Secuestrado en 1978 junto a sus padres cuando tenía sólo un mes de vida
Abuelas de Plaza de Mayo encuentran al nieto 106
La organización Abuelas de Plaza de Mayo anunció el martes la restitución de la identidad de un hijo de desaparecidos en la última dictadura, secuestrado en 1978 junto a sus padres cuando tenía sólo un mes de vida.
La presidenta de la entidad humanitaria, Estela de Carlotto, dijo en una rueda de prensa que Pablo Javier Gaona Miranda, de 34 años, es el nieto 106 en ser hallado. Es hijo del paraguayo Ricardo Gaona y de la argentina María Rosa Miranda, quienes durante la última dictadura (1976-1983) militaban en el grupo guerrillero Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
"Ellos tuvieron su bebé y cuando tenía apenas un mes fueron secuestrados por las fuerzas armadas y se desconoce dónde fueron llevados, a qué centro clandestino de detención", dijo De Carlotto, quien al anunciar el hallazgo del nieto en la sede la organización humanitaria estaba acompañada de otras abuelas y varios nietos encontrados. Pablo Javier Gaona Miranda no estaba presente.
El joven nació el 13 de abril de 1978 y fue secuestrado el 15 de mayo junto a sus padres. La familia, que residía en Buenos Aires, se dirigió ese día a la casa de los abuelos paternos en la localidad cercana de Villa Marteli, en donde se reunieron para celebrar el aniversario de la independencia de Paraguay. Después de despedirse nunca más se supo de los tres.
En junio, Pablo Javier se acercó a Abuelas con dudas sobre su origen. Frente a los indicios de que podría tratarse de uno de los nietos robados por fuerzas militares en operativos contra disidentes o a mujeres que dieron a luz en centros clandestinos de detención, fue derivado a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad para que se hiciera un examen de ADN.
Los resultados del análisis efectuado en el Banco Nacional de Datos Genéticos acreditaron su verdadera filiación.
Según De Carlotto, un coronel retirado al que no identificó entregó el niño a su primo y la esposa de éste, que lo anotaron como propio. Pablo Javier siempre supo que no era hijo biológico, aunque la historia que le contaban era que lo habían traído de la provincia de Misiones, en el norte de Argentina.
En 2008 manifestó a su apropiadora dudas sobre su identidad y luego de unos rodeos, la mujer le confirmó su sospecha: era hijo de desaparecidos.
La organización humanitaria recordó en un comunicado que en sus 35 años de búsqueda "muchas de nosotras se han ido de esta vida sin poder abrazar a su nieto o nieta. Nuestra lucha sigue siendo tan dolorosa y desesperada como al principio, aunque ahora con el agravante de que el tiempo se nos acaba".
Abuelas estima que unos 500 hijos de desaparecidos fueron apropiados por represores o personas afines al régimen militar. De Carlotto todavía busca a su nieto, que fue robado a su hija Laura Carlotto después de que ésta dio a luz mientras estaba detenida.
Recientemente un tribunal condenó al ex dictador Jorge Rafael Videla a 50 años de prisión por la ejecución de un plan sistemático de apropiación de niños durante el régimen de facto.
Junto con Videla --que ya cumplía condenas a cadena perpetua-- fueron condenados a distintas penas de prisión el también ex dictador Reynaldo Bignone y otros siete acusados por el robo 34 bebés. Videla fue el primer presidente de la dictadura y Bignone el último dictador antes del retorno de la democracia en 1983.
En el juicio se probó que hubo maternidades clandestinas en los centros de detención donde las detenidas daban a luz, sus bebés les eran arrebatados y luego eran asesinadas.
Martes, 7 de agosto de 2012