PERSONAJES
"Si vuelvo a la tele es para contar una buena historia"
La actriz que supo disfrutar el éxito de un rating superior a los 40 puntos, Luisa Kuliok,habló de todo: su carrera, las ficciones actuales, el escándalo de aquel verano en la obra de José María Muscari, su apoyo a Cristina Kirchner y más.
A pesar de los años transcurridos, su glamour está intacto y sus deseos de contar historias potentes en la televisión, también, aunque es consciente de que no volvería si no respetan ciertas condiciones. Su figura no pasa inadvertida y cuenta que el secreto es hacer danza. "Empecé a los cinco años y nunca paré, la gimnasia me aburre. Hago danza clásica y de todos los ritmos con coreografías; me mantiene bien, entrenada y libre para poder trabajar con el cuerpo. Tengo mis formas, cola, busto y pantorrillas. En cuanto a la comida, no me privo de un buen asado, pero cada día consumo menos carne".
En el 2014 realizó su última temporada en Villa Carlos Paz con "Familia de mujeres", después hizo teatro en Buenos Aires. "La verdad, no me puedo quejar, me han convocado para muchas cosas, pero como soy celosa de mis tiempos, si vuelvo a la tele es para contar una buena historia. El público quiere verme y no descarto regresar. Pienso que por alguna razón no sucede la alquimia entre los productores y la actriz, yo la tuve con Omar Romay, pero también hay una realidad y es que, a partir de una determinada edad, se convoca menos a las mujeres de mi generación para hacer roles centrales. Tampoco hablo como un único protagonismo, en general necesitan parejas más jóvenes. A veces es como si la vida de una actriz se cayera en un pozo, y no es así. Las personas, cuando van creciendo y más grandes son, se enfrentan a situaciones de todo tipo", expresó.
En la pantalla chica, en el 2008, protagonizó "Mujeres de nadie", luego "Mujeres asesinas", pero dice que no extraña ese tipo de trabajo: "Estoy muy bien con el teatro, aunque amo la tele. Si me convocaran para una buena historia, volvería porque es un vehículo extraordinario de comunicación".
- En "Amo y señor", Arnaldo André te daba vuelta la cara de un cachetazo. En la actualidad, con "Ni Una Menos", se hubiera armado un gran debate, ¿no?
- Las cosas tienen sus momentos y sus coyunturas, siempre, pero la realidad es que eso no era un drama, era una comedia. Él me daba cachetazos, y yo también. Yo no era ninguna sometida, al contrario, Arnaldo quería mi amor y no lo conseguía. Lo nuestro formaba parte de un juego, yo no era víctima ni una pobrecita. Asociaría esa situación, más que a violencia de género, a una acción de "Los Tres Chiflados". En definitiva, era un juego de chicos. Igual, hoy sería un tema irritante, yo no haría una novela con cachetazos como esos.
- ¿Guardás recuerdos de Osvaldo Laport?
- Hicimos dos tiras, "Cosecharás tu siembra", que fue bellísimo, y "Más allá del horizonte". Dos exitazos que tenían entre 40 y 50 puntos de rating. A veces, más también.
- Los números de las ficciones actuales son mínimos...
- Sí, es verdad, pero hay cantidad de plataformas en Internet y Netflix. Es una pena que no generen más ficciones para mirar después de cenar, creo que el público necesita vivir dentro de las historias, llorar con ellas o reírse. ¡Son necesarias!
- ¿Qué mirás en la tele?
- Nada. No tengo tiempo, además conozco el paño desde el otro lado. De todos modos, a veces miro un pedacito de un capítulo para ver a mis compañeros. Como espectadora, una tira no tiene muchos misterios para mí, pero estaría encantada de estar ahí. Aunque para estar, deberían ofrecerme una historia muy importante; como hice las mejores, tendría que ser superadora.
- ¿Ves posible trabajar nuevamente con Muscari como director?
- No lo creo. Él fue un generador de todo lo que pasó ese verano conmigo, es más, me pidió disculpas en privado, pero no lo hizo públicamente. Se repara donde se lastimó.
- ¿Es difícil trabajar con tantas colegas?
- Yo fui con la mejor onda (a "Familia de mujeres"), fui la única que hizo regalitos el día del estreno; las cuidé porque es mi manera de trabajar y no importa qué rol tenga yo. Solo nadie puede, la cooperación es todo.
- Está de moda que los actores manifiesten su postura política. ¿Estás de acuerdo?
- Que cada uno haga lo que sienta que tiene que hacer. Yo dije públicamente que apoyo fuertemente a Cristina Kirchner. Es una mujer que tiene impronta de estadista y cabeza, lo único que le puede poner freno es el Congreso, porque el hambre está a la vista. El neoliberalismo no está dentro de mis pautas para vivir en sociedad.
Luisa tiene dos hijos y una nieta. Está casada con el médico, escritor y actor Roberto Romano y dice que su familia es sólida. "Mi marido está fascinado con el teatro, hasta ganó un María Guerrero; ahora está haciendo ‘En boca cerrada’, con Rita Terranova, y el 2 de agosto estrena con Sofía Gala una obra, ‘La empresa siempre perdona’, en El Tinglado. Ahí formo parte de la producción ejecutiva. Estamos muy cerca siempre; amo profundamente a mi marido y estamos locos por nuestra primera nieta", finaliza.
Bajo la dirección de Oscar Barney Finn, Luisa Kuliok protagoniza "Juegos de amor y de guerra", una obra de Gonzalo Demaría. La historia transcurre en 1942 y es un hecho real que conmovió los cimientos de una benemérita institución y de una tradicional familia. No falta la traición, la violencia, la extorsión, la perversidad y los intereses políticos. Los viernes y sábados a las 22.30 y los domingos a las 20, en el Centro Cultural de la Cooperación. "Esta obra huele permanentemente a poder, deseo y pasión. Pasión por el poder y el sexo". relata. La actriz también tiene otra propuesta para subir a las tablas, aunque todavía no puede decir el título.
Lunes, 31 de julio de 2017