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Los cinco engaños más comunes que sufren los consumidores
Compras por internet, complejas promociones de supermercados y contratos de telefonía celular son algunos de los campos donde radican las principales publicidades engañosas. Cómo evitar caer en la trampa, según una especialista
"Hola señor, lo llamaba porque le voy a hacer una oferta que no va a poder rechazar. Por tener una tarjeta de crédito con nuestro banco, le vamos a regalar un año de esta promoción, que le va a cambiar la vida"…
El speech sonó en el teléfono casi de cualquier ciudadano argentino. Ese intento de seducción comercial que luego se convierte en una suerte de "secuestro", una retención del cliente sin que éste pueda atinar a reaccionar.
A lo largo de las últimas décadas, la publicidad engañosa se convirtió prácticamente en un modus operandi de diversas compañías, ya sea para la venta directa o promociones por internet. Bancos, concesionarias de autos, empresas de electrodomésticos, compañías de telefonía celular o supermercados son algunos de los más señalados por los consumidores por supuestos engaños o estafas en la oferta de promociones.
"En los últimos años se incrementó de manera notable la cantidad de denuncias de los consumidores. Lo más raro de todo es que esa realidad nos deja dos sensaciones opuestas: por un lado, nos da la felicidad de saber que los ciudadanos se animan cada vez más a hacer reclamos; pero por el otro, nos hace dar cuenta que los casos de publicidad engañosa por parte de las compañías también es mayor", le explicó a Infobae Sandra González, presidenta de la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios de la Argentina (ADECUA).
En los últimos días, surgió la estadística de que en la Ciudad de Buenos Aires existen unos 1.700 reclamos relacionados a diversas faltas contra los consumidores. Las publicidades engañosas por internet se convirtieron en un "boom" de la materia de los últimos tiempos, mientras que las clásicas ofertas de promociones de bancos, supermercados y planes automotor volvieron a destacarse entre las más cuestionadas.
"Hay que seguir alentando día a día a los consumidores para que denuncien lo que es injusto. Del otro lado del mostrador también hay que mejorar muchísimas cosas. El dinámico tiene que ser más dinámico. No puede ser que haya que llenar tanto formulario para hacer una reclamación. La gran cantidad de trámites es lo que termina ahuyentando a la gente y así las empresas se siguen aprovechando", reflexionó González.
Ofertas de internet, promociones de electrodomésticos, ofertas de un 2×1 y plazos mentirosos sobre la entrega de un auto representan algunas de las "trampas" más comunes con las que las empresas engañan al consumidor.
1. Los contratos de la telefonía celular
Desde hace cinco años, la publicidad engañosa de las compañías de telefonía celular lidera el ránking de los reclamos. La trampa más común en el servicio radica en las horas libres que el servicio supuestamente ofrece. Una vez que llega la factura, las cifras del costo pueden distar demasiado del uso que el consumidor le dio durante sus llamadas. A eso se le suma, el costo de los conocidos como "llamados Spam", que aparecen en la factura telefónica sin que el ciudadano haya hecho nada con su teléfono. En la mayoría de los casos denunciados, el consumidor y la empresa terminan por arreglar un acuerdo económico.
2. Los servicios financieros de los bancos
Realizar una baja de una tarjeta de crédito de un banco puede significar una tortura. Algunos de los reclamos más repetidos radican en que la entidad bancaria continúa con el cobro del resumen de cuenta, aún uno o dos meses después de que el cliente finalizó el uso de su tarjeta. "Los bancos tienen engaños en casi todas sus áreas. Te ofrecen tarjetas, te dicen que son gratis y después no lo son. Te cobran la posibilidad de depositar dinero en un cajero y después éstos no tienen sobres para guardar el dinero, te rebotan los cheques. Incluso el famoso cuento de las 12 cuotas, que es una estrategia para tenerte atado durante un año, cobrándote intereses y demás", explicó González a Infobae.
3. Las mega-ofertas de productos electrónicos
En los últimos años, Argentina incorporó la moda estadounidense de instalar un día específico para ofrecer enormes descuentos sobre productos de electrónica. Según González, la realidad de esa venta confirma lo sospechado por muchos. "Es totalmente cierto que las empresas aprovechan las semanas anteriores a ese día para elevar de manera absurda los precios de los productos y luego los venden al precio de siempre, pero con el rótulo de un descuento del 40%. En realidad, lo que intentan hacer es darle una última oportunidad de venta al precio de mercado a productos que están a punto de ser descatalogados o quedar obsoletos debido a los avances tecnológicos".
4. Los supermercados y sus promociones
"Lleve cinco y pague tres", "5×4", las supuestas promociones de supermercados son cada vez más complicadas de entender y su enorme cantidad de información en folletos o espacios reducidos de publicidad terminar por volver locos a los consumidores. "La gente termina mareada y una vez que lleva los productos a la caja, siempre aparece una cláusula de la letra chica que le impide aprovecharse de la promoción. Lo mismo pasa con los cambios de etiquetas de los productos, que te quieren hacer creer que te llevás algo novedoso y, por ende, más caro, cuando en realidad es el mismo de hace dos meses pero con un nuevo diseño de venta", afirmó González. En los últimos meses, algunos supermercados más pequeños empezaron a instalar un monto mínimo para pagar con tarjeta de débito: "Eso es ilegal y está prohibido. Si ofrecen el servicio, no pueden poner condiciones", afirmó la especialista.
5. Las compras por internet
El terreno del comercio de productos por vía directa en internet fue el que más creció de la industri y también el más difícil de controlar. Que las transacciones se realicen entre usuarios directos imposibilita al damnificado llegar a buen puerto con su reclamo. Las quejas más habituales al respecto radican en la diferencia del producto entregado respecto a los ofrecidos en las imagenes de venta y en los plazos de entrega. "En la mayoría de los casos, la gente paga antes de recibir lo que compró. Cuando constatan que lo recibido no tiene nada que ver con lo que ellos querían, allí nace el nuevo problema", definió González
Jueves, 15 de septiembre de 2016