquierda, lugar en el que Almeyda lo ancló y desperdició. Bien en la ejecución de las pelotas paradas (un déficit que tenía el equipo), necesita jugar como enganche, su lugar en la cancha. Funes Mori y Trezeguet (9): Se los debe evaluar en primer lugar como una dupla que se complementó a la perfección en el segundo tiempo luego de los desconectados 45 iniciales. El francés saltó al cielto en la primera etapa para agarrarla de cabeza y cruzársela a Villar. Se fue cerquita. En el segundo habilitó de una manera para imitar -de manual- a Lanzini (la desperdició) y a su socio que la mandó a guardar. En tanto, lo dicho para Funes Mori que convirtió los dos: el primero en gran combinación y determinación para no dejar la jugada y el segundo gracias a su constante búsqueda. Este resistido proyecto de crack, que asoma por potencia, rapidez y movimientos inteligentes, se repuso del penal marrado frente a Belgrano. Rojas (7): Entró muy bien y se acopló a Trezeguet y Funes Mori. Le frenaron con un incorrecto offside un pase exquisito al Melli a los 92 minutos que era gol -en un jugadón- de Trezeguet. Tiene que agarrar confianza para mostrar que es una gran opción para el entrenador. Aguirre (5): Entró para intentar hacer lo suyo y cerrar el partido.
Juan Módena Sábado, 11 de agosto de 2012
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