Los terribles problemas de Calu Rivero:
Es vegana y no consigue zapatos
La actriz habló de las dificultades que le trajo su decisión de abstenerse de la utilización y consumo de productos de origen animal.
"Dejar el queso fue tremendo, porque a mí me encanta. Pero, en realidad, soy más de la campera de cuero que de la mozzarella. Y además, acá es mucho más difícil suplantar la moda con cosas veganas que la comida. Porque hay muy pocas opciones todavía. Sufrí por momentos, hasta decir: `La puta madre, está todo buenísimo, pero no tengo calzado, no encuentro zapatos veganos divinos y cómodos´", afirmó en una entrevista con el diario La Nación.
"Y también hay formas de reemplazar que no me van. Por ejemplo, prefiero no tomar más un helado que tomar uno vegano, porque nunca se le va a parecer, no hay forma de que tenga esa consistencia. Yo no quiero la copia de. Ni quiero que parezca que estoy toda vestida de cuero y es todo cuero ecológico", agregó.
Consultada acerca de si no era contradictorio no usar cuero para defender a los animales y en su lugar usar plástico que es contaminante, opinó: "A mí me pegó mucho por el lado de la crueldad que hay con los animales, y siento que no es necesario, que puedo vivir sin una campera de cuero. Karmáticamente no me copa, no me gusta tener algo que sufrió tanto y llevarlo encima. Elijo no pasar por eso. Lo mismo que me pasó con la comida, elijo no estar comiendo algo muerto. Son elecciones. Pero tampoco se trata de vivir a plástico, para nada. Yo trato de buscar otras formas de estar abrigada sin llegar a usar todo sintético, no es que digo `dejo de matar animales pero me convierto en una contaminante`. Al contrario, voy eliminando de a poquito algo, siento que así se puede contribuir".
Por último, calificó la etapa que vive como "algo más vivencial", de "mostrar un estar siendo": "Estoy en un momento en el que realmente busco conectarme con lo genuino, lo simple. Hoy más que nunca, para mí, importa la simpleza de lo verdadero. Me tira más ir por lo tranqui", sostuvo.
"Estoy respetando mis tiempos naturales; si tengo ganas de dormir, duermo hasta tarde; me siento libre, es un momento de hacer todo más lento. Aunque, con esa excusa, ¡no llego a hacer nada! Si estoy cansada, por ejemplo, priorizo no salir de mi casa y quedarme todo el día en joggineta. De hecho, me encanta, lo disfruto. Si ya a las 10 de la mañana tomé la decisión, olvidate de que a las 6 de la tarde me vista para salir, me encanta estar en mi casa con la música", concluyó.
Lunes, 29 de septiembre de 2014