SALUD
¿Son saludables los alimentos irradiados que se venderán en la Argentina?
Especialistas en alimentos del Conicet y nutricionistas dieron su opinión a Infobae sobre la reforma del Código Alimentario Argentino que se instrumentará en las próximas semanas
La cadena de frío y el cuidado de los alimentos perecederos, que son aquellos que deben ser conservados refrigerados, es uno de los puntos clave que deben tenerse en cuenta para evitar enfermedades.
Hasta no hace muchos años, la carne, el pollo y el pescado se compraban casi en el día que se iban a consumir y no se guardaban más de dos o tres días en la heladera. Luego, con la era de los "congelados" y la presencia del freezer en la mayoría de los hogares, comenzó a ser una práctica habitual tener un stock de alimentos para facilitar la dinámica familiar, en épocas en las que el tiempo no abunda y tener milanesas listas para cocinar o un trozo de carne presto para llevar al horno a la hora de la cena vale más que el oro.
Ahora, la industria alimenticia va un paso más allá. Y debido a una reforma en el Código Alimentario Nacional (CAA) podrán adquirirse en los supermercados una nueva generación de alimentos "larga vida".
¿Carne fresca conservable durante un año en buen estado? ¿Verduras que no se pudren en semanas? Sí. Y eso será posible porque los productores de alimentos podrán usar un polémico método de conservación basado en tecnología nuclear, que consiste en exponer la comida a una dosis de radiación para eliminar sus microorganismos.
En nuestro país el uso de radiación en alimentos estaba muy restringido. Hasta ahora.
Según el Ministerio de Agroindustria de la Nación, se incorporaron al CAA nuevas categorías de alimentos irradiados como bulbos, tubérculos y raíces; frutas y vegetales frescos; cereales y sus harinas, legumbres, semillas, oleaginosas, frutas secas; vegetales y frutas desecadas, hierbas secas y tés de hierbas; hongos de cultivo comestibles; pescados y mariscos; aves, carne bovina, porcina, caprina, y alimentos de origen animal desecados.
Consultado por Infobae, el miembro de la red de Seguridad Alimentaria del Conicet Gerardo Leotta consideró que la medida vino a dar respuesta a una demanda de mayor seguridad de la industria alimentaria.
"Trabajaron muchos investigadores y se llegó a la conclusión de que, por ejemplo en las carnes, la irradiación aporta mayor seguridad desde el punto de vista microbiológico y más vida útil, en combinación con el frío", explicó el especialista, quien remarcó que "esto no reemplaza las buenas prácticas de manejo".
La irradiación aporta a los alimentos mayor seguridad desde el punto de vista microbiológico y más vida útil
Tras asegurar que "la carne irradiada debe ser conservada en frío", Leotta insistió en que "de todos modos, el proceso de elaboración y la manipulación en los hogares deberá seguir cumpliendo con los cánones de seguridad conocidos".
Sobre eventuales consecuencias para la salud de las personas que consuman este tipo de alimentos, el investigador destacó que "los niveles de radiación aprobados no generan ninguna consecuencia en la salud". "Nada ingresa al CAA si perjudica a la salud", enfatizó.
Para la especialista en nutrición Romina Stoppani, se trata de un decisión muy controversial, "como toda la industria". "El tema de estas innovaciones básicamente es que los que más lo necesitan, que son las personas que no tienen recursos o tienen muchos cortes de electricidad o quizás ni tienen refrigerador, no pueden acceder por su elevado costo. Como pasa con los productos orgánicos", puntualizó.
En cuanto a su valor saludable, la especialista explicó que se desconoce algún efecto negativo en la salud hacia futuro. "No sabemos qué consecuencias va a generar en el organismo a largo plazo. De repente con una ingesta continuada termina siendo potencial cancerígeno, pero aún no se sabe", aseguró la directora de Nutrición Simple.
"Sí es cierto que este tipo de alimentos pueden tener beneficios sobre las personas inmunosuprimidas, ya que están desprovistos de agentes bacterianos que en estos pacientes resulta crítico –consideró–. Pero hoy en día se toman recaudos desde lo nutricional y son escasísimos los casos en los que el paciente inmunosuprimido se afecta por la alimentación. Siempre hablando de la alimentación controlada por un profesional".
Los alimentos irradiados estarán identificados con un logotipo, que deberá definir el Código Alimentario Argentino
Acerca de la identificación de estos alimentos irradiados en el supermercado, la coordinadora de la Dirección de Competitividad Agroalimentaria, Marcia Palamara, informó que "estarán identificados con un logotipo, que deberá definir el Código Alimentario Argentino". "La modificación del código es inminente; se calcula que en unas dos semanas aproximadamente se publique en el Boletín Oficial la resolución conjunta entre el Ministerio de Salud y el de Agroindustria, que permitirá la utilización de dicha tecnología por clase de alimentos".
Así las cosas, desde la cartera de Agroindustria aseguraron que la irradiación de alimentos "es una tecnología simple y segura" que consiste en la exposición de productos a la energía emitida por una fuente de radiación gamma, de forma tal que absorba una cantidad controlada de energía.
Esta tecnología se utiliza para la descontaminación fúngica y microbiana, la desparasitación, la desinsectación y hasta la esterilización de toda forma biológica que pueda afectar los productos, en este caso los alimentos. Según destacaron los impulsores del cambio, la comida irradiada ayuda a prevenir enfermedades como salmonella, cólera o infecciones por Escherichia coli, transmitidas por los alimentos.
La irradiación de alimentos consiste en la exposición de productos a la energía emitida por una fuente de radiación gamma
En el mundo hay aproximadamente unas 200 plantas de 32 países. El que más comida procesa es China. El segundo es Estados Unidos, donde ya hay unas 50 plantas, y la práctica también se lleva a cabo en Francia, India, Australia, Brasil, Chile, México, Japón y Sudáfrica.
En total, se estima que ya se irradian más de 700 mil toneladas de alimentos al año.
En Argentina, la técnica se aplica desde 1988, pero de forma muy limitada. Hasta ahora se podía emplear solamente en siete productos: frutilla, espárragos, papa, cebolla, ajo, especias y hongos.
El proceso está aprobado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Domingo, 9 de julio de 2017