SALUD
Trombosis: por qué se sabe tan poco de una de las principales causas de muerte en el mundo
Según un reciente estudio, la totalidad de los argentinos escucharon hablar del ACV, pero sólo tres de cada diez conocen las trombosis. Por qué las pastillas anticonceptivas aumentan el riesgo de padecerlas y cómo el embarazo incrementa la posibilidad de sufrir un evento de este tipo
Son una de las principales causas de muerte y discapacidad en todo el mundo. Provocan alrededor de 43 mil muertes por año. Sin embargo, se trata de patologías prevenibles.
Según un estudio realizado por Kantar TNS a pedido de Sanofi, la totalidad de los argentinos escucharon hablar del ACV, pero sólo tres de cada diez conocen qué es la trombosis venosa profunda (TVP) y la Embolia Pulmonar (EP) y dos de cada 10 escucharon hablar de la Enfermedad Troboembólica Venosa (ETV).
"La trombosis venosa profunda (TVP) es un coágulo de sangre que se forma en una vena profunda. Si el coágulo de sangre se desprende y viaja hasta los pulmones, se llama embolia pulmonar. Juntas, la TVP y la EP conforman la Enfermedad Tromboembólica Venosa, una afección médica peligrosa y potencialmente mortal". Así lo resumió la médica especialista en Hematología Alicia Vilaseca.
Si el coágulo de sangre se desprende y viaja hasta los pulmones, se llama embolia pulmonar
En el Día Mundial de la Trombosis, la especialista remarcó que "la ETV es una de las principales causas de muerte y discapacidad en todo el mundo".
Todos los años se dan 10 millones de casos de ETV en países con ingresos altos, medios y bajos. Pero, a pesar de la gran cantidad de casos, la sensibilización pública mundial sobre la trombosis, la TVP y la EP es notoriamente más baja que la conciencia sobre otras enfermedades.
Asimismo, el informe demostró que "la experiencia de algún pariente/amigo cercano también suele acercar al paciente hacia el consultorio", según agregó Vilaseca.
Los síntomas detectables de una TVP son: dolor leve que comienza por lo general en la pantorrilla; seguido por la inflamación del pie, el tobillo o la pierna; cambio de color o enrojecimiento evidente de la piel y calor. Por otra parte, la EP se caracteriza por dolor de pecho, ahogo o dificultad en la respiración, frecuencia cardíaca rápida y mareos o desvanecimientos.
Sin embargo, el paciente puede no tener síntomas por lo que la prevención resulta la mejor manera de evitar este tipo de cuadros y sus complicaciones.
Según los resultados arrojados por el estudio, el 16% de los argentinos considera que las enfermedades tromboembólicas se pueden prevenir, adicionalmente apenas el 17% de la población puede identificar al menos un factor de riesgo relacionado. "La hospitalización y la inmovilización, ser fumador, ser obeso o tomar anticonceptivos orales, aumentan la posibilidad de generar trombos. Además, las operaciones son otra de las principales causas de esta problemática, sobre todo cirugías relacionadas con el cáncer, la cadera o la rodilla", explicó la especialista. "Las medidas que pueden llevarse a cabo para prevenir la enfermedad difieren según el paciente, pero generalmente incluyen medicamentos anticoagulantes. Es por ello que es fundamental comunicarse con su médico para que le advierta sobre su riesgo de desarrollar esta enfermedad y las medidas necesarias para prevenirla".
Los riesgos en el embarazo y la anticoncepción
Si bien quienes participaron del estudio identificaron ser obeso, fumar y haber tenido una trombosis venosa en el pasado como los factores de riesgo de padecer trombosis, tomar pastillas anticonceptivas o terapia hormonal casi no fue tenido en cuenta.
"Lo que sucede con este tipo de pastillas de ciertas combinaciones hormonales, es que por un lado produce menos aumento de peso y otras molestias que hacían que el tratamiento no fuera bien aceptado, pero por el otro aumenta el riesgo de generar trombosis, además de aumentar potencialmente el riesgo de cáncer de mama, y de ovario", explicó Vilaseca.
Fumar y tomar anticonceptivos aumenta 3 veces el riesgo de trombosis
Es importante destacar que fumar y tomar anticonceptivos aumenta 3 veces el riesgo de trombosis, (el prospecto de los anticonceptivos indica que no se deben combinar estas dos prácticas).
El otro factor de riesgo mayor es la edad: de los 40 a 45 años el riesgo se multiplica por 3 y de los 45 a 50 por 42.
La paciente que va a recibir anticonceptivos orales debe estar advertida del riesgo que implica si fuma, es mayor de 40 años, tiene problemas de sobrepeso, diabetes o antecedentes familiares en primer grado o personales de eventos tromboembólicos previos.
Es importante tener en cuenta que la ETV es una enfermedad potencialmente letal, pero al mismo tiempo con posibilidades de ser prevenida. Casi en la totalidad de los casos, la prevención es la única herramienta para evitar un evento.
Al hablar de ETV, se hace referencia a coágulos de sangre ubicados en una vena profunda que, por lo general, aparecen en las piernas. La gravedad se incrementa cuando el coágulo se desprende y viaja por el torrente sanguíneo, debido a que puede alojarse en los pulmones causando una embolia pulmonar.
Durante el embarazo se presentan una serie de cambios fisiológicos que predisponen a la futura mamá a desarrollar trombos
"Hay diversos tipos de anticonceptivos y dependiendo de ellos puede variar el riesgo de desarrollar una Trombosis Venosa Profunda. Los anticonceptivos combinados que contienen desogestrel, gestodeno o drospirenona aumentan este riesgo con respecto a que los que contienen levonorgestrel y bajas dosis de etinilestradiol, por ejemplo", ejemplificó la especialista.
En relación con la vía de administración, tanto los anticonceptivos que se toman por vía oral como los parches colocados en la piel y los anillos vaginales tienen un riesgo similar de producir ETV.
El médico especialista en Obstetricia José Omar Latino, remarcó que "la ocurrencia de TEV durante el embarazo es potencialmente peligrosa, y posiblemente fatal, para la madre y/o el feto y afecta de 0,5 a 3,0 mujeres cada 1.000 embarazos. El riesgo de TEV aumenta 10 veces durante el embarazo, con respecto a las mujeres no embarazadas y 25 veces durante el periodo posterior al parto".
Esto se debe a que durante el embarazo se presentan una serie de cambios fisiológicos que predisponen a la futura mamá a desarrollar trombos.
El 50% de los TEV gestacionales ocurre durante las 6 semanas del puerperio, en especial durante los primeros 7 días. De esto surgió la necesidad de crear una Guía para la prevención de la trombosis en este período, que fueron publicadas el pasado junio por la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires.
"Los medidas que pueden llevarse a cabo para prevenir la enfermedad difieren según el paciente, pero generalmente incluye medicamentos anticoagulantes. Es por ello que es fundamental consultarle a su médico obstetra para que le advierta sobre su riesgo de desarrollar esta enfermedad y las medidas necesarias para prevenirla", enfatizó el especialista.
Viernes, 13 de octubre de 2017