ENTREVISTA
El oficio de productor teatral, según Carlos Rottemberg
El productor Carlos Rottemberg, quien afronta una nueva temporada teatral en Mar del Plata con el gesto sereno y acostumbrado de casi cuatro décadas de actividad permanente, asegura que “la mayoría de los espectáculos que uno presenta son fracasos, pero el fracaso dura poco y tiene menos testigos”.
“Y esto es así en todos lados, por ejemplo, anoche en Broadway hubo 48 musicales en 10 cuadras y nadie es capaz de acordarse más que de un puñado de títulos”, describe Rottemberg con conocimiento del paño.
Para terminar de darle forma a un cuento donde la expresión, el negocio, la cultura y el mercado se bambolean en delicado equilibrio, apunta que “el teatro tiene una maravilla: un éxito te permite solventar muchos fracasos. La fórmula es lograr que algo te subvencione y es ese sinfín el que te hace crecer”.
Empujado a referir su experiencia en la escena marplatense, repasa que “empecé llevando la comedia `Pijama de seda` e hice un montón de comedias y luego fui sumando alguna cosa más. Hasta que llevé `Teatro Abierto`, de Gorostiza-Cossa, con Brandoni, Soriano, Carella y Dumont y parecía un sacrilegio y, sin embargo, fue un éxito. Y lo mismo pasó con la primera versión de `Made in Lanús`”.
Al visitar esas apuestas que ligan su apego por la ciudad balnearia con los ribetes de su profesión de empresario, Rottemberg subraya que “existía la sensación de que no se podía salir de un determinado esquema y el tiempo demostró que sí era posible hacer teatro para todos los gustos”.
“Le fui metiendo fichas a poder hacer una cosa y la otra y a lo mejor -arriesga- algún día ocurre lo mismo en Villa Carlos Paz, donde hay una programación sesgada y todo está dirigido para el mismo lado”.
Detrás del escritorio de su oficina en las alturas del complejo Multiteatro del centro porteño (una de las tres salas que tiene en Buenos Aires), Rottemberg asegura que no hace diferencias a la hora de programar las temporadas en las dos ciudades donde despliega su siempre profusa oferta teatral.
“Como tenemos una empresa constituida, armamos las temporadas de Mar del Plata y Buenos Aires con el mismo esquema de siempre y cuando digo esquema de siempre digo que entendemos la suba y baja de temporadas como una continuidad”, consigna el empresario en una entrevista con Télam.
Yendo al meollo de esa actividad que abraza con pasión y conocimiento desde hace 39 años, formula que “para dedicarte a esto, hay que ser más teatrista que tener dinero. Vale más la sensibilidad que el dinero porque nuestra materia prima son seres humanos. Y por otra parte, es evidente que no hay millonarios que hagan teatro”.
Como ejemplo propio y vivo de lo que denomina “la mística del teatro”, del cajón derecho de su escritorio, el productor extrae un taco de papel en el que cada hojita es encabezada por la palabra "contrato" y al pie se leen las iniciales CR.
“A mí con la palabra y con esto me alcanza, después hay que hacer un contrato formal por las Asociación Argentina de Actores y esas cosas, pero siempre me manejé así”, se ufana pero sin alardes.
Reflexivo ante estas señales de una vida dedicada a producir teatro, desliza que “confunde mucho la actividad artística y lo que te irradia la tele. Hay una gran diferencia entre el teatro y lo que la gente entiende sobre el mundo del espectáculo”.
E inmediatamente repasa: “A mi hijo sus compañeros de colegio le preguntaban cómo eran las oficinas de los teatros y se imaginaban mujeres desnudas paseándose por los pasillos y, realmente, el teatro es otra cosa. Este silencio que hay ahora acá es el que a mí me invade hace 39 años”.
Dueño de un arsenal de títulos que ofrecerá en los siete teatros que posee en Mar del Plata (Corrientes, Mar del Plata, Lido, Neptuno, Bristol y América-Atlas), informa que “llevo un panorama idéntico al que presenté el año pasado o el anterior y es la misma propuesta heterogénea que a mí me gusta armar”.
Sin embargo, este año y por primera vez en su profusa historia Rottemberg se unirá al Teatro Nacional Cervantes para montar en la sala Mar del Plata la versión de “El conventillo de la Paloma”, clásico argentino de Alberto Vaccarezza, con dirección de Santiago Doria y protagónicos de Claudio García Satur, Arturo Bonín, Daniel Miglioranza, Horacio Roca y Ana María Cores.
“El Cervantes se muda literalmente a Mar del Plata con su equipo técnico y todo el elenco por un acuerdo a riesgo con el Estado para subvencionar una propuesta que le permitirá al público ver una obra con 28 personas en escena a una entrada única de 120 pesos”, detalla.
Jueves, 12 de diciembre de 2013