POR DANIEL CARAM
A oscuras en la tierra de un Ministro
Cuesta encontrar otro tema que impida reiterar lo tratado ayer en ésta misma columna. Pero por respeto, comprensión y compromiso profesional, estamos obligados a repetir nuestro cuestionamiento –argumentado con absoluta validez en los hechos- al caos que vive el pueblo de Virasoro, y otras poblaciones cercanas.
“Se pasan la pelota. Nadie asume la responsabilidad. Estuvimos reunidos más de tres horas para que nos digan lo que ya sabemos: que estamos sin luz, y que debemos tener paciencia”, expresó un vecino de la localidad, Jorge Castillo, quien brindó detalles concretos de un caos que se está tornando impredecible.
En cuestión de horas –tal vez cuando éste artículo esté publicado ya comiencen a implementar la medida- los vecinos cortarán Ruta 14. No les queda otra, ante un panorama de absoluta incertidumbre.
El propio Vaz Torres –sin dudas el ministro con más poder dentro del gobierno de Colombi- se vio obligado a trasladarse a su pueblo de origen para escuchar de cerca las quejas y broncas de sus conocidos.
“Si el tiempo nos permite, con suerte el lunes volveremos a tener luz”, admitió Vaz Torres, quien brindó uno y cientos de argumentos apuntando a Transnea, Electroingeniería, y otros tantos.
Comentó que habló con funcionarios nacionales respecto al tema. Y que prometieron respuestas.
Ahora bien, para no cargar tintas contra el Gobierno Provincial, DPEC, o quien sea, evitando la politización del tema, a sabiendas del posicionamiento ideológico de quien esto escribe: ¿no llegó la hora de tomar decisiones respecto a quienes la provincia dicen son los únicos responsables de ésta desidia absoluta?. Lo contrario –seguir con la misma denuncia cada vez que ocurre algo- será justificar y hasta avalar esa irresponsabilidad.
Sea quien sea, o como fuera, el virasoreño (y otros pobladores de localidades cercanas) ya ni piensa en responsables: solo quiere la luz.
Se está cobrando casi 30 pesos el paquete de velas!!!!. Irrisorio e inaceptable.
Especulación, irresponsabilidad, desidia. Muchas cosas para un solo desastre.
Mientras, el pueblo sigue esperando. No hay clases, los delincuentes hacen de las suyas, y el drama está a la vuelta de la esquina.
Es el caos. Inevitablemente, hay que hablar de esto. Para que los responsables hagan lo que tengan que hacer, y dejen de jugar con la honestidad y la dignidad de la gente.
Sábado, 12 de abril de 2014