MUSICA
Raúl Barboza: “Soy un músico que sigue aprendiendo”
El acordeonista, que estrena Cuarteto, su disco número 70, en ND Teatro, desanda su historia y la evolución de su modo de tocar y componer.
El acordeonista Raúl Barboza habla a través de su música de un litoral inmenso, con sus raíces en la mesopotamia argentina, pero en él conviven la emocionalidad del tango, el color de la chanson francesa y la improvisación del jazz. “La música es la herencia que recibí de mis padres, de mi tierra”, dice el artista, que hoy presenta Barboza Cuarteto, su disco 70, en el transita el chamamé, el vals y aires de chacarera.
“Lo grabamos la música en dos veranos; fue una música hecha con mucho corazón, y disfrutamos de tocar juntos”, explica el músico, que recientemente festejó sus 78 años con un concierto en París, y que casi siete décadas después de su debut, es un referente ineludible del arte de su tierra.
Elegante acordeonista, su sonido conjuga el litoral con el rumor callejero de Buenos Aires y de París. En tanto, su composición plasma sus diversas influencias, abonado por un lirismo melódico por momentos intenso, y a veces apenas sugeridos. “Aprendí de ver y escuchar; mi maestro fueron la curiosidad y mi permanente deseo de aprender. Para hacer bien las cosas hay que estar en posición de aprender; es desde allí que podemos crecer en el área que sea. Soy un músico que sigue aprendiendo”, dijo Barboza.
Entre esas influencias, las primeras las recibió de primera mano, durante su infancia, de artistas emblemáticos del chamamé, como Mario del Tránsito Cocomarola y de Ramón Estigarrabía. “Fue cuando tocaba en la radio. Ahí conocí a estos grandes músicos; Estigarrabía era de Curuzú Cuatiá como mis padres, que hablaban en guaraní. Una rama ancestral que cada vez siento más presente en lo cotidiano; esa forma de sentir el tiempo, y el legado más importante, la paciencia”, expresa el músico.
Y sigue: “Buenos Aires fue muy importante. Recuerdo que con 23 años tocaba con el pianista Adolfo Abalos en una boite llamada La Tribú, del ‘Chango’ Farías Gómez, y mientras hacían la caja, Abalos me enseñaba composición. Tocar chamamé no es sencillo y componerlo menos; la mano derecha en el acordeón toca en tiempo binario y la izquierda en terciario, y para componer la coda del tema se invierte el proceso. Antes de Abalos, las composiciones no me quedaban bien porque no hacía esa inversión. Y como esas, muchas más”, cuenta Barboza, que trasunta una sabia serenidad.
En esos tiempos, también iba a la casa de Virgilio Espósito. “Cuando Virgilio vivía acá a la vuelta, en Montevideo entre Lavalle y Tucumán, iba seguido, y nunca me cobró un peso. Era un gran músico, que me ayudó a resolver casos complicados…”, agrega sonriendo.
De aquellas lecciones, el legado es su capacidad de transmitir un mensaje a través de su sonido, de una forma de frasear que habla de emociones en las que desarrolla, asimismo, ideas armónicas modernas. “Ese deseo de aprender es el que me permite estar actualizado y hace que pueda sentirme cómodo en diferentes contextos musicales”, concluye Barboza, quien en la presentación de esta noche, en ND Teatro, estará acompañado por Nardo González, Roy Valenzuela y Cacho Bernal.
Raúl Barboza presenta “Cuarteto” el 2 de septiembre a las 21, en ND Teatro, Paraguay 918. Desde $250.
Sábado, 3 de septiembre de 2016