DEMOCRATIZACIÓN DE LA JUSTICIA
La Cámara de Diputados aprobó la reforma del Consejo de la Magistratura en una tensa sesión
Fue un debate marcado por la disputa política que se inició ayer al mediodía, que tuvo ribetes escandalosos cuando opositores hasta quisieron apagar los micrófonos del presidente de la Cámara de Diputados, Julian Domínguez, lo que generó la reacción del jefe de la bancada kirchnerista, Agustín Rossi, quien mantenía discusiones a los gritos con los radicales Ulises Forte y Miguel Angel Bazze.
La sesión se caracterizó por fuertes cruces entre el oficialismo y la oposición, que se retiró en el debate en particular cuestionando la votación de un artículo del dictamen y no participó del tratamiento de creación de tres cámaras de casación penal y de regulacion de cautelares.
Ahora el proyecto aprobado con las mayorías requeridas por la Constitución debe ser nuevamente analizado por el Senado, que debe decir si acepta o no los cambios incorporados por el oficialismo sobre la administración del Poder Judicial, a la luz de las sugerencias de la Corte Suprema.
El debate se prolongó diecisiete horas con la participación de más de 80 oradores y concluyó con la aprobación en general -donde pidió permiso para votar Domínguez- por 130 contra 123 sufragios, con lo cual se cumplió con el requirimiento constitucional de mayorías absolutas para proyectos derivados de la Constitución Nacional.
En el último tramo de la deliberación del pleno legislativo hubo una dura polémica entre el oficialismo y la oposición debido a la propuesta del kirchnerismo de hacer una sola votación en la discusión en particular, lo que fue saldado cuando el titular de la bancada, Agustín Rossi retiró esa moción.
La oposición votó en los dos primeros artículos y luego optó por permanecer cerca de sus bancas o en el salón de Pasos Perdidos, por lo cual la mayoría de los ítems tuvieron 130 votos contra 9, lo suficiente para cumplir con el requisito constitucional que exige 129 votos para la votación de esta ley.
La decisión de la oposición de retirarse del recinto se desencadenó luego de que el artículo dos arrojara una votación de 128 a 101, aunque inmediatamente después la neuquina Alicia Comelli y el oficialista Juan Forconi aclararon sus votos por la positiva.
En medio de los gritos y acusaciones entre oficialismo y oposición se decidió pasar a un cuarto intermedio para ordenar la sesión, luego de que el presidente de la Cámara, Julián Domínguez, le pidiera tranquilidad a sus compañeros de bancada al advertirles que la oposición sólo quería “complicar la sesión”.
Antes de que el oficialismo accediera a votar artículo por artículo se presentaron una serie de cuestiones de privilegio y cuestionamientos verbales sobre lo que la oposición consideró como una inconstitucionalidad de la ley y sobre un supuesto incumplimiento de los deberes de funcionario público por parte de Domínguez.
Antes de acceder al pedido de la oposición, Rossi acusó a los opositores de tener actitudes "canallescas" y debió ser contenido por Eduardo "Wado" de Pedro y otros compañeros de bancada cuando se exaltó por los gritos de los radicales Ulises Forte y Miguel Angel Bazze, que acusaban al oficialismo de “fraude”.
Rossi ya había expresado su malestar con los diputados opositores durante su discurso de cierre cuando los calificó de “profetas del odio, del desánimo y correos de las malas noticias”.
“Dedíquense a construir una propuesta en base al respeto, a la paz, al amor y dejen de agredir, de insultar, de descalificar. Porque se pasan la vida hablado de la República y cuando no les conviene se sacan la bandera, la estrujan, y la pisotean: respeten la Patria, el Congreso, las instituciones”, enfatizó, al concluir su discurso.
Jueves, 25 de abril de 2013