POR MATÍAS BUSTOS MILLA
El fútbol cada vez da más miedo
Hubo una muerte extraña en Vélez y aprietes en Independiente. Avanzan dos causas judiciales por asesinatos en Boca y en Racing.
Huele feo. Huele a miedo, a violencia y a muerte. En el marco del fútbol argentino se vive bajo un clima espeso. Y alcanza con ver lo que devuelve el espejo cuando se lo mira de afuera.
Ayer por la mañana, en Liniers, debajo de la platea Sur del estadio de Vélez la Policía Científica y efectivos de la Comisaría 44 encontraron el cadaver de Diego Bogado (36 años), en un episodio que llenó de sorpresa al club. El cuerpo se descubrió cerca de las 7 de la mañana dentro de lo que se denomina “la herrería del club” y según los peritos, llevaba unas 8 horas muerto, lo que hace coincidir el horario con la finalización del encuentro que Vélez disputó en ese estadio ante Emelec, en el marco de la Copa Libertadores.
La Fiscalía 28° en lo Criminal es la que lleva adelante las investigaciones, que, por ahora, son confusas. Mariela, la esposa de Bogado, y Cristian, el hermano del fallecido, admitieron que era parte de la barra brava del club -La Pandilla de Liniers-. Incluso Cristian denunció: “Los dirigentes le pagaban los viajes a Brasil y a Uruguay y ahora se hacen los boludos”. Y agregó que Diego “fue encontrado envuelto en banderas”.
En tanto, los informes de la Policía describieron que estaba con una remera y en ropa interior, sin registro de golpes. El club, inmerso en el último tiempo en la puja entre dos facciones por liderar su barra brava, aclaró en un comunicado que Bogado “no resulta ser socio ni empleado de la institución”. Los resultados de la autopsia estarán hoy.
No fue lo único que pasó en la jornada de ayer. En Ezeiza, el lugar al que Independiente eligió trasladar sus entrenamientos, se vivió otro episodio violento, aunque de una violencia de otro perfil. Un grupo de diez personas se acercó hasta el predio de la AFA; colgó pasacalles en contra de los futbolistas, responsabilizó a Julio Comparada y cuestionó a la actual dirigencia por el presente futbolístico, que tiene al equipo cerca del descenso.
Pero no lo dejaron en eso, sino que increparon a Luciano Leguizamón. “Se van a la B y los vamos a matar a todos”, amenazó una de las personas que no sería de la barra brava del club sino un grupo de hinchas de la zona de Moreno. Aún así, el futbolista fue amedrentado y acusado por su flojo desempeño en lo que va del torneo Final.
Alejado de esta reacción, el ex líder de la barra brava del club, Bebote Alvarez, convocó desde las redes sociales a los hinchas a marchar hacia la sede del club, en Avellaneda, para manifestarse en contra de la actual dirigencia. No hubo adhesiones.
Más violencias, en otro club y de una construcción diferente. También ayer se entregó Juan Carlos “El Turu” Rodríguez (22 años), el quinto imputado por el crimen del periodista partidario de Racing Nicolás Pacheco, quien apareció muerto en la pileta de la sede del club en Villa del Parque, en enero.
Rodríguez se presentó al mediodía en la sede de la División Homicidios de la Policía Federal, luego de que en la noche del martes se realizara un allanamiento en su domicilio de Florencio Varela. Los detenidos fueron trasladados al Palacio de Tribunales e indagados en el Juzgado de Instrucción 18 por la jueza subrogante María Gabriela Lanz y el fiscal Marcelo Retes. Los otros acusados por el homicidio son Patricio Reynoso Gerson (32 años), Aníbal “Vaquero” Domínguez Butler (56), Enrique “Quique” Rulet (28), miembro del equipo amateur de box de Racing, y Marcelino Pedro Luis Lemo (36).
Según le confiaron a Clarín, al no hacerse responsable del homicidio ninguno de los detenidos (en las declaraciones de la indagatoria sostuvieron que se trató de un accidente), dos de ellos imputados por “encubrimiento agravado” y tres por “homicidio simple”.
El que no se entregó, por el momento, es Maximiliano Mazzaro, el barra de Boca que está prófugo de la Justicia desde enero, acusado del homicidio de Ernesto Cirino, en 2011. El silencio de Mazzaro ya arrastró al arquero de San Lorenzo, Pablo Migliore, que está con prisión preventiva acusado de “encubrimiento agravado”. Mazzaro está emocionalmente quebrado y por eso se convence minuto a minuto de entregarse a la Justicia.
Esta fuera de Buenos Aires y rodeado por los allanamientos que ayer se realizaron en Posadas, Misiones, en su búsqueda. También está prófugo Daniel Wehbe, amenazado de muerte por los barras que responden a Mauro Martín: lo instan a “declarar bien”. Todo huele feo.
Jueves, 11 de abril de 2013