MIRANDO AL 2015
El "efecto Tinelli" en la política y las ventajas/desventajas de la exposición
El conductor más conocido de la televisión nacional, Marcelo Tinelli volvió esta semana con su programa "Showmatch", en un año que se encamina para la campaña electoral del 2015 y que promete ser dura, las imitaciones y la exposición en el programa de entretenimientos pone nerviosos a mas de un político. ¿Quiénes son los que pueden tomar más beneficio del programa, y quienes no?.
-Volvió Marcelo Tinelli con “ShowMatch” y una noticia que debería transitar los programas de “chimentos”, se ha convertido en fuente de especulaciones y críticas políticas, confirmando la decadencia que sufre la clase dirigente argentina luego de 30 de regreso de la Democracia.
Una lectura muy pobre podría decir que el regreso de “ShowMatch” permitirá tapar la inflación, los casos de inseguridad y la discusión del nuevo Código Penal. Es cierto que puede quitarle minutos a estos y otros temas en los medios, pero la gente seguirá sintiendo la inflación cada vez que vaya a un supermercado, la inseguridad cuando escuche de un nuevo asalto o asesinato y descubría el insólito contenido del nuevo Código Penal una vez que avance la discusión pública del texto.
Con “ShowMatch” no acaba la realidad, lo que surgen son nuevos canales de distensión en las sociedad y aporta temas de discusión en familia o con los compañeros de trabajo, pero no ocupan el 100% del tiempo del intercambio de opiniones, ni elimina las grandes preocupaciones de la gente, sólo las relativiza.
Diferente es el “Mundial”, al que tanto apuesta el Gobierno, dado que intervienen otro tipo de valores y sentimientos como el nacionalismo, la pasión por el fútbol, el deseo colectivo de ganar cada partido, las rivalidades con los diferentes países que enfrentará la Selección Nacional y el desafío de saber si Leonel Messi reemplazará en la historia del fútbol a Diego Amando Maradona. El efecto de distracción será enorme, como ya lo vivimos algunos en 1978, en 1990 y, en menor medida, en 1982.
Pero más allá de la discusión sobre el impacto en la opinión pública de “ShowMatch”, lo que causa sorpresa es el revuelo que ha despertado en la clase política la decisión de Marcelo Tinelli de volver con su sátira sobre los políticos y las inmensas especulaciones que se realizaron alrededor si beneficiará a uno u otro candidato la forma en que será imitado, casi como si de eso dependiera el resultado final de la elección del 2015.
Dos medias verdades alrededor de “ShowMatch” despertaron estas especulaciones: “Fernando de la Rúa no pudo superar el papelón que hizo junto a Marcelo Tinelli” y “la positiva crítica a Francisco de Narváez le hizo ganar las elecciones en la Provincia de Buenos Aires en 2009”; frase muy repetidas, pero que parten de estimaciones y de especulaciones, no de estudios de impacto de audiencia, que casi no existen en la Argentina.
Muchos analistas y especialistas en marketing político han especulado alrededor de ambas afirmaciones. En el fondo, el consejo oculto es: “Si Fernando de la Rúa tenía un buen asesor de imagen, no le hubiese pasado eso” o “La imitación de Francisco de Narváez fue una de las mejores recomendaciones que le hizo su equipo de campaña”.
La verdad es que Fernando de la Rúa venía cayendo en las encuestas de imagen y de gestión desde hacía meses y el inmenso error cometido en “VideoMatch” destrozó la escasa confianza que le quedaba. Por su parte, Francisco de Narváez potenció la imitación que le hacía Marcelo Tinelli, la usó en campaña y se monto sobre el raiting del programa para aumentar el conocimiento de su nombre entre los bonaerenses; pero no hay que olvidar que en 2009 hubo un duro voto castigo al kirchnerismo y una fuerte traición de los “Barones del Conurbano” por el destrato del Matrimonio Kirchner a los hombres que aportaron los votos en 2007 para obtener la elección de Cristina Fernández como Presidente de la Nación.
En 2014, el mal humor social existe. Y es mucho. El Gobierno lo sabe. También la oposición. Potenciar ese mal humor (o reducirlo a su mínima expresión) es clave para ganar las elecciones presidenciales el año que viene. Por eso, lo que se juega hoy en “ShowMatch” es nivel de conocimiento y precepción, es decir, cómo llega al público masivo la imitación de cada uno de los candidatos que tiene intención de ganar las elecciones del 2015 y si las sátiras a funcionarios kirchneristas aumentarán o reducirán el clima adverso que hay hacia ellos en la sociedad.
Es cierto que Marcelo Tinelli tiene una gran cercanía y amistad con Sergio Massa y que ha hecho muchas cosas junto con Daniel Scioli. Con Mauricio Macri hay hoy un noviazgo, luego del acuerdo por el Club San Lorenzo. Sin duda, las imitaciones de los tres serán “cuidadas”, el problema lo tienen los hombres y mujeres del Frente Amplio UNEN y aquellos que forman parte del Gobierno, los primeros, porque no están en el “radar” de negocios del conductor de “ShowMatch”; los segundos, porque dejaron mal parado la megaestrella de Canal 13 por el tema “Fútbol para todos”.
