CON HOMENAJES
Sandra Mihanovich se anima al jazz
El jazz siempre estuvo presente en la vida de la cantante. "Crecí escuchando y cantando jazz. Mi abuelo era un extraordinario músico del género. Todos iban a aquel sótano de la calle Montevideo para escucharlo cantar".
Igualmente, hoy con una carrera profesional y un nombre desarrollado en la industria, la cantante se anima a representar a dos grandes.
Hija de la periodista Mónica Cahen D Anvers y heredera de la voz de su abuelo paterno. Hoy Sandra Mihanovich muestra su pasión por la música de jazz. Su estilo musical es bastante amplio ya que interpreta rock, baladas, entre otras temáticas a las que se amolda con facilidad.
Destacada por su potente y afinada voz, subirá al escenario el próximo 25 de junio para rendir homenaje a dos figuras del jazz; Sarah Vaughan y Ella Fitzgerald. Estará respaldada por una banda integrada por Alejandro Devries. El repertorio incluirá a los grandes nombres del american songbook (Cole Porter, Irving Berlin, George Gershwin) y standards como "The Man I Love", "My Funny Valentine", "Night and Day" y "Summertime", entre tantos clásicos que definieron una época.
"Para mí Ella es la voz de terciopelo, el timbre más bello, el buen gusto y la maestría total. Sarah es la atrevida, la que busca cosas diferentes y se anima a abordar repertorios más eclécticos con arreglos menos convencionales", comenta la cantante.
El jazz siempre estuvo presente en la vida de la cantante. "Crecí escuchando y cantando jazz. Mi abuelo era un extraordinario músico del género. Todos iban a aquel sótano de la calle Montevideo para escucharlo cantar". Igualmente, hoy con una carrera profesional y un nombre desarrollado en la industria, la cantante se anima a representar a dos grandes.
"Para cantar jazz se necesita sobre todo mucha libertad -sostiene-. Hablar bien el inglés ayuda un montón. Y yo manejo muy fluidamente ese idioma, lo hablo de chiquita. De hecho empecé cantando en inglés".
La cantante agrega: "Mamé todo ese tipo de música en mi infancia y cuando comencé a cantar, interpreté canciones en inglés aunque eran piezas de rock y pop, nunca había cantado jazz. Esta posibilidad de cantar este tipo de canciones me da mucho placer y fue un descubrimiento total, lo siento como una cuestión genética, histórica, muy afín con mi identidad artística".
La entrevista concluye hablando sobre cómo siguió su vida luego de su acto de amor -donarle un riñón a su ahijada-: "Lo que me genera es la certeza de que cuando uno da, recibe mucho más de lo que da. La gente me ve y me pega abrazos. Hay una cosa de afecto, de empatía", dice la cantante.
Viernes, 17 de junio de 2016