DEPORTES BOX
Maravilla Martínez: "Cada vez me quedan menos sueños por cumplir"
A 56 días del combate ante Martin Murray, el campeón mundial mediano se sinceró en una charla íntima.No sabe la expectativa que se generó en el país de Maravilla.No vio la victoria en Japón de Juan Carlos Reveco, otro notable campeón argentino. Tampoco está al tanto de la cartelera de la noche del 27 de abril, cuando defenderá el título mediano del Consejo Mundial de Boxeo ante el inglés Martin Murray. “Vivo en una burbuja”, dice Sergio Martínez. Y habrá que creerle.
“Cuando estoy por combatir, no me entero ni qué pasa en la casa de al lado, esté en Madrid o en California. Cuando sea el momento, me pondré al tanto de lo que pasa en Argentina, más que nada para que no me afecte”, le cuenta a Clarín, desde Madrid, en una charla íntima.
-Después de tu explosión mediática en Argentina, ¿encontraste algo de tranquilidad en Madrid?
-Sí, aunque igual cambió. Antes me conocía uno de cada mil madrileños, después uno de cada doscientos y ahora uno de cada veinte. Así y todo, la tranquilidad es lo mejor que tiene Madrid.
-Y tenés cerca a la doctora Raquel Bordons, algo que es clave.
-Yo no podría boxear si no fuese por Raquel, sabes. Ella me trata todas las lesiones. Acá, en Madrid, el clima no ayuda porque hace mucho frío. No es como Oxnard, donde me entrenaba siempre. Pero tener a la doctora cerca es revitalizador.
-¿Cómo marcha la preparación? ¿Te duele la rodilla derecha que te operaron en noviembre?
-Tengo dolor porque todavía no está recuperada al cien por ciento, pero yo sí estoy entrenándome al cien por ciento, aunque tenga molestias. Las lesiones son una constante conmigo. Y eso deja sus consecuencias. Eso sí, de la fractura de la mano ya estoy bien.
-Lo importante es que si la doctora Raquel te da el “ok”, la semana que viene vas a empezar a correr...
-Voy a estar esperando eso. Estoy corriendo en el campo, pero no en la montaña, que es lo que quiero. La preparación marcha bastante bien en una pileta.
-Sos un boxeador que estudia mucho a los rivales. ¿Pensás cómo se puede dar el combate?
-No me senté a plantear una estrategia ni nada. Con mi entrenador, Pablo Sarmiento, estamos enfocados en la rehabilitación de la rodilla y en mejorar físicamente.
-Pronosticaste que vas ganar por nocaut en el octavo round. Muchos que irán a verte sin ser habitués del boxeo te van a pedir un nocaut tempranero...
-El público siempre pide todo. No sólo a mí: le pide todo a Messi, le pide todo a Ginóbili. ¿Cómo no me van a exigir a mí? Yo deberé tener frialdad para trabajar y ver qué tengo que hacer. De todos modos, esos planteos no sólo son del público no boxístico sino que son pedidos de la gente del boxeo.
-Igual, siempre se le pide más a quien puede dar algo extra...
-Sí, eso es positivo porque ven en mí potencial para exigirme.
-Muchos jóvenes saben que antes de salir a bailar, esta medianoche tendrán que conectarse para comprar la entrada a tu pelea. ¿Qué les dirías?
-No estaba al tanto porque la preparación me roba las 24 horas del día y estoy conectado con mi entrenamiento. Quiero obviar esos detalles de lo que pasa en la Argentina para enfocarme al máximo.
-Hablabas de Messi, quien luce algo cansado. ¿Te pasó alguna vez perder la frescura?
-Quizás está cansado por jugar tres competencias. A mí me pasó algo parecido el 22 de octubre de 1999, cuando peleé contra Paulo Sánchez en Argentino de Quilmes. Venía de hacer once combates en nueve meses. Llegué pasado de revoluciones, muy saturado. Después perdí bien contra el mexicano Antonio Margarito.
-Te cuesta mucho dormir porque sufrís de insomnio. Aun así, ¿soñás con algo más para tu carrera?
-Este es uno de los sueños más grandes que he tenido en mi carrera deportiva. Combatir en Argentina, siendo campeón mundial, es lo máximo. Pero deportivamente cada vez me quedan menos sueños por cumplir. Es una lástima. Hoy tengo pocos sueños.
-¿Conocés la cancha de Vélez?
-Alguna vez fui a ver un partido de River contra Vélez. Era chico, pero me acuerdo que ganamos 1-0. Ahora quiero dejar en claro que la pelea se hace en Vélez y no en River, porque las dimensiones del Monumental no cuadraban con lo que la cadena HBO necesitaba para sus cámaras.
-Vas a ser la atracción de una cancha repleta sin ser futbolista.
-Es cierto. Mi primer sueño era ser futbolista y debutar en Primera. Para mí, entrar a la cancha de Vélez será como jugar un Mundial de fútbol. Esa noche, mi futuro lo decidirá mi rodilla derecha.
Sábado, 2 de marzo de 2013