Por: Camila Hernández Otaño
Los cuatro niveles que anticipan que una pareja puede fracasar
Toda relación atraviesa momentos críticos. Cuáles son los síntomas a los que se debe estar alerta.-Un matrimonio o una pareja es un contrato de a dos, escrito o no, donde se asumen compromisos y responsabilidades. El amor posible existe, el utópico no.
Los especialistas afirman que resulta natural pasar por distintos momentos, algunos más felices, otros un tanto complejos. Sin embargo, existen síntomas inconfundibles de que una pareja quizá no pueda atravesar una gran crisis, con la ruptura del vínculo como resultado.
En otras palabras, se necesita trabajar a diario para cultivar el vínculo. El licenciado en psicología Gervasio Díaz Castelli (MN 37715) comentó: "La idealización no es lo mejor, debido a que impide que se logre entender que la vida amorosa es súper compleja".
"EL AMOR POSIBLE CONTEMPLA LAS FALTAS DEL OTRO, SUS PROBLEMAS Y DEFECTOS"
Causas que pueden llevar al divorcio
Falta de sexo
Puede tener un porcentaje importante respecto al éxito o fracaso de una relación. No es una cuestión de cantidad sino de poder compartir. "Cuando se deja de trabajar en el erotismo, la sexualidad reprimida genera un campo minado. De esta manera, se acumula libido, lo que se traduce en una tensión sexual desmedida desencadenando enojo, malestar y mal humor de uno hacia otro".
Por otra parte el médico sexólogo (MN 74794) Walter Ghedin sostuvo que la vida en pareja no siempre conlleva niveles estables de interés sexual. Sin embargo, si se decide prescindir del sexo durante un tiempo no se debería dejar de lado el contacto corporal, como "los gestos de ternura, las caricias, los besos".
Afrontar las propias limitaciones
La vida en pareja pasa por altibajos y por más amor que haya, los conflictos van a surgir. Alguno de los integrantes puede padecer rasgos de personalidad que complican la convivencia, por ejemplo un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) o alguna adicción al juego. No importa cuál sea el escenario, para Díaz Castelli "cada individuo debe asumir la responsabilidad de ocuparse de su afección y emprender el tratamiento adecuado para no salpicar ni contaminar al entorno".
Abandonar los sueños
Dejar de perseguir los deseos y no apuntalar un proyecto en común puede ser dañino. Es decir, "la relación se vacía de sentido y creatividad". Ya no existe la misma idealización de un futuro en conjunto.
"En algún momento aparece una fractura en el universo simbólico común. Las pasiones compartidas dejan de ser una prioridad. Una relación que apunta a crecer se alimenta de proyectos. Si no hay planificación, la pareja se estanca", dijo Díaz Castelli.
El crecimiento asimétrico
Después de un tiempo, en toda pareja se producen movimientos. La manera en que cada uno los atraviesa va a determinar el futuro.
"Cuando uno de los integrantes tiene un mayor desarrollo ya sea a nivel laboral o emocional y el otro no puede aceptar eso, se establece una asimetría de poder. Cuando esas personas se unieron seguramente estaban en un tiempo cronológico y subjetivo distinto al que van a estar en unos años".
En ocasiones, alguno de los integrantes se pregunta cómo se ha alcanzado esta situación, qué podría haber hecho para evitarlo o cómo seguir adelante. "La toma de conciencia de la problemática es el primer paso para solucionarlo. Una vez aceptada la crisis", agregó Diaz Castelli, quien sugirió dos caminos:
¿Qué hacer ante una crisis?
-Terapia de pareja: puede funcionar como un recurso para salvar el vínculo o para una separación civilizada. Puede ser individual o de a dos, pero el foco debe estar en el conflicto.
-Actividades en común: no hay soluciones mágicas porque, como dice el lugar común, 'cada pareja es un mundo'. De esta manera, el especialista invitó a "construir pasiones en común", es decir, "compartir cualquier actividad nueva fuera de la rutina que implique salir de la zona de confort pero juntos, ya sea entrenarse para una maratón, comenzar un curso de cocina". Esto requiere un esfuerzo de ambos y romper con los prejuicios es una manera de despertar un nuevo reto.
Enfrentar el final: decisión tomada
Nunca es fácil, por más común acuerdo que exista. Establecer cómo será la vida cotidiana sin el otro y las visitas de los hijos, son solo algunas de las situaciones dolorosas por las que se debe atravesar. Aquí es donde entra en juego la capacidad que cada persona tenga para pasar mejor el proceso.
"ANTE UN EVENTUAL NAUFRAGIO, LO FUNDAMENTAL ES TENER EN CUENTA A LOS HIJOS" DESTACA DÍAZ CASTELLI
Una separación responsable, también llamada ruptura digna, en la que todos salen "ganando", se logra en común acuerdo y se construye en un ambiente saludable. Hay que tener en cuenta al otro aunque el amor se haya apagado. Desarrollar la capacidad de aceptación siempre implica un duelo, este es un proceso que conlleva tiempo y cambios.
Una separación violenta o rupturas destructivas son eventos traumáticos para toda la familia, hay dolor, odio, desconsuelo de por medio. No se evalúan los riesgos que puede generar en la pareja y los demás integrantes, especialmente en los niños.
Por: Camila Hernández Otaño lhernandez@infobae.com
Sábado, 4 de junio de 2016