SEBASTIAN EDUARDO CRISMANICH CAMPEÓN OLÍMPICO
"Todavía no puedo entender cómo pude aguantar y sostenerme en pie"
Sebastián Crismanich, el representante del taekwondo argentino que hoy obtuvo la medalla dorada en los Juegos Olímpicos Londres 2012, remarcó que “ver la bandera y escuchar el himno” resultaron los momentos más emocionantes que le tocaron vivir durante la ceremonia de coronación, en el ExCel de la capital británica. “Ver la bandera y escuchar el himno: es lo que más me emociona. Todavía no puedo entender cómo pude aguantar y sostenerme en pie”, relató un auténtico Crismanich, tras derrotar en la final al español Nicolás García Hemme (1-0), resultado que le posibilitó abrazarse a la gloria deportiva. AUDIO: Primeras declaraciones del correntino luego del gran logro
“No puedo explicar lo que siento todavía, porque no caigo. Pero creo que cumplí un sueño de muchos”, expresó el correntino, de 25 años, que había ganado la medalla dorada también en los Panamericanos Guadalajara 2011, en octubre pasado.
“Hay que ponerse a pensar que muchos deportistas no pueden en toda su trayectoria vivir lo que a mí me tocó experimentar en un segundo. Estoy orgulloso y agradecido”, dijo Crismanich.
El nuevo campeón olímpico en la división hasta 80 kilogramos advirtió que la lucha decisiva “fue cerrada, tácticamente muy dura”.
“Había que romper físicamente, había que mostrar mayor cantidad de técnica que el oponente”, analizó el correntino, quien terminó con un fuerte traumatismo en la rodilla izquierda, producto de un choque con su rival, en el tramo de cierre del combate.
“Con la alegría que tengo anestesio cualquier dolor. Ya tendré tiempo de pensar en el grado de gravedad de la lesión”, contó Crismanich, con una notable muestra de sinceridad.
A la hora de los agradecimientos, el correntino no quiso olvidarse de ninguno de sus entrenadores que tuvo a lo largo de su carrera (Tomás Domínguez, Fernando Mantilla, Diego Quinteros, Gabriel Taraburelli) y también resaltó la labor “ejemplar” que cumple su familia “que es mi sostén en todo”.
“Cuando yo era más chico, mi familia siempre hizo esfuerzos múltiples, a veces sin que yo lo sepa, para vender cosas y costearme los viajes, las inscripciones a certámenes”, sostuvo.
“Por eso me imagino que ellos estarán más contentos que yo. Para ellos soy el hijo, novio o hermano que está cumpliendo su deseo” destacó Crismanich, en referencia a la emoción que vivieron sus parientes más cercanos, observando el combate final por TV, instalados en su casa de Nueva Córdoba, en la capital provincial.
Viernes, 10 de agosto de 2012