POR NORBERTO GAMARRA
A más de cinco años, la desaparición de un empresario sigue siendo un misterio
l paradero del comerciante Jorge Rojas de 69 años generó muchos interrogantes que la Justicia no pudo resolver. La principal hipótesis es que fue asesinado. El último contacto y por teléfono con una de sus hijas fue el 18 de diciembre de 2007. Desde entonces no se sabe nada de él. Las sospechas recayeron en su concubina.
SU FAMILIA VIVE CON ANGUSTIA
Jorge Augusto Rojas, de 69 años, es un vendedor y comprador de autos que está desaparecido desde el 18 de diciembre de 2007. Desde que se conoció el hecho se fueron apilando en el expediente testimonios, actas de procedimientos realizados, la instrucción sumarial, medidas judiciales, entre otras actuaciones que quedaron en la nada. Para la familia del comerciante, la principal sospechosa sigue siendo quien era su pareja, Mirta Acevedo, de 35 años, quien estuvo detenida unos días acusada de presunta estafa por disponer para la venta bienes de Jorge Rojas y por no contar con documentación ni autorización de su compañero.
Rojas, padre de tres hijos, estaba separado desde hace mucho tiempo. Inició una relación amorosa con Mirta Acevedo, con quien vivía en su casa ubicada en la avenida Libertad al 5100 de la capital correntina.
De acuerdo a la pesquisa, una de sus hijas, que reside en la provincia de Formosa, lo llamó alrededor de las 22.00 hs. del día 18 de diciembre de 2007 a su teléfono celular, él la atiende y en voz baja le dice que en ese momento no podía hablar porque estaba discutiendo con su concubina, y quedaron en hablar más tarde.
Ese fue el último contacto con su familia, esa fue la última noticia que se tuvo de él. No se volvió a comunicar con ninguno de sus hijos, no contestó ningún llamado de amigos.
Uno de los automóviles en los que se desplazaba el señor Rojas fue encontrado en un campo cercano a la ciudad de Corrientes, lavado, con las alfombras arrancadas del interior. Todas las pertenencias del comerciante se hallaban en su vivienda, sus anteojos de receta, sus medicamentos (que debía tomar diariamente), su ropa y sus documentos personales.
Con posterioridad a su desaparición comenzaron a venderse sin poder alguno, vehículos de su propiedad. Es por eso que el abogado Sebastián Pardo en representación de la familia Rojas presentó innumerables pruebas en el expediente, pericias, testimonios y documentos.
Los distintos fiscales intervinientes solicitaron al juez de instrucción cite a prestar declaración indagatoria a las personas fuertemente sospechadas de tener vinculación directa e indirecta con el hecho.
Pidieron además la detención e incomunicación de los mismos, a los efectos de evitar que entorpezcan el curso de la investigación. Peticionaron a su señoría el allanamiento de la finca donde se sospecha estuvo privado de su libertad el comerciante Rojas.
Sin embargo, el Juzgado de instrucción competente no hizo lugar a ninguna de estas medidas. En la actualidad la causa no registró ningún avance.
NORBERTO GAMARRA
ngamarra@ellitoral.com.ar
Miércoles, 11 de diciembre de 2013