CORRIENTES
Trabajadores del Instituto de Cultura van al paro
En el cónclave del martes, la respuesta de los funcionarios apuntó a la imposibilidad de la implementación de un escalafón propio para el Instituto, acorde a su nueva figura institucional (cabe recordar que el Instituto fue creado en noviembre de 2010 como ente autárquico). Ante los otros planteos, que incluyen el pase a planta de treinta y dos trabajadores pasados a contrato arbitrariamente en 2010, durante la oleada que comprendió a otros cinco mil trabajadores de toda la administración pública, y el encuadre legal dentro de las nuevas funciones, tampoco hubo definiciones.
Esto fue informado en la asamblea, y el descontento por la dilación – las negociaciones comenzaron el pasado abril, y siempre se postergó una definición concreta como la del martes- hicieron que se resolviera un paro con movilización para el próximo jueves 2 de agosto, de 11:30 a 12:30. Además, previamente se realizará una asamblea en Cultura, el miércoles 1 a las 11:00.
Los trabajadores no descartaron otras medidas de fuerza dentro del plan de lucha.
Manifiesto y declaración de postura
Por otra parte, el jueves los trabajadores de Cultura hicieron público un manifiesto en el que identifican su reclamo y otorgan a su labor una importancia primordial desde lo social. El texto completo del documento es el que sigue:
Nosotros, los trabajadores de la cultura
Antes de que se temple la primera guitarra y después de que se apague el último reflector, nosotros estamos.
Antes de que se levante el telón y después de que la palabra leída se pierda en la memoria, nosotros estamos.
Antes de que se abran las puertas a la historia, al arte o a nuestra expresión hecha artesanía, y después de que el visitante rezagado se haya ido, de que el músico haya resuelto ese problema imprevisto, nosotros estamos.
Cuando se habla de cultura, se trata no tanto de expresiones plasmadas en disciplinas artísticas como de un modo de ver, entender y sentir a lo que nos rodea y a nuestra gente.
Decimos cultura y nos referimos a algo vivo, cotidiano, algo que construimos día a día y de lo que formamos parte porque a su vez forma parte nuestra. Y por esa conexión con lo que somos no estamos ajenos a las necesidades de esos hermanos correntinos que tienen voz y que construyen nuestra identidad, sencillamente siendo lo que son. Si la cultura no se nutre de la gente, de su alegría, de su dolor, de su rebeldía y de su falta de resignación, no sirve, no es una construcción colectiva porque no refleja al pueblo que la genera.
Y nosotros somos cultura correntina porque desempeñamos nuestro trabajo en su ámbito, pero también y mucho más porque somos parte de Corrientes. Todos, desde los administrativos hasta los músicos, pasando por los que ponen literalmente el cuerpo a la carga, todos conformamos algo que desde el gobierno se pregona como muy importante, y que llegado el caso sirve como eslogan de campaña. Sí, lo que decimos; la cultura como partícipes y de Cultura como trabajadores. Y por eso queremos ser reconocidos por esa particularidad, que hace a nuestro lugar de trabajo tan importante como cualquier ente autárquico. Por eso queremos que se nos valore desde la justa retribución hasta la categoría específica de nuestra actividad. Por eso queremos que las autoridades dignifiquen de una vez por todas a la cultura con una política de gestión seria, que respete nuestros derechos laborales, legales, económicos y humanos.
Nuestro guaraní, esa lengua que dialoga con las cosas para darles un sentido, tiene una palabra que significa “trabajador”: mbaá po
Somos los mbaá po de la cultura. Reclamamos lo que merecemos.
Viernes, 27 de julio de 2012