Natalie Perez:
"Elijo no hacer escenas de sexo"
Fresca, espontánea y sincera. Así es una de las actrices protagonistas de Las Estrellas, la tira de la temporada. Feliz con el éxito del programa, a los 31 años asegura no haber llegado a ningún lado, pero sabe lo que quiere (y lo que no quiere) para su carrera. Una estrella tan sencilla y en la Tierra que sorprende.
Hace meses que los días de Natalie Perez (31) arrancan a las 7 de la mañana y terminan alrededor de las 23, dependiendo de las campañas o notas que tenga pautadas. El éxito de Las Estrellas –la tira de Polka que protagoniza junto a Celeste Cid, Marcela Kloosterboer, Violeta Urtizberea y Justina Bustos– la catapultó al lugar de la chica del momento, esa que todas las marcas y medios quieren tener. "Yo empecé a trabajar a los diez años y mi trabajo fue un crecimiento, paso a paso. No salteé un solo escalón para llegar acá, por eso me hace gracia cuando me dicen '¡llegaste!' ¿Adónde?", reflexiona con humor.
UN LARGO CAMINO. "Espero poder seguir creciendo con cada proyecto como me viene pasando hasta ahora, esto es un laburo de todos los días ¡como cualquier otro!", asegura. Antes de interpretar a Carla Estrella en la tira de El Trece, Natalie fue parte de los elencos de Esperanza Mía, Guapas y Graduados, entre tantos que podrían remontarse hasta sus días en Rebelde Way o Chiquititas. Lo cierto es que por más esperable o merecido que sea, 2017 quedará en su historia como el año consagratorio: el de su primer protagónico en televisión y su primer single como cantante.
-¿Sos de hacer balance de fin de año?
-No sé si soy de hacer balances, pero inevitablemente pienso. Ahora que está llegando el final de la novela, digo: qué año intenso, lindo, productivo, ¡qué año buena onda! Fue un año iluminado, y creo que si esta misma pregunta me la hacías el año pasado –en plena crisis de los treinta– el balance habría sido muy distinto (risas). Más allá de la novela, que fue espectacular, el fin de año me encuentra llena de proyectos y ganas. Me agarra agotada también, pero muy agradecida y contenta.
-Del año pasado a éste habrás tenido un cambio de ritmo importante…
-Vengo de varias novelas que funcionaron y en ese sentido el ritmo de trabajo de la tira diaria lo tenía, pero con el protagónico –junto con mis cuatro compañeras– hay toda una responsabilidad que una desconoce. El cambio está en la cantidad de campañas, notas y todo lo que rodea a un éxito. ¡Es agobiante! Igualmente, yo no creo ser "la chica del momento", ni mucho menos, me hace mucha gracia cuando me lo dicen. Hay una frase en francés que siempre digo porque me representa: "Je joue". La verdad es que más allá de la responsabilidad con la que me tomo las cosas y de que éste es un trabajo de muchísimas horas, yo siempre lo veo como un juego y lo disfruto muchísimo. Además, tengo la vida más normal que uno pueda imaginarse.
-El lugar de la actriz-modelo es algo nuevo en tu vida…
-Sí, a veces me pasa que me veo en ese lugar y no me reconozco. Digo: "¿yo hice esa cara?" Me veo linda, pero tampoco es todo lo que se ve. En la vida no soy de las que se pasean en tacos; cuando me toca posar lo hago, juego y me divierto, como me pasa cuando hago de mala o de lo que sea.
-Nunca fuiste gorda, pero hubo un cambio en tu imagen.
-Todo el tiempo me preguntan "¿qué hiciste?" No hice nada y no hago nada, supongo que tengo una genética que me acompaña. Cuando me dicen "eras gorda" siempre digo que para mí no era gorda. No me veía así. La realidad es que con los años el cuerpo va cambiando y el físico de los 20 no es el mismo de los treinta ni de los 35. La cara también va perdiendo un poco de colágeno y se va afinando, ¡nos pasa a todas! La diferencia es que algunos tendrán las fotos viejas en un baúl, mientras que las mías se multiplican en Internet.
-¿Te sentís presionada en ese sentido?
