POR DANIEL CARAM
Un globo con mucho aire
Conociendo la versatilidad política de Ricardo Colombi, sus intenciones de cara a la pretendida reforma –con re re incluida- tienen distintas aristas que incluyen seducciones, intereses varios, y hasta diversas estrategias dentro del mismo radicalismo. A nadie le es extraña la realidad política planteada en cuestión de horas, con muchos que dicen sí, y otros que dicen no, dentro del mismo bando.
El globo de ensayo comienza a tomar altura, y está claro que nadie tiene intenciones –dentro de Eco - de bajarlo de un hondazo.
Claro que Colombi, con su indisimulada intención, deberá dar en su momento las explicaciones del caso a sus actuales socios políticos que siguen “esperando turno”. Pero, a sabiendas de las condiciones anímicas del mercedeño, puede que ni se tome tiempo para darlas.
En su enojo con los medios –o con alguno en especial- despotricó contra quienes dijo “tienen hambre e inventan cosas”. La obviedad queda marcada a fuego: no iba a ser justamente él quien iba a salir a decir “sí, quiero ser de nuevo Gobernador dentro de cuatro años, por eso estoy trabajando desde ya por la reforma”. Sería hasta ridículo pensar que tendrá tamaño ataque de sinceramiento.
Lo demás, lo esperable.
“Nadie impulsa una reforma, pero está claro que tenemos un texto constitucional que requiere su actualización. Lo demás se verá. Sé que él (por Ricardo Colombi) no dijo nada al respecto”, expresó con obvia prudencia el senador Sergio Flinta.
“Que estén con un discurso de reforma para un tercer mandato de Colombi y no de los problemas reales de la gente, me da vergüenza” enfatizó el diputado José Mórtola, de inusitada presencia en los últimos tiempos en los medios, y que sorpresivamente ocupará la cabeza del bloque del PJ en Diputados.
“La reforma es una posibilidad que está dentro del bolillero si se hace una buena gestión durante los próximos años”, reconoció Noel Breard, llamado a ser el principal gestor de la movida.
Y justamente la incursión de Breard en las huestes ricardistas despertó enojos internos.
Su pasado en el arturismo implica mucho recelo entre los cercanos al Gobernador, que no quieren olvidar los duros tiempos vividos cuando los primos eran “enemigos políticos”.
En fin, todo a pedir del jefe máximo, quien aprovecha al máximo el concepto popular de “a río revuelto… ganancia de pescadores”.
Si lo sabrá Ricardo… mientras tanto, el globo de ensayo empieza a dar sus primeras evaluaciones de lo que podría suceder dentro de cuatro años. Lo demás, puede esperar.
Miércoles, 19 de marzo de 2014