Mujer liberada de culpa y cargo
Estuvo 13 años presa por algo que no cometió
María del Carmen Viera, de 40 años, detenida desde el 4 de agosto de 2000, quedó en libertad tras un fallo que sienta precedente, del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia. Viera, una mujer humilde, habló al despedirse de todo el personal del Instituto Pelletier y de la Unidad Penal Nº3 de Corrientes y se refirió a lo vivido en dicho establecimiento. La libertad le fue otorgada como consecuencia del accionar de la defensora oficial Susana Arsuaga, quien la requirió al Superior Tribunal de Justicia correntino, el cual luego de analizar las pruebas ordenó la misma, liberándola de culpa y cargo. Oficialmente no se informaron detalles de la causa en la que estaba involucrada esta mujer.
“Cuando ingresé a este lugar no sabía lo que había acá y me encontré con cosas buenas”, fue lo primero que contó María sobre su experiencia. “Acá terminé la primaria, la secundaria, que fue difícil pero que con el apoyo de los docentes, del personal penitenciario y de las hermanas del Instituto pude hacerlo y por ello estoy muy contenta”, indicó según un comunicado oficial del servicio Penitenciario.
Consultada sobre cómo fue el trato en dicho lugar contestó que “no puedo quejarme de nada, me trataron muy bien todos y me ayudaron a poder terminar mis estudios. Por eso, sólo puedo decirles gracias a todos y a cada uno, no quiero nombrarlos porque tengo miedo de olvidarme de alguien y la verdad todos me ayudaron de una u otra forma, incluso mis compañeras lo hicieron y también mis amigos de afuera de quienes no estuve aislada en ningún momento”.
Sobre su mensaje al resto de las personas detenidas manifestó: “En este lugar hasta me recibí de técnica en cocina y repostería y aprendí computación, por eso no me arrepiento de haber estudiado. Ingresé como una hoja en blanco, sin saber nada y ahora salgo sabiendo cosas que me van a servir para salir adelante. A las que quedan les digo no bajen los brazos, estudien porque sin los estudios no son nada, acá hay todo para hacerlo, no se queden, procuren, porque no van a estar toda la vida en este lugar”.
Sobre la sociedad y su futuro comentó emocionada que “salgo y voy a un trabajo que ya conseguí. Es como que ya tengo un pan bajo el brazo y todo gracias a que estudié. Por eso a la gente que no conoce lo que es aquí adentro y a los que están aquí, les pido que no prejuzguen, que no hablen sin saber, que intenten conocer cómo es este sitio y lo que hacemos aquí”.
En torno a su vocación indicó que “me gusta lo que tiene que ver con el Derecho y la parte Criminalística. Voy a intentar seguir estudiando pero también quiero poner mi negocio de comidas y tortas, que es lo que más me gusta hacer, además de estar con mi nietito de 5 años”, concluyó.
Domingo, 28 de abril de 2013