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Se estrena "Embarcados a Europa", una comedia familiar y viajera
La comedia “Embarcados a Europa” se sumará desde mañana a las 22.30 a la saga de estrenos de ficción con impulso estatal, para contar el delirante viaje elegíaco de Francesco Canducci (Emilio Disi), famoso por inventar el helado que no se derrite, y que para despedirse reúne a su familia, que cuenta con hijos de tres mujeres diferentes.
“Allí, en plena travesía, los hermanos nos empezamos a conocer y se desata una guerra de poderes y una necesidad de marcar territorio”, comenta Nazareno Casero, quien asume a Rómulo, uno de los cuatro hijos del exitoso heladero.
Los otros herederos de Francesco son Remo (Juan Isola), hermano de Rómulo y ambos hijos de su segunda esposa, Dante (Carlos Defeo) que tuvo con su primera esposa, y Franco (Gonzalo Urtizberea), producto de sus relaciones con una exempleada que amó.
En charla telefónica con Télam, Casero indica que “Remo y yo somos dos hermanos relegados y alejados que buscamos un poco la aprobación de nuestro padre”.
“Pero a lo largo del viaje -anticipa sobre la trama desplegada en 13 capítulos semanales- se irá viendo qué nos une a todos, además del amor por el helado”.
Para seguir aportando datos al conflicto dirigido por Santiago de Bianchetti y escrito por el director junto a Agustina Gatto y Joaquín Bonet, el actor apunta que “el hijo del primer matrimonio es el que quiere adueñarse de la fórmula secreta, pero la decisión de Francesco de desandar el viaje que hizo de Italia a la Argentina junto a toda la familia, cambiará esos planes”.
Por su parte, Urtizberea, quien asume al hijo Franco, consigna a esta agencia que “el objetivo de mi personaje, desde hace años, es descubrir la fórmula de ese helado que no se derrite nunca. Franco es un bioquímico y dado su objetivo, llevó arriba del barco un pequeño laboratorio dónde experimenta en busca de unas flores que están en Italia y que serían el toque final de mi fórmula”.
“El es muy tranquilo, tímido, sensible y muy humano, -agrega el actor que formó parte del inolvidable ciclo de humor creado por Hugo Moser `Matrimonios y algo más`-. No entra en el reclamo de haber sido abandonado, ni tiene rencor o resentimiento, sino es más bien un ser tierno”.
Casero, quien brilló en los filmes “Crónica de una fuga” y “Aballay” y últimamente tomó parte en los ciclos televisivos “Los vecinos en guerra” y “Farsantes”, resalta la importancia de compartir este proyecto con Disi.
“Lo que tiene de bueno Disi, además de ser una nota fija en ese tipo de comedias, es que tiene muy claro cómo moverse y te permite aprender muchas cosas sobre un género que siempre es muy difícil porque si no hacés reír te matan”, subraya.
La serie naviera generada por Mancha Productora que resultó ganadora de la segunda edición del concurso “Series de Ficción en Alta Calidad y Definición para TV Digital” y que también animan Celina Rucci, María Inés Aramburu, María Fernanda Telesco, Daniel Campomenosi, Ricardo Díaz Mourelle y Mónica Fleiderman, implica un renovado ejemplo de ficciones sustentadas desde el Estado.
Nazareno opina que “estas iniciativas me parece bárbaras, más allá de los puestos de laburo, porque implican que hay ideas y proyectos. Que cualquier productora tenga una buena idea y se pueda ver es excelente porque permite que todo el mundo tenga acceso a contenidos de calidad”.
Urtizberea, que participó en títulos televisivos como “Los únicos”, “Sr y Sra Camas” y “Un año para recordar”, destaca que “en estos proyectos están trabajando los intelectuales, los comerciales, todos. Quiero ver qué van a hacer después los que se quejan”.
“Somos un país que está creciendo en lo que es cine, teatro y televisión y de acá a un tiempo vamos a ser importantes. Hay buenos actores, directores, técnicos y autores. Pero para que esto suceda hace falta que se ponga la plata”, abunda quien actualmente protagoniza en el Picadero la comedia dramática “El comité de Dios”, con Alejandra Flechner y Gustavo Garzón.
“La televisión -reflexiona- es un negocio acá y en todo el mundo y el negocio es que sea lo más barato posible y que la gente no piense. Hay una política internacional para que no haya cultura. Hay tiras en las que no se habla de nada y son solo un muestreo. Hablar del ser humano no le conviene a nadie porque eso entra en conflicto con el sistema”.
“En cambio, en estas ficciones se cuenta algo de verdad, porque no hay ningún tipo de conveniencia, sino que hay una política de apertura cultural”, concluye el también director teatral.
Martes, 11 de marzo de 2014