¿Ser puta es o no un trabajo?
El debate, desde Sol Perez hasta España
La discusión sobre si ser prostituta es una elección y si el consumo de sexo pago es condenable trasciende las fronteras. Sofía Gala, Sol Pérez, un duro video abolicionista español y la secretaria general de las putas argentinas dicen lo suyo.
Hace un tiempo, Sofía Gala, la protagonista de Alanis, una película donde interpretaba a una joven prostituta, sembró la polémica cuando dijo por televisión que prefería ser puta y no moza. Ahora, Sol Pérez, por el contrario, se quejó compungida de que en un evento que la invitaron a conducir la habían tratado como una puta. Las prostitutas organzadas le pidieron una disculpa pública.
La discusión trasciende el círculo de la farándula, y es más profunda. Es una cuestión que divide a las organizaciones feministas. Incluso en el ámbito judicial no hay coincidencia entre los abolicionistas y quienes creen que lo único que hay que perseguir es el proxenetismo y la trata.
En la Argentina, la prostitución es legal. Desde la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina, proponen ejercer libremente el trabajo sexual por decisión propia siendo mayor de edad, con una ley que lo proteja, obra social y una jubilación, con derechos iguales al resto de los trabajadores.
Sonia Sánchez, en cambio, autora del libro Ninguna mujer nace para puta y exvíctima de una red de explotación sexual, sostiene que la prostitución es una violación de los derechos sociales, económicos y culturales y que ninguna mujer elige prostituirse libremente.
¿Es bueno o malo ser puta? ¿Es una expresión de la falta de oportunidades y la explotación de la mujer o una libre elección que hacen muchas sin condicionamientos, aunque peleen por sus derechos y por desempeñarse sin proxenetas que las exploten? Ser prostituta, ¿es un trabajo?
¿Existe el modelo de la chica universitaria con idiomas que trabaja de escort por propia elección, porque en una sola noche gana lo mismo que en un mes como empleada de comercio o secretaria? ¿O son muchas más las que se dedican a vender su cuerpo porque no les queda otra salida y se vieron empujadas a eso por un varón que las explotaba o por la miseria?
El debate no es, obviamente solo argentino. Una durísima campaña española en video "Tu no pagas por placer, pagas por violar" contra la prostitución interpela a los consumidores de sexo. "Tu te aprovechas de su vulnerabilidad. Son culo, tetas y agujeros" "Tranquilo putero, nadie te acusará de ser como La Manada, porque pagas. ¿Por qué pensais que teneis el derecho a comprar mujeres?". "Mientras tu existas, putero, todas estamos en peligro", dispara.
¿Tenemos que explicar que es trabajo?
En una polémica columna del diario.es, la escritora, poeta y periodista peruana radicada en España Gabriela Wiener, que recientemente confesó que practica el poliamor, reveló que con su marido, contrató una puta hace algún tiempo.
Y dice que "le chirria" y se siente acusada por el video viralizado en Youtube, como si hubiera pusto su "granito de arena", aunque cree que está bien que el foco esté puesto sobre los clientes. Weiner tiene como referente a la argentina Georgina Orellano, y la menciona en su artículo.
"Georgina Orellano, la impresionante líder de las prostitutas argentinas, ha dicho más de una vez que “ser feminista es darle derechos a otras mujeres y la oportunidad de elegir cosas que no necesariamente elegiríamos para una”. Según Georgina, todo lo que les pasa no les pasa por ser putas sino por ser mujeres. “¿Tenemos que explicarles otra vez que esto es trabajo?”, clama. “En la calle se sigue llevando la policía a las compañeras. Y en la calle la policía no te pregunta: ‘¿sos abolicionista, sos reglamentarista, sos pro-sex, sos puta feminista? Te llevan presa igual”.
Weiner dice que el 90 por ciento de las mujeres que ejercen la prostitución en Latinoamérica fueron llevadas presas u obligadas a coimear a la policia para trabajar pero no todas las putas son esclavas:
"Se está llamando esclavas a miles de mujeres que han convertido a la puta en su identidad política. ¿No es acaso eso negar su empoderamiento? ¿No es desconocer su lucha social concreta por adquirir ciertos derechos, por sindicalizarse, por buscar más protección y mejoras determinadas en su ejercicio laboral mientras nos encaminamos hacia el tan soñado fin del capitalismo cosificador de la mujer? ¿Por qué no hablamos de cómo nos explota a cada una de nosotras el patriarcado y dejamos que ellas hablen de cómo lo padecen en sus carnes? ¿Las seguimos llamando esclavas? "
Y levanta su dedo para señalar cuántas de las feministas están explotando a una mujer inmigrante paras que les cuide los niños y les limpie la casa.Convoca a reconocer los derechos de las putas como trabajadoras. Y publica un video de una charla TED dada por Orellana, donde la dirigente convoca a ponerse de acuerdo para conseguir derechos para todas, independientemente de su situación. "¿Que me estás proponiendo, sacarme de una esquina para llevarme a una fábrica?", dispara.
Y como si esto fuera poco, como símbolo del cambio de época, cuenta una anécdota que protagonizó su hijo. A la salida del colegio un amigo suyo quiso molestarlo frente al resto señalándolo y gritando: “Su mamá es una puta”. ¿ Y qué le contestaste? le preguntó ella, preocupada. El le respondió tranquilamente: “Le dije: mi mamá no es una puta, es la secretaria general de todas las putas del país”.
"Sí, putísima, re-puta, re-jefa. Si esto no es empoderamiento, nada lo es" concluyó Weiner.
Lunes, 11 de diciembre de 2017