CRISIS
Más de 200 camiones de ayuda humanitaria rusa aguardan en la frontera para ingresar a Ucrania
Los procedimientos de revisión de los 262 camiones, que aguardan desde ayer para ingresar, se extendieron más de lo habitual por la desconfianza de Kiev ante la posibilidad de que Rusia quiera enviar equipamiento militar para los rebeldes que, según Ucrania y Occidente, son respaldados por Moscú.
Es para la población del este de ese país, asediado desde hace cuatro meses por los combates entre los separatistas y el Ejército ucraniano.
Ante ese escenario, Rusia y Ucrania acordaron ayer que si sus guardias fronterizos y los agentes aduaneros aprueban la carga, los camiones podrán ingresar aunque acompañados por miembros de la Cruz Roja.
Rusia aseguró hoy que entregó a la Cruz Roja la lista completa y detallada de toda la carga humanitaria para el este de Ucrania y desmintió, así, a la propia organización internacional que reiteró hoy la falta de esa información.
"Hace varios días entregamos a la sede central de la Cruz Roja las descripciones detalladas de toda la carga humanitaria, incluido el número de empaquetados y las fechas de caducidad de los alimentos", sostiene una nota publicada hoy en la web de la Cancillería rusa difundida por la agencia EFE.
Además, una fuente anónima del Ministerio de Emergencias ruso dijo que los documentos sobre la carga también fueron entregados a los funcionarios de aduanas que han ido a la ciudad fronteriza rusa de Donetsk para la inspección de carga.
Sin embargo, Andriy Lysenko, vocero del consejo de seguridad nacional de Ucrania, dijo a la prensa en Kiev que hasta el mediodía los ucranianos no habían recibido ningún documento.
En tanto, los combates continúan hoy en el este de Ucrania y Lysenko informó que ayer murieron tres soldados.
Además, reiteró la afirmación hecha por el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, quien ayer informó que las fuerzas ucranianas habían destruido parte de una columna de vehículos militares rusos que habían entrado a su país el jueves por la noche.
Rusia negó categóricamente que haya habido una incursión y la Casa Blanca dijo que estaba investigando lo que llamó informes no confirmados de que vehículos militares rusos fueron destruidos.
Los combates se han intensificado desde el comienzo del conflicto separatista en abril pasado y las condiciones de vida de un sinnúmero de civiles se han deteriorado considerablemente.
La ciudad de Lugansk, rodeada por las fuerzas ucranianas, sufre apagones y escasez de alimentos y medicinas.
Asimismo, Donetsk, la ciudad bajo control rebelde más grande, también está sufriendo los combates que incluyen bombardeos frecuentes, que también afectan a civiles.
Mientras el convoy de ayuda rusa permanece estancado cerca de la frontera, Ucrania montó una misión de ayuda más pequeña para enviar a las zonas recientemente liberadas de los rebeldes.
Se espera que los cancilleres de Ucrania, Rusia, Francia y Alemania se reúnan mañana en Berlín para discutir la crisis que ya se cobró la vida de casi 2.100 personas, según la ONU.
El conflicto en el este comenzó en abril, un mes después de que la península ucraniana de Crimea votara un referendo independentista y pidiera anexarse a Rusia, provocando que otras regiones con mayoría de etnia rusa se levantaran con los mismos reclamos.
Sábado, 16 de agosto de 2014