-No, me parece que siendo actriz la exigencia no es la de una modelo de alta costura. Hoy estoy así, pero capaz que el año que viene me toca hacer un papel que me pida estar recontra mil gorda y eso será lo que se espere. Obvio que sí me pasa que a veces me veo en tele y digo: "che, el brazo está gordito o estoy ojerosa. Debería hacer algo". ¡Y después no lo hago!
-Igual, a juzgar por las pocas indicaciones y pedidos que hiciste durante la producción, me parece que sos muy segura…
-Soy muy de dejarme llevar para que la cosa fluya. Muchas veces me lo critican, pero para mí esto es como cuando te metés al mar y te agarra un pozo: si luchás para salir, seguro terminás ahogándote; lo mejor es dejarte llevar. Para mí de eso se trata la vida –la mía, por supuesto–, yo no tengo idea de cómo será ni qué me depara, así que ¿qué mejor que fluir? Sé que una remera me puede quedar un poco mejor o peor, pero ¿qué va a cambiar? Seguramente que entre los siete cambios que tengo por día hay un pantalón que me hace buen culo y otro que me hace un culo de vieja, pero no creo que eso vaya a hacer la diferencia. Para mí lo fundamental es lo que una transmite y si eso logra atravesar o no la pantalla.
EL HOMBRE DE MI VIDA. En los 20 años de carrera que lleva Natalie Perez, rara vez se escuchó su nombre en un programa de chimentos. Cuatro años de relación y convivencia con Ramiro Gayoso, quien fue su amigo desde sala de tres del colegio, son parte de esa vida silenciosa y tranquila que transcurre en el barrio de Villa Urquiza, el lugar en el que se crió y donde todavía viven sus padres y abuelos. "Nosotros fuimos juntos al jardín, hicimos primaria y secundaria también juntos. Después fuimos grandes amigos y finalmente novios. Siempre lo jorobo con que es el hombre de mi vida porque en todos los momentos importantes y en todas las fotos él está a mi lado", cuenta Natalie.
-¿Te imaginás casándote?
-No, y si me caso será en alguna ceremonia inventada, divertida. Me parece un despropósito gastar tanto en eso.
-¿Hijos?
-¡Re! De hecho, yo pensé que a esta edad iba a tener dos o tres. El hijo no es algo que postergue por mi laburo, es algo que se posterga porque no llegó el momento… Será que no estamos preparados nosotros como pareja o que yo no estoy preparada como mujer.
-¿Está abierta la posibilidad?
-¡Sí! Es más: prefiero tenerlos de joven. Me encantaría que les toque una abuela que se los pueda llevar de vacaciones y no que me agarren a mí cansada y a ella vieja (se ríe).
-Hace un tiempo, en una entrevista dijiste que nunca hiciste una escena de sexo y que preferías no hacerlas. ¿Seguís pensando eso?
-Es que siempre pienso en mi papá, mi hermano, los amigos de mi hermano, mi abuelo… Digo: "malísimo que me vean haciendo eso". No sé, tal vez a futuro me ofrezcan una peli espectacular con una escena de sexo y no sé qué haría. Hoy elijo no hacer ese tipo de escenas.
-Igual no debe ser fácil.
-No sé, depende de cuán seguro esté uno de su decisión. Yo siempre lo sentí así: vi claro que no quería, marqué mi límite y se respetó. Quizás haya gente que es menos pudorosa o que vive el sexo como algo más normal, para mí el sexo es algo normal pero súper íntimo. Tiene que ver con mi intimidad, mi casa y mi novio.
-¿Sos muy conservadora?
-Me parece que sí (vuelve a reírse). También me estoy conociendo: hay personas que a los 30 ya se conocen perfecto y otras que a los 50 no se conocen en absoluto. Yo hoy veo claro cosas que antes sentía más irracionalmente, ahora sé por qué hago lo que hago y cuál es el camino.
Texto: LUCÍA BENEGAS (lbenegas@atlantida.com.ar) Producción: MARITÉ RIZZO Fotos: JUAN MANUEL RODRÍGUEZ
Maquilló: Bettina Frumboli para Frumboli Estudio Peinó: Nacho López Fagalde para Vardo Management. Agradecemos a: Kosiuko, Uma, Reebok, Lomm y Vardo Management.
Viernes, 15 de diciembre de 2017