Quién tiene posibilidades de obtener mayor rédito por “ShowMatch” es Sergio Massa, que debe mejorar su nivel de conocimiento en el interior; lo mismo que Mauricio Macri, que tiene como deuda crecer en las provincias. El que debe tener cuidado es Daniel Scioli dado que no tiene mucho que ganar con una imitación, pero si mucho que perder dado que es conocido en el interior y cuenta con una red de gobernadores que han jurado apoyarlo.
En el Frente Amplio UNEN creen que no saldrán bien parados de “ShowMatch”, pero tampoco esperan ser representados desde el ridículo. Ocurre que Julio Cleto Cobos, Hermes Binner, Elisa Carrio y Fernando “Pino” Solanas ofrecen demasiados flancos débiles para ser aprovechados por los imitadores y, aunque necesitan mayor nivel de conocimiento, es difícil que puedan crecer en la intención de votos gracias al programa.
En la Casa Rosada saben que Marcelo Tinelli los tiene contra las cuerdas y que, después del escándalo del “Fútbol para todos”, donde usaron al conductor en una interna política y de negocios, la “calentura” que tiene el creador de “VideoMatch” es inmenso y que, tarde o temprano, se cobrará la deuda. Por eso, se dice que varios emisarios del Gobierno intentaron, sin éxito, un acercamiento para reducir el “daño” potencial.
El kirchnerismo tiene muy en claro el daño que causa el humor a la clase dirigente. Por eso, desde el levantamiento de “Canal K”, la Casa Rosada ha erradicado los programas donde se satirizaron a políticos argentinos. Y cuando no, negociaron para que los funcionarios que aparecieran fueran muy bien tratados, como ocurrió en ediciones anteriores de “ShowMatch”.
Pero la clase política le tema a la sátira política porque están “flojos de papeles”, tienen poco que mostrar, y consideran que una buena o mala imitación puede hacerlos ganar o perder una elección. No entienden que una carrera política no implica pasar años pasando de medio en medio, sino, construir un prestigio y un proyecto atractivo para el votante. Y eso le falta a la mayoría de los candidatos que temen el “Efecto ShowMatch”.
El Frente Amplio UNEN ha invertido meses por crear una coalición política que muchos no creen que sobreviva hasta el 2015. Cuando llega el tiempo de opinar sobre un tema, como el aumento del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, no se ponen de acuerdo sobre el monto a reclamar y, cuando coinciden con una cifra, resulta que el nuevo nivel es regresivo para el trabajador, es decir, ni siquiera hicieron bien las estimaciones previas a salir a los medios a imponer su posición. Eso, es improvisación, pero improvisación de la que hace fugar votos.
Además, a casi toda la oposición le falta hacer política partiendo desde una concepción de poder, sólo dentro del peronismo (y, sus desprendimientos, el kirchnerismo y el cristinismo) se avanza con una dinámica que teme o busca aprovechar “VideoMach”, pero no dejan de hacer política, de construir poder o de sumar estructuras.
Mientras la oposición no peronista se llena de gestos y palabras, dentro del peronismo se observan las maniobras desafiantes y fuertes para la construcción política. Por ejemplo: en horas, los Gobernadores de Mendoza y San Juan, Francisco “Paco” Pérez y José Luis Gioja, mostraron su apoyo a Daniel Scioli. Sergio Massa recorrió media docena de provincias en dos semanas. Florencio Randazzo desafió al Gobernador de Buenos Aires. Por su parte, el kirchnerismo, en pleno, decidió en La Matanza que deberán ir unidos si quieren seguir en el poder 4 años más.
En paralelo, la interna sindical muestra a un Hugo Moyano muy fortalecido luego del paro de la semana pasada y a un Antonio Caló que logró recuperar algo de confianza de sus aliados luego de forzar a la Casa Rosada a anular una resolución que permitía vetar los acuerdos firmados entre obras sociales y sus contratistas.
El cercano aumento del mínimo no imponible de Ganancias también forma parte de interna sindical: será anunciado justo para sacarle fuerza a la movilización de Hugo Moyano el 14 de Mayo, aunque no será un triunfo que pueda capitalizar Antonio Caló dada la escasa suba que estaría dispuesta a otorgar la Casa Rosada, ante las necesidades fiscales que se acumulan.
Para la Casa Rosada, todo es poder. Por eso, por primera vez, desmienten oficialmente al CEO de YPF, Miguel Galuccio, que anticipó un cambio en la Ley de Hidrocarburos. Y el encargado de censurarlo fue el Ministro de Planificación, Julio de Vido, su superior en la Administración Pública. ¿Cuál es el problema? El Gobierno no puede arriesgarse a un choque con las provincias petroleras justo cuando Daniel Scioli y Sergio Massa andan a la caza de díscolos y disconformes entre los gobernantes del PJ.
Marcelo Tinelli volvió a la televisión luego de una “año sabático” forzado. Muchos políticos deberían entender que, si temen a “ShowMatch” es a causa que tuvieron demasiados “años sabáticos” en la tarea de construir poder, hacer política y consolida un proyecto político atractivo para el votante. Deberían preocuparse por eso, no por imitaciones mediáticas o por la sátira política. Sigue errando el “vizcachazo”.
Un último datito: La sátira política suele dañar a quién está en el poder, dado que tiene mayor exposición pública y mayores flancos débiles. Pero ocurre que los presidenciables de la oposición hace demasiado tiempo que circulan por los medios, por lo cual, tienen tanto o más flancos débiles que Cristina Fernández y los funcionarios que la acompañan.
Lunes, 5 de mayo de 2014