Ojos bien abiertos
El boom del cine nacional, Volumen...
Nunca queda claro si es por un efecto contagio: hay una película argentina que mueve la taquilla, y se suman otras.Ocurre -por suerte- casi todos los años. Hay una película argentina que mueve la taquilla, y se suman otras.
Nunca queda del todo claro si es por un efecto contagio, por un sentimiento de nacionalismo que se pega y coincide con las fechas patrias o si el motivo son las películas en sí mismas. Sus valores, sus actores. Sus historias.
Hasta no hace muchos años, todos los productores del cine nacional se peleaban por conseguir salas en esta fecha. El feriado del 25 de mayo era, claro, clave. Si la película en cuestión funcionaba bien las primeras semanas, seguía y enganchaba con el feriado del 20 de junio. Y hasta podía soñar con el del 9 de julio.
Hasta no hace muchos años, todos los productores del cine nacional se peleaban por conseguir salas en esta fecha. El feriado del 25 de mayo era, claro, clave. Si la película en cuestión funcionaba bien las primeras semanas, seguía y enganchaba con el feriado del 20 de junio. Y hasta podía soñar con el del 9 de julio.
Hasta que el año pasado Mamá se fue de viaje rompió, al menos, ese esquema. El filme de Ariel Winograd, con Peretti y Carla Peterson, se convirtió sin que nadie lo esperara -ni los productores de la película- en el boom del cine argentino. Tanto, que sobrevivió a su fecha de estreno (6 de julio) y en las mismísimas vacaciones de invierno llevó más público que el estreno de Spider-Man: De regreso a casa. La vieron 1.671.246 espectadores.
Este jueves se estrenó Animal, de Armando Bo. Es un combinado homogéneo: tiene a Guillermo Francella, en un rol no como el que lo hizo reconocido -el de comediante-, sino protagonista de un drama. Lo acompaña Carla Peterson, que ha hecho más comedia que drama en el cine nacional, y Bo, además de portación de apellido, ganó un Oscar por el guión compartido de Birdman, de Alejandro González Iñárritu.
El filme fue el segundo más visto el jueves, también sorprendiendo a muchos, porque fue el estreno que mejor anduvo, inclusive por arriba de Han Solo: Una historia de Star Wars. La vieron 21.709 espectadores en 234 salas, cuarenta menos que el filme sobre Han Solo, que llevó 16.202.
El efecto contagio podría comenzar la semana próxima, cuando llegue No llores por mí, Inglaterra, de Néstor Montalbano, con Diego Capusotto y Mike Amigorena. Y la otra, Joel, el regreso de Carlos Sorín, y El motoarrebatador, de Agustín Toscano, vista en la Quincena de realizadores en Cannes.
En agosto, que desde los tiempos en que El secreto de sus ojos fue un éxito casi sin precedentes, el fin de semana pegado al feriado por San Martín, también se transformó en otro mini o mega boom del cine nacional. Para ese mes ya hay¡ cuatro! películas anotadas, muchas de ellas buscando un mismo público.
Antes de las vacaciones de invierno, el 5 de julio irá Re loca, que reúne a Natalia Oreiro y Diego Torres, y ya para las vacaciones, la quinta de Bañeros, con dirección de Rodolfo Ledo y con Pachu Peña, Pablo Granados y Sol Pérez.
En agosto, que desde los tiempos en que El secreto de sus ojos fue un éxito casi sin precedentes, el fin de semana pegado al feriado por San Martín, también se transformó en otro mini o mega boom del cine nacional. Para ese mes ya hay¡ cuatro! películas anotadas, muchas de ellas buscando un mismo público.
La primera es, el 2 de agosto, El amor menos pensado, con Ricardo Darín y Mercedes Morán, como una pareja que se replantea después de 25 años de vida en común. Es el debut en la realización del hasta ahora productor y guionista de Patagonik Juan Vera. El 9, estrena El Angel, que pasó por Un certain regard en Cannes y cuyo tráiler ya está en los cines con suficiente anticipación como para que el filme de Luis Ortega sobre Carlos Robledo Puch vaya generando inquietud, sobre todo en el público más joven (el Chino Darín y Peter Lanzani acompañan al debutante Lorenzo Ferro).
El 16 llega Mi obra maestra, con la que Gastón Duprat “se despega” de su codirector Mariano Cohn tras grandes éxitos, y se larga en solitario con esta historia entre un marchand (Francella) y un amigo pintor (Luis Brandoni), que está en el ocaso de su carrera como artista.
El 30, seguramente en paralelo con el Festival de Venecia, se verá La quietud, de Pablo Trapero, drama en el que Martina Gusman y Bérénice Bejo son hermanas enfrentadas. Y el 6 de septiembre, Acusada, con Lali Espósito y Gael García Bernal. Además de Todos lo saben, la que Darín rodó en España con Bardem y Penélope Cruz, y abrió este año el Festival de Cannes.
Ya se verá cual anduvo bien, cuál decepcionó. Pero el efecto dominó es como un juego, que al cine argentino le ha rendido mucho en el pasado. Y si todo tiempo pasado fue mejor, el futuro augura otro boom.
Sábado, 26 de mayo de 2018