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EN CONJUNCIÓN CON EL INSTITUTO DE CARDIOLOGÍA: El IOSCOR presenta el Programa de Control y Tratamiento de la Hipertensión Arterial
Como una forma de combatir de manera más eficaz esta verdadera “plaga silenciosa del siglo XXI”, que afecta a uno de cada tres adultos, el Instituto de Obra Social de Corrientes, en una labor articulada con el Cardiológico presentará en la tarde de este viernes el Programa de Control y Tratamiento de la Hipertensión Arterial. Brindará a los afiliados cobertura del ciento por ciento en el control y tratamiento de dicha patología.
El Instituto de Obra Social de Corrientes, conjuntamente con el Instituto de Cardiología realizará este viernes la presentación del Programa de Control y Tratamiento de la Hipertensión Arterial, que brindará cobertura del ciento por ciento en consultas y medicamentos a los pacientes afectados, y que a la vez busca reducir en la población los porcentajes de dicha patología.
El Programa está destinado a todos los pacientes hipertensos que tienen cobertura de la obra social de la provincia. El programa es de control y tratamiento, y apunta a mejorar la adherencia al tratamiento y reducir la tasa de abandonos de la terapia.
El programa incluye distintos beneficios como dar 100% de cobertura en medicamentos, el objetivo principal es detectar a todos los pacientes con esta problemática para mejorar el tratamiento y control.
En representación del IOSCOR los detalles serán dados a conocer por las doctoras Natalia Lucasevich (cardióloga) y Griselda Roch (clínica), en tanto que referentes del Cardiológico ofrecerán análisis estadísticos al respecto.
Gustavo Vega, Gerente General del IOSCOR, informó que el Programa, brindará cobertura del ciento por ciento a los afiliados en los tratamientos terapeúticos, que incluye las respectivas chequeras para consultas y medicamentos.
Asimismo, destacó que uno de los “fundamentos del Programa es el seguimiento del paciente. Para lo cual se tendrán en cuenta datos estadísticos que permitirán observar la evolución”.
“Este Programa ya cuenta con un equipo profesional de trabajo, al que se irán sumando otros médicos y el objetivo es crear conciencia en la población y también en formar nuevos profesionales que puedan abordar esta problemática”, indicó Vega, para luego remarcar que “pretendemos optimizar los recursos que se destinan al sistema de salud en la hipertensión arterial. Es fundamental reducir los indicadores actuales de esta patología”.
Por su parte, la doctora Natalia Lucasevich, una de las responsables de la puesta en marcha del Programa, señaló que la “hipertensión arterial es una problemática sanitaria de difícil abordaje, con dificultades que van desde el subdiagnóstico de la hipertensión, tratamientos terapeúticos inadecuados y lo más grave, el abandono del tratamiento, en donde entra a jugar la educación, las medidas preventivas dietéticas y el acceso a los medicamente, donde precisamente la parte económica muchas veces juega en contra del paciente al no contar con recursos”.
Puntualizó que en virtud de ello “son altos los costos tanto en fármacos como en recursos asistenciales y todo eso deriva en que no podamos reducir las patologías asociadas a la hipertensión arterial, como ser los accidentes cerebros vasculares, insuficiencia cardíaca y renal crónica, entre otras”.
“Pese a la inversión que realiza el sistema de salud, los indicadores no descienden y es preocupante”, mencionó la facultativa, para enfatizar luego que de acuerdo a los informes de la Organización Mundial de la salud, “de cada tres adultos, uno padece presión alta”.
Enfermedad silenciosa
La hipertensión arterial (HTA) es una enfermedad crónica caracterizada por un incremento continuo de las cifras de la presión sanguínea en las arterias. Aunque no hay un umbral estricto que permita definir el límite entre el riesgo y la seguridad, de acuerdo con consensos internacionales, una presión sistólica sostenida por encima de 139 mmHg o una presión diastólica sostenida mayor de 89 mmHg, están asociadas con un aumento medible del riesgo de aterosclerosis y por lo tanto, se considera como una hipertensión clínicamente significativa.
La hipertensión arterial se asocia a tasas de morbilidad y mortalidad considerablemente elevadas, por lo que se considera uno de los problemas más importantes de salud pública, especialmente en los países desarrollados, afectando a cerca de mil millones de personas a nivel mundial.
La hipertensión es una enfermedad asintomática y fácil de detectar; sin embargo, cursa con complicaciones graves y letales si no se trata a tiempo. La hipertensión crónica es el factor de riesgo modificable más importante para desarrollar enfermedades cardiovasculares, así como para la enfermedad cerebrovascular y renal.
Se sabe también que los hombres tienen más predisposición a desarrollar hipertensión arterial que las mujeres, situación que se modifica cuando la mujer llega a la menopausia, ya que antes de esta posee hormonas protectoras que desaparecen en este periodo, a partir de ese momento la frecuencia se iguala, por lo tanto la mujer debe ser más vigilada para esta enfermedad en los años de la menopausia.
La hipertensión arterial, de manera silente, produce cambios en el flujo sanguíneo, a nivel macro y microvascular, causados a su vez por disfunción de la capa interna de los vasos sanguíneos y el remodelado de la pared de las arteriolas de resistencia, que son las responsables de mantener el tono vascular periférico. Muchos de estos cambios anteceden en el tiempo a la elevación de la presión arterial y producen lesiones orgánicas específicas.
En el 90 % de los casos la causa de la HTA es desconocida, por lo cual se denomina «hipertensión arterial esencial», con una fuerte influencia hereditaria. Entre el 5 y 10% de los casos existe una causa directamente responsable de la elevación de las cifras tensionales.
A esta forma de hipertensión se la denomina «hipertensión arterial secundaria» que no sólo puede en ocasiones ser tratada y desaparecer para siempre sin requerir tratamiento a largo plazo, sino que además, puede ser la alerta para localizar enfermedades aún más graves, de las que la HTA es únicamente una manifestación clínica.
Los diuréticos y los betabloqueantes reducen la aparición de eventos adversos por hipertensión arterial relacionados con la enfermedad cerebrovascular. Sin embargo, los diuréticos son más eficaces en la reducción de eventos relacionados con la enfermedad cardíaca coronaria. Los pacientes hipertensos que cumplen su tratamiento tienen menos probabilidades de desarrollar hipertensión grave o insuficiencia cardíaca congestiva.
En la mayoría de los casos, en los ancianos se utilizan dosis bajas de diuréticos como terapia inicial antihipertensiva. En pacientes ancianos con hipertensión sistólica aislada suele utilizarse como terapia alternativa un inhibidor de los canales de calcio de acción prolongada, tipo dihidropiridina. En pacientes ancianos con hipertensión no complicada, aún se están realizando ensayos para evaluar los efectos a largo plazo de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina y los bloqueadores del receptor de la angiotensina-II.
A la hipertensión se la denomina «la plaga silenciosa del siglo XXI». El Día Mundial de la Hipertensión se celebra el 17 de mayo.
Viernes, 9 de agosto de 2013