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La increíble razón por la que podría generarse un dolor de cabeza
La influencia de las radiaciones terrestres sobre los tejidos vivos encuentra su estudio en la geobiología, encargada de investigar cómo estos factores impactan sobre la salud humana.
Dichas radiaciones son procedentes de venas subterráneas de agua, fallas geológicas, grietas, subsuelos graníticos, campos geomagnéticos y las artificiales como tuberías, tendidos eléctricos, wifi, entre otras.
Dentro de esta rama, son muchos los campos que afectan la salud humana (corrientes de agua subterránea o torres de alta tensión, por ejemplo). A lo largo de los años, diversos investigadores se centraron en ahondar sobre las tormentas solares y geomagnéticas, que no son más que perturbaciones temporales de la magnetósfera terrestre, causada por una onda de choque de viento solar y/o una eyección de masa coronal (CME por sus siglas en inglés) que interactúa con el campo magnético terrestre.
El incremento en la presión del viento solar inicialmente comprime la magnetósfera. Es allí en donde el campo magnético del viento solar interactúa con el campo magnético de la Tierra y transfiere la energía a la magnetósfera.
Ambas interacciones causan un incremento en el movimiento del plasma a través de la magnetosfera (conducido por campos eléctricos incrementados dentro de la magnetosfera) y un incremento en la corriente eléctrica en la magnetosfera y ionosfera. La presión del viento solar sobre la magnetosfera aumentará o disminuirá en función de la actividad solar.
Un artículo publicado hace más de ocho décadas –A New Theory of Magnetic Storms (Una nueva teoría de tormentas magnéticas)-, comenzó a indagar acerca de este fenómeno. Fueron sus autores (Sydney Chapman y Vincenzo Ferraro) quienes argumentaron que siempre que el Sol emite una llamarada solar también emite una nube de plasma, ahora conocida como una eyección de masa coronal.
Este plasma viajaría a tal velocidad que alcanzaría la tierra dentro de 113 días, aunque más tarde se supo que este viaje toma solo de 1 a 5 días. La nube entonces comprime el campo magnético de la tierra incrementando el campo en la superficie de la tierra
¿La presión atmosférica provoca dolor de cabeza?
Intrigado por esta posible relación entre la presión atmosférica y el dolor de cabeza, el doctor Kazuhito Kimoto, de la Universidad Médica Dokkyo de Japón, pidió a 28 pacientes con migraña que llevaran un diario de su padecimiento durante un año.
Después comparó el contenido de estos textos con los datos de una estación meteorológica cercana y vio que, con frecuencia, los episodios de dolor coincidían con la bajada de la presión atmosférica. El equipo de Kimoto llevó a cabo el estudio con un pequeño grupo de voluntarios, pero una segunda investigación de la misma universidad parece confirmar sus conclusiones.
Esta última vio que la venta de analgésicos aumentaba cuando los valores del barómetro se desplomaban. Una de las razones podría ser que la caída de la presión del aire interrumpe el sistema vestibular, la cavidad en la cabeza que nos ayuda a mantener el equilibrio, provocando mareos y, eventualmente, migraña.
A pesar de este informe científico, muchos especialistas desmitifican todo tipo de inconvenientes en la salud humana provocado por estos fenómenos. Un tema que aún merece investigaciones y conclusiones por abordar.
Viernes, 21 de abril de 2017