ESTRENO
La dirección y el elenco rescatan una anodina comedia francesa
Arturo Puig hace un buen debut como director con "Le prénom-El nombre", apuntalado por un notable elenco, aunque la comedia de los franceses Matthieu Delaporte y Alexandre De la Patellière, que se ve en Multiteatro, elige los caminos más trillados.
Hay una reunión de dos matrimonios (Jorgelina Aruzzi, Peto Menahem, los dueños de casa; Germán Palacios, Mercedes Funes, los visitantes), más un amigo trombonista y presuntamente homosexual (Carlos Belloso) que funciona como comodín para aportar giros ingeniosos.
Durante toda su primera mitad y algo más, la pieza describe la relación del grupo con juegos de palabras de un humor tan blanco que recuerda a los mantenidos por el elenco Cibrián-Campoy hace seis décadas, y que sólo la pericia y el encanto de los intérpretes logran remontar.
Obra descalabrada en su estructura, pasa luego a lo que enuncia el título, ya que el esposo visitante afirma que su futuro hijo se llamará Adolph, lo que desata un leve escándalo, sobre todo porque el local, profesor universitario y judío, relaciona con Adolf Hitler.
El intríngulis se soluciona mucho antes del final y la pieza cambia de rumbo, se pone ruidosa, sexista, discriminatoria, sobre todo en función del presunto gay, que tiene algún as en la manga para tranquilizar a sus contertulios.
No solo se ridiculiza al músico "que vive solo con su gato y nunca se le conocieron mujeres" sino que además se naturaliza el rol de la mujer sólo como parturienta, en un caso, o como ama de casa que no puede participar de las discusiones porque tiene que preparar la comida, en el otro.
Matthieu Delaporte y Alexandre De la Patellière -hijo del cineasta Denys De la Patellière-, nacidos ambos en 1971, son dos prósperos teatristas franceses con incursiones en el cine y la TV, pero toda esa experiencia no se refleja en el texto.
Lo curioso de "El nombre" es que es una comedia sin gags verbales ni sobreentendidos y su trasncurrir parece hilvanar situaciones episódicas que alargan pero no suman y que sólo se sostienen en la feliz conducción del nóvel Puig.
No hay duda de que los autores tuvieron en vista la obra de Yasmina Reza -aunque con intenciones mucho más humildes- incluida la rotura de algún mobiliario, como sucedía en "Un dios salvaje" y sin el menor interés por el apunte social.
Con ese material, el director Puig, cuidadoso en los detalles y buen dosificador de los silencios, logró extraer actuaciones de lujo y en particular hacer el capo de la noche a Carlos Belloso, capaz de encauzar esta vez sus habituales excesos.
En orden de lucimientos, Jorgelina Aruzzi aporta su habitual frescura y tiene momentos fuertes sobre el final, cuando deplora su papel de ama de casa, y el siempre disfrutable Peto Menahem entrega otro personaje entrañable.
Con criaturas menores, aunque Germán Palacios aparece como protagonista, él y su esposa en la ficción, Mercedes Funes, tienen momentos muy intensos y bien resueltos, y como el resto de sus compañeros cargan con la mayor responsabilidad del espectáculo.
La escenografía de Laura Russo y Alejandro Martín es tan verista, detallada y confortable que dan ganas de quedarse a vivir en ella.
"Le prénom-El nombre" se ve en el Multiteatro, Corrientes 1283, miércoles a viernes a las 21, sábados a las 21 y a las 23 y domingos a las 20.30.
Viernes, 29 de marzo de 2013