Comenzó la etapa de sucesión de Moyano
El kirchnerismo busca reestablecer el diálogo con los trabajadores
"Te dije que no iba a convocar mucha gente", comentaba un funcionario en la Casa Rosada con la satisfacción de no haberse equivocado. Para el Gobierno el acto de Moyano fue "un fiasco". La propia presidente Cristina de Kirchner "minimizó" el motivo del paro convocado por el líder de la CGT. Sin embargo, comentan que el martes, luego de su encendido discurso por cadena nacional, la jefa de Estado denotó cierta preocupación. Mantuvo rees con diversos colaboradores y se retiró de su despacho de la Casa Rosada casi a medianoche.
Los televisores encendidos, pero con el volumen apagado fueron mudos testimonios del interés que concitó el acto de Moyano. Algún que otro funcionario asomó por las ventanas de la calle Balcarce para ver la concentración en la Plaza de Mayo, pero dado que el palco fue dispuesto desde la Pirámide y mirando al Cabildo, la visión de los manifestantes era bastante lejana y casi no se escuchaban los bombos.
En tanto, en el edificio del Ministerio de Economía, los tres ministros que lo habitan -de Planificación, Julio De Vido; de Economía, Hernán Lorenzino, y de Industria, Débora Giorgi- continuaban con normalidad con sus agendas. A punto tal que en momentos que se llevaba a cabo la manifestación, Giorgi recibió al titular de la empresa norteamericana John Deere, quien le informó que el 14 de agosto en Granadero Baigorria, provincia de Santa Fe, inaugurará la planta de tractores y cosechadoras que contará con más del 50% de integración nacional. La inversión comprometida fue de u$s 130 millones.
A juicio del Gobierno "esta es la Argentina real, no la que expresa Moyano". Convencidos de que el aislamiento y ninguneo a los reclamos del líder camionero es la estrategia correcta, nadie a nivel oficial salió a evaluar el paro y la manifestación. Es más, la escasa concurrencia -"con suerte llegó a 40 mil personas", afirmaban-, ratifica lo expresado por la jefa de Estado, cuando dijo categóricamente que tanto el Gobierno de Néstor Kirchner como el de ella son "los que más han hecho por los trabajadores".
En tanto, en fuentes sindicales insistieron con ratificar lo expresado por Moyano, en el sentido de que hubo numerosos dirigentes que fueron "comprados" por el Gobierno. "A más de uno lo vimos ingresar con sigilo por Balcarce 24 (por donde se ingresa a la Rosada)", aseveran. En tanto, desde el sector sindical conocido como "Los Gordos" tampoco disimulaban su satisfacción. "Siempre se cortó solo (en referencia al estilo personalista del titular de la CGT); ahora está cosechando lo que sembró", se regodean. Cabe señalar que en una parte del discurso, Moyano vaticinó: "Voy a renovar el contrato el 12 de julio, y voy a seguir en la CGT. Lo hago porque no podemos aceptar que se apoderen de la CGT; que se apodere un grupo de dirigentes que van a pasar a ser una especie de ministros del Ejecutivo y van a recibir órdenes".
El antimoyanismo impugnó la reunión que encabezó Moyano el último 24 de abril, cuando se puso en marcha el proceso electoral de la central sindical en el que se convocó al Comité Central Confederal para julio. Sostienen que el Consejo Directivo del 24 abril no reunió el quórum necesario para sesionar, por lo tanto no pudo poner en marcha ningún proceso electoral. Por eso están convencidos que durante la semana que viene, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, finalmente impugnará el Congreso convocado por Moyano.
Además, y según trascendidos de fuentes sindicales, luego de la impugnación, Cristina de Kirchner recibiría al Consejo Directivo que, como se sabe, hace tiempo no se reúne con el Titular de la CGT. ¿Cuál sería el motivo de la reunión?, preguntó ambito.com . "Reclamar por el mínimo no imponible, por la plata que nos deben de las obras sociales, entre otros temas", respondieron. De esta manera, demuestran que ellos no serían una CGT al servicio del Gobierno. "Parece que Moyano se olvida que cuando él era amigo de los Kirchner, muchos de nosotros hacíamos los reclamos. Él iba a los actos de la Rosada y aplaudía", recuerdan.
Con la convicción de que el vinculo entre Cristina y el líder camionero ya está definitivamente roto, tanto en el oficialismo como en el sector sindical antimoyanista están pensando en cómo reestablecer la alianza estratégica entre el Gobierno y los trabajadores, que constituye la piedra fundamental del peronismo.
Miércoles, 27 de junio de 2012