MAS VIGENTES QUE NUNCA
Charly, Fito, la avenida Corrientes y tres noches inolvidables
A pocas cuadras de distancia y, con apenas unas horas de diferencia, colmaron los corazones de los fanáticos y demostraron que están más vigentes que nunca.
Dos de los máximos exponentes del rock nacional nos regalaron esta semana unos conciertos increíbles
Algo más de 700 metros son los que separan al Gran Rex del Luna Park y 21 horas fueron las que pasaron entre el cierre del segundo y último show de Fito Páez hasta el comienzo del recital de Charly García. ¡Cuántas emociones, cuánta nostalgia, cuánta historia y cuánto presente!
El ex Sui Generis volvió a subirse a un escenario dos meses después de su regreso en el teatro Coliseo. Con un repertorio que varió respecto a ese primer show, demostró nuevamente por qué es el gran artista de nuestro rock.
No es casualidad que Random, su último trabajo discográfico, tenga siete nominaciones en los Premios Gardel -competirá en los rubros "Mejor Disco del Año", "Producción del Año", "Mejor Álbum Artista Masculino de Rock", "Canción del Año", "Mejor Diseño de Portada", "Mejor Videoclip" y en la categoría "Ingeniería de Grabación"- y tampoco es obra del azar que el músico tenga tantos seguidores jóvenes. Eso demuestra que su obra está más vigente que nunca.
Algo similar sucede con Fito Páez. El rosarino publicó en noviembre La Ciudad Liberada y, en la presentación oficial del disco en Buenos Aires, dejó en claro que aún tiene mucho camino por recorrer. Este trabajo, que cuenta con temas que cantaremos durante muchos años, comparte dos ternas en los Gardel con Charly García: competirá en la categoría "Mejor Álbum Artista Masculino de Rock" y "Mejor Diseño de Portada".
El Gran Rex fue una fiesta el lunes por la noche. Charly García colmó de música a las más de 3.000 personas que llenaron el histórico teatro que fue testigo de algunos de los hitos más importantes de su carrera. Se mostró mejor de la voz, con buen sentido del humor, interactuó más con el público y recibió ovaciones impresionantes.
Luego de un arranque en el que interpretó los clásicos "No soy un extraño", "Instituciones" y "Cerca de la revolución"; y antes de presentar el primer corte de difusión de Random -"La máquina de ser feliz"-, lanzó desafiante: "Decían que no podía componer". Lo expresó para demostrar que sí puede, que se siente bien y que aún tiene mucho para dar. ¡Y qué contentos nos pone eso!
Los músicos que lo acompañaron volvieron a demostrar su calidad y, pese a algunos pequeños problemas de sonido al comienzo, se mostraron afianzados como banda.
El grupo está sólido con el trío de chilenos: Kiuge Hayashida en guitarras, Carlos González en bajo y Toño Silva en batería. Y también con el "Zorrito" Fabián Quintiero, quien desde los teclados hizo bailar a todo el mundo con una energía increíble. Por su parte, Rosario Ortega sigue creciendo y se convirtió en un pilar fundamental para esta época de Charly porque se muestra como su apoyo permanente.
Entre el Coliseo y el Gran Rex pasaron 74 días y hubo cambios en la lista de temas. Se incluyeron "No soy un extraño" y "Fax U", una pieza del disco La hija de la lágrima (1994), que sorprendió que la tocara en lugar de otras más conocidas de ese álbum. Por ejemplo, en aquel disco están "Chipi chipi" y "La sal no sala" y ninguna de las dos fueron interpretadas en el Rex. Eso es interesante y demuestra que Charly es versátil y que le gusta seguir innovando.
El concierto seguía su curso y antes de tocar "Rivalidad", canción incluida en Random, Charly lanzó un "rompan todo", quizás como una forma de adelanto a lo que iba a suceder luego: la aparición en el escenario de Billy Bond.
El líder de La Pesada del Rock and Roll le puso más color a la noche al cantar "Loco, no te sobra una moneda", canción que había grabado junto a Charly en Brasil.
Fue uno de los grandes momentos del show y el propio García se abrió e hizo una confesión al público: "No tienen idea lo que me ayudó". Ese fue el broche de oro de otra noche histórica en la que el creador de "Say no more" brilló como nunca. O como siempre.
Charly no fue el único que llenó los corazones de los porteños en la última semana porque tan sólo unas horas antes de su show, Fito Páez -otro de los grandes exponentes de nuestro rock- hizo lo propio en dos conciertos que él mismo calificó como "involvidables" en el Luna Park.
El rosarino presentó La ciudad liberada el sábado y domingo a estadio lleno y demostró que sigue vigente pese al paso de los años. Canciones como "La ciudad liberada" y "Tu vida mi vida" ya son cantadas por todos y eso parece indicar que en unos años serán incluidas en el largo y célebre listado de las consideradas "clásicas".
El hecho de ver a Fabiana Cantilo arriba del escenario también generó mucha emoción en el público y hasta se hizo difícil contener alguna lágrima cuando cantó con Fito "Brillante sobre el mic" en medio de un Luna iluminado por miles de teléfonos celulares.
Fabi también se destacó en un dúo junto a Julieta Rada -hija de Rubén- en "Dos días en la vida" cuando se pusieron en la piel de Thelma y Louise para hacer bailar a todos.
Ya que hablamos de los que acompañaron a Páez, vale la pena destacar a Diego Olivero, quien se encargó del bajo; Juan Absatz, quien hizo los teclados; Gastón Baremberg, quien estuvo en la batería; y Juani Agüero, quien maravilló a todos con su guitarra eléctrica.
Fito combinó sus grandes canciones con algunas de su último disco. En medio de "La ciudad liberada", "Aleluya al sol", "Wo Wo Wo", "Tu vida mi vida" o "El ataque de los gorilas", se escucharon las consagradas "Ciudad de pobres corazones", "11 y 6", "Naturaleza sangre", "El amor después del amor", "Dos días en la vida", "Circo beat", "Brillante sobre el mic", "Mariposa tecknicolor" y "Dale alegría a mi corazón", entre otras.
Fue clara la intención del músico de presentar las canciones nuevas sin dejar de lado aquellas que la gente siempre espera escuchar.
Lo mismo se observó el lunes en el Gran Rex con Charly García. El ex Serú Girán no se olvidó de hacer "No soy un extraño", "Cerca de la revolución", "Rezo por vos", "Reloj de plastilina", "Yendo de la cama al living", "Me siento mucho mejor", "Promesas sobre el bidet", "Demoliendo hoteles", "Los dinosaurios", "Funky" y "Nos siguen pegando abajo". Y tampoco dejó de lado las más nuevas: "La máquina de ser feliz", "Lluvia", "Otro" y "Rivalidad".
Fueron noches históricas, emotivas, intensas y de grandes sorpresas. Charly y Fito demostraron que el rock nacional sigue vivo como movimiento, como identidad, como una forma de vida.
Grandes como Luis Alberto Spinetta y Gustavo Cerati nos dejaron en el último tiempo, el Indio Solari confesó que quizás nunca más vuelva a actuar en vivo, a Andrés Calamaro lo extrañamos porque hace bastante que no toca; pero por suerte están García y Páez, que volvieron -o mejor dicho nunca se fueron- y que siempre tienen algo más para dar. Porque "dar es dar", diría el rosarino; y ellos nos dan mucho… ¡Gracias por tanto maestros!
Sábado, 5 de mayo de 2018