ADIOS A LOS ESTEREOTIPOS
“Macho ganador”, en retirada: Para las mujeres ya no son tan atractivos
El estereotipo del “macho ganador” está en crisis. Una encuesta mundial señala que sólo el 20% los eligen por dinero y músculos.
Si bien muchos hombres todavía creen que mostrar que tienen dinero, músculos y actitudes tradicionalmente consideradas masculinas (el hombre no limpia, no hace compras, no cuenta lo que le pasa, no cuida su estética) son condiciones esenciales para ser “machos”, son cada vez menos las mujeres que se sienten atraídas por ese modelo.
El estereotipo del “macho ganador” está en crisis. Si bien muchos hombres todavía creen que mostrar que tienen dinero, músculos y actitudes tradicionalmente consideradas masculinas (el hombre no limpia, no hace compras, no cuenta lo que le pasa, no cuida su estética) son condiciones esenciales para ser “machos”, son cada vez menos las mujeres que se sienten atraídas por ese modelo. Teniendo en cuenta ese contexto, hay marcas que siguen insistiendo en sus publicidades con los hombres con autazos, proveedores o cazadores de presas, aunque otras comenzaron a dar un giro en la forma en la que muestran a hombres y mujeres.
La multinacional Unilever hizo, durante dos años, una encuesta mundial para la marca de desodorantes Axe. Sus resultados los llevaron a tomar la decisión de, a partir de ahora, “romper sus propios esquemas” y decirle “adiós a los estereotipos” en su imagen. Lo que observaron es que sólo 2 de cada 10 mujeres encuentran atractivo el estereotipo de “macho ganador”: es decir, los signos de riqueza (mi auto como prolongación de mi virilidad), un cuerpo musculoso y los intereses varoniles (el hombre fierrero, por ejemplo).
Los trabajos hablan de mujeres que prefieren más el cuidado que la protección (en sentido “líder de la manada”), más el toque personal que el envase de hombre duro, la negociación antes que la dominación. Sin embargo, también muestran que muchos varones se sienten en un “limbo”: tironeados en el traslado del “macho fuerte” al “hombre sensible”. Por ejemplo: mientras casi el 80% de las mujeres ve atractivo a un hombre que hable de sus problemas personales, menos de la mitad de los hombres encuestados se siente cómodo haciéndolo. Es que todavía nadie entiende bien qué quiere el otro: mientras las “pasiones masculinas, los músculos y la riqueza” están últimos en la listas de las mujeres, los hombres creen que son “la clave” del ser macho. Y mientras 6 de cada 10 mujeres quieren hombres fuera de molde, con “toques personales” y “únicos”, sólo 3 de cada 10 varones cree que eso es atractivo.
“Creo que el estereotipo de masculinidad tradicional está en crisis: un varón apegado a demostrar más que a ser, a ganar más que a compartir, a rendir más que a sentir”, opina Sandra Chaher, presidenta de la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad. “Era lógico que esta crisis llegase, a partir de la integración de las mujeres al mundo laboral y del avance en el reconocimiento de nuestros derechos y, en la medida en que los varones, por la dinámica de la convivencia y la vida en sociedad deben ir haciéndose cargo de cuidados, sentires”.
“Hay mujeres –continúa Irene Meler, psicóloga especializada en temas de género– que siguen muy apegadas a la imagen tradicional de la masculinidad. Esto es, el hombre protector y proveedor que cobra esos servicios a través de exigencia y obediencia. Y hay otras, que empiezan a cuestionar estos estereotipos porque perciben que tienen un costo, que suele ser la autonomía de ellas, el autorespeto”.
En la industria publicitaria, por supuesto, no hay cambios radicales. El jueves, la automotriz Fiat tuvo que sacar de circulación un manual que entregaba con sus autos por las fuertes críticas que recibió. En el manual proponían a los conductores buscarse una copiloto “que si no sabe chistes al menos tenga lindas piernas”, “tomar el lugar del macho alfa” y dejar a las amigas de la novia sanas y salvas en sus casas. O aprovechar la calefacción para “inducir a una chica que le gusta a que se saque la ropa o mantener calentita la pizza”.
No hay cambios radicales pero –señala Chaher– “en los últimos años hubo publicidades que presentaron varones diferentes, en una línea de mayor sensibilidad y compromiso con la democratización de los cuidados”. Habla, por ejemplo, de una publicidad del detergente Magistral en la que se hacen chequeos médicos a hombres para demostrar que ninguno morirá por lavar los platos. O la de “Maracuyada” de la bebida H2OH!, donde cada uno amaga con burlarse de un jugo de maracuyá como una “mariconeada” y luego se recuerda a sí mismo haciendo actividades “no tan de hombres”, como aqua gym o tomando cama solar.
Recogió el guante también Axe, cuyas publicidades habían sido señaladas por basar su imagen en hombres irresistibles deseados por mujeres impredecibles por sus hormonas. O en mujeres que caminaban semi hipnotizadas, en masa, a salvarse del fin del mundo a un arca construida por un macho en cuero, con sus propias manos. Según su nueva premisa, debe haber más conexión que conquista, y la mujer debe dejar de ser “una presa”. Nuevos tiempos que, de a poco, empujan a romper las cáscaras de los modelos de siempre.
Gisele Sousa Dias
Sábado, 11 de junio de 2016