Infidelidad
Tuviste un desliz, no aguantás la culpa y decidís hablar con tu chico
Tuviste un desliz, no aguantás la culpa y decidís hablar con tu chico. Te damos algunas pistas para que esa no sea la última charla entre ustedes.
Te dejaste llevar, no pensaste bien lo que hacías y metiste la pata. O sea: engañaste a tu pareja y ahora te querés matar. No solo estás arrepentida: desde que cargás con ese engaño en la conciencia, no podés vivir en paz. Por momentos, pensás que lo mejor es decirle la verdad. Otras veces, fantaséas con la posibilidad de callarte, pero te da pánico que tu chico pueda enterarse del episodio. Entonces, decidís hablar con él.
LA GRAN CONFESIÓN
Tu calvario empezó la mañana siguiente a tu desliz. Además de tener una resaca espantosa (que trataste de disimular ante tu chico) sentiste una culpa que, a diferencia del dolor de cabeza, nunca más se fue. Entonces, una noche, después de comer, le decís que tenés algo que contarle. Estrategia: Por más que la sinceridad sea fundamental en una relación de a dos, sentarte frente a él y decirle "te engañé" es un riesgo (sobre todo, si tu intención es salvar la pareja). "Antes de hablar, preguntate para qué vas a hacer esa confesión. Da la sensación de que, en realidad, buscás que el otro se ensañe, te haga sentir una porquería y te dé ese castigo que vos pensás que merecés. La sinceridad no pasa por una confesión, sino por detenerