“Todos los días deberíamos hacer esa mínima rutina
Cómo “entrenar” el cerebro para envejecer saludablemente
Bien sabido es que practicar ejercicio, llevar una dieta equilibrada y alejarse del cigarrillo, las drogas o el alcohol, son algunas de las conductas que propician estar en buena forma a medida que pasan los años. Pero no son las únicas. En qué consiste el brain gym. El entrenamiento para un envejecimiento saludable también debe enfocarse en el cerebro, en la rehabilitación de los mecanismos neuronales que impactan en el cuerpo, el movimiento y las emociones.
En otras palabras, así como es posible mejorar la elasticidad muscular mediante una rutina de ejercicios, también es factible entrenar el cerebro para recuperar el equilibrio, la confianza, el entusiasmo e, incluso, ciertas habilidades físicas perdidas a lo largo de los años.
Esto es posible mediante una novedosa técnica, creada en 1969 por Paul Dennison -pionero en la investigación cerebral y en la kinesiología educativa- llamada “gimnasia cerebral” o “brain gym”.
Se trata de un método práctico que favorece el óptimo funcionamiento de los hemisferios cerebrales, mejorando la conexión entre el cerebro y el cuerpo a través del movimiento.
La gimnasia cerebral permite “equilibrar las tensiones que se acumulan a lo largo de la vida en el área de la creatividad y el logro de metas. Se trata de un conjunto de 26 ejercicios que pueden practicarse en cualquier lugar y momento para mejorar la concentración, la lectura, la lateralidad y la habilidad de estar centrado en el aquí y ahora”, explicó la doctora Susana Buscaglia, psicóloga acreditada por la Brain Gym International.
La clave de esta gimnasia es la integración de los hemisferios cerebrales, ya que “generalmente los bloqueos de aprendizaje se deben a que la persona está trabajando con un solo hemisferio y por eso no puede procesar la información, el cerebro actúa unilateralmente y recibe datos pero no los integra, lo que sugiere un mal manejo de la lateralidad”, indicó la especialista.
Para ello es necesario hacer una serie de ejercicios que permiten lograr el equilibrio. “Al caminar -dice Buscaglia- nos equilibramos alternando el pie izquierdo con el derecho, lo que supone una conexión de movimientos opuestos, izquierdo y derecho, atrás y adelante, superior e inferior”, fomentando un estado integrado en el cerebro.
El equilibrio se restablece mediante la realización del PACE, es un acrónimo que significa positivo, claro, energético y activo. Estas son las cuatro cualidades necesarias para el aprendizaje personal con un cerebro totalmente integrado y los ejercicios correspondientes que contienen las cualidades de energizar, aclarar, activar y positivo.
En primera instancia, se debe tomar agua porque es el único conductor de energía eléctrica al cerebro. Luego, se masajea la base del cuello y el ombligo –puntos relacionados con la medicina china- para liberar miedos, llevar más sangre a la carótida y oxigenar el cerebro. Esto permite “salir de la confusión” y aclarar las ideas.
Posteriormente se realiza una marcha para que los hemisferios se crucen, por ejemplo, se puede tocar la rodilla izquierda con la mano derecha y viceversa.
Por último, los “ganchos de Cook”, es decir, la palma de la mano izquierda sobre la derecha se pliega hasta el pecho. Esta figura representa el ocho tibetano, la energía que no tiene comienzo ni fin.
El programa continúa con la asistencia de un terapeuta que ayuda a la definición de una meta clara y concisa, una frase redactada en tiempo presente sobre la que se centra el trabajo. Luego se dramatiza la situación planteada y se aplican programas específicos de ejercicios según el caso.
Al margen de la estrategia desarrollada para cada persona en particular, los primeros pasos de la rutina de la gimnasia cerebral pueden ser realizados en cualquier parte. “Todos los días deberíamos hacer esa mínima rutina que no requiere más de 5 minutos para alcanzar nuestro propio equilibrio y poder comenzar cada día de la mejor manera”, concluyó Buscaglia.
Lunes, 30 de julio de 2012