DURO DOCUMENTO DE ATE
La sociedad Macri- Gobierno provincial, no tan distintos
La política, con su enorme campo de apertura, depara a veces la sorpresa de alianzas impensadas, motivadas por fines electorales o puramente coyunturales, y otras en las que la argamasa que une a las partes es un conjunto de afinidades ideológicas teñidas, más o menos, de distintos matices que maquillan las profundas coincidencias. Este último caso de entente originada en los acercamientos dogmáticos es el que se da entre el actual Gobierno de la Provincia de Corrientes y el más conspicuo representante de la remozada ultraderecha liberal, Mauricio Macri y su espacio político, el PRO.
Los puntos de contacto abarcan desde las declaraciones fascistas de funcionarios y allegados (como muestra bastan las expresiones del cómico mutado en referente del partido macrista, Miguel del Sel, quien dijo que las pibitas se embarazan rápido para cobrar un plan social, y compararlas con las del ministro de salud correntino, Julián Dindart, que en idéntica sintonía atribuyó el embarazo adolescente a las menores que se embarazan porque tienen un recurso económico como premio) hasta la idéntica inoperancia para solucionar problemas tangibles como las inundaciones en los barrios porteños en el caso de la Ciudad Autónoma y los cortes de energía en nuestra provincia, el del transporte ferroviario en la Ciudad Autónoma y el de la vivienda en nuestra provincia, el de la infraestructura escolar y de salud, el de la seguridad y el del desarrollo social- o mejor, su ausencia-, en los dos casos.
A esto también se puede sumar la falta de transparencia en las cuentas públicas, el amor por las luces de los mega eventos y la prepotencia y el servilismo acorazado de funcionarios sin capacidad de decisión fuera de la órbita de decisión suprema tanto de Macri como de Ricardo Colombi.
Cuando se habla de las profundas afinidades ideológicas, no se están utilizando palabras huecas destinadas al golpe de efecto, sino que las mismas se plasman en otro aspecto, en el que nos compromete como organización sindical: el avasallamiento a los derechos de los trabajadores y la represión sádica y desmedida. Esto se vio el pasado 26 de abril en el hospital Borda, pero las mismas postales ya fueron impresas por el Gobierno correntino el 24 de mayo de 2011, cuando la lluvia no alcanzó a lavar de la memoria la violencia de una golpiza propinada por la policía bajo órdenes del Ejecutivo. El episodio del Borda originó una jornada de paro y movilización convocada por ATE; el del 24 de mayo de 2011, una medida idéntica en todos los sectores.
Las similitudes no se agotan en estos hechos, pero si se potencian por la significancia de adhesión a un modelo de exclusión, pobreza y desprecio a la dignidad del pueblo trabajador, pese a que otro visitante en Corrientes, el dirigente sindical Hugo Moyano, en misión electoralista partidaria, rescatara una supuesta defensa de los derechos laborales efectuada por Colombi. Y, ahondando aún más en las confluencias, tampoco sorprende el alineamiento del gobernador correntino con José Manuel De la Sota, quien impuso un tope a los haberes jubilatorios.
A escasas horas del Día del Trabajador, ATE reafirma su convicción en la lucha contra un sistema que muta de nombres, divisas partidarias y geografías, pero que conserva una matriz que aglutina a los defensores del ahogamiento social por medio del aparato represivo que silencia por la fuerza, que castiga por no razonar y margina para no escuchar. Y, por sobre todas las cosas, el enérgico repudio a toda forma de represión. Con variantes y todo, al fin y al cabo, una esencia autoritaria absorbida de sucesivas y nefastas herencias, los hacen no tan distintos.
Consejo Directivo Provincial de la Asociación Trabajadores del Estado
Martes, 30 de abril de 2013