En ese lujoso edificio de Riad fueron detenidos ex ministros y miembros de la familia real
El Ritz-Carlton, de hotel exclusivo a jaula de oro de la realeza saudita
Desde las majestuosas hileras de palmeras de su predio de 21 hectáreas hasta la escalera imperial y las deslumbrantes arañas del salón de baile, es fácil entender por qué el hotel Ritz-Carlton de Riad, que abrió hace apenas seis años en la capital de Arabia Saudita, albergó a multimillonarios, jefes de Estado y miembros de la familia real saudita.
Por eso es doblemente desconcertante que ex ministros del gobierno, importantes empresarios y hasta miembros de la familia real -la Casa de Saud- hayan sido encarcelados en ese hotel cinco estrellas, que durante el fin de semana fue velozmente convertido en la prisión más lujosa del mundo.
En un video borroso, que según parece por sus metadatos fue filmado a primera hora de anteayer en el salón de baile B del hotel, pueden verse a varias personas tendidas sobre la alfombra y cubiertas con mantas de coloridos estampados florales, mientras en el fondo se distinguen a varios guardias de uniforme oscuro. En un rincón, apoyado contra una pared, puede verse lo que parece ser una carabina M4 estándar del ejército norteamericano, una réplica de la misma o su variante de uso civil.
Arabia Saudita atraviesa una campaña de aplastamiento de la corrupción que arrancó el sábado a la noche con el arresto de decenas de personas, por lo menos 11 de las cuales eran príncipes, incluido el millonario inversionista Alwaleed ben Talal. Anteayer, los funcionarios norteamericanos que monitorean la situación dijeron que por lo menos 500 personas más fueron arrestadas en las razias subsiguientes.
El procurador general del país, el jeque Saud al-Mujeb, dijo que los detenidos habían sido sometidos a un pormenorizado interrogatorio. Informó que la investigación era conducida en secreto para proteger la integridad de los procedimientos legales y para garantizar que el alto estatus social de los detenidos no los librara del peso de la justicia.
El miedo y la preocupación se extendieron cuando se prohibió la salida del país de los miembros de la familia real, un giro sorprendente para una elite acostumbrada a una vida de privilegios y a tener la libertad de subirse a su jet privado rumbo a París, Nueva York o Londres cuando se le da la gana.
Aunque el objetivo manifiesto de las detenciones es la lucha contra la corrupción, algunos observadores internacionales creen que esta campaña es parte de la estrategia de consolidación del poder del joven heredero a la corona, el príncipe Mohammed ben Salman.
Menos de dos semanas atrás, los hombres más poderosos del capital global -entre ellos, el secretario del Tesoro norteamericano, Steven Mnuchin, y el cofundador del Grupo Blackstone, Stephen A. Schwarzman- fueron algunos de los 3500 invitados que desfilaron por la alfombra roja del hotel para participar de la Iniciativa de Inversión Futura, una conferencia que fue apodada como "la Davos del Desierto". Entre ellos tienen el control de unos 22 billones de dólares en activos.
En mayo pasado, el Ritz-Carlton de Riad se engalanó de banderas norteamericanas para recibir a Donald Trump en su primera visita al extranjero como presidente de Estados Unidos. Su predecesor, Barack Obama, también se alojó en este hotel en 2014.
El salón de baile B, donde parecen haber sido tomadas las imágenes del video, tiene la friolera de 1900 m2, que pueden ser usados como sala de banquetes con 1400 plazas o como salón de recepciones, con capacidad para 2000 personas.
Al igual que la mayoría de los espacios públicos en el reino, el hotel no permite el uso de pantalones cortos, polleras o remeras sin mangas. Se pide a los huéspedes que vistan con decoro, ya sea con atuendos locales, de elegante sport o con ropa formal.
Anteayer, el hotel publicó lo siguiente en su sitio web: "Debido a circunstancias imprevistas, las líneas de teléfono y la conexión a Internet del hotel se encontrarán inhabilitadas hasta nuevo aviso". Los voceros del hotel aún no respondieron a los requerimientos periodísticos sobre la situación de los detenidos.
Lucha por el liderazgo
Sunnitas vs. chiitas
Arabia Saudita e Irán son los principales adalides de las dos grandes ramas en que se divide el islam: el reino saudita es sunnita y el régimen de los ayatollahs es chiita.
Choque de poder
Son los países más influyentes de la región y tienen las fuerzas armadas más poderosas. Los dos compiten por influir en sus vecinos. El programa nuclear de Irán y la posibilidad de que un día tenga armas nucleares también alarman a sus vecinos, en particular a Riad.
Guerras a distancia
Iraníes y sauditas libran una guerra a distancia en Siria y Yemen. Teherán es aliada del gobierno de Al-Assad en Siria (Riad apoya a los rebeldes) y en Yemen los iraníes respaldan a los rebeldes, mientras que los sauditas al gobierno depuesto.
Lucha por el petróleo
Arabia Saudita es el mayor productor mundial de petróleo y mantiene el precio bajo del crudo. Esto asfixia a la economía iraní, necesitada de fondos.
Miércoles, 8 de noviembre de 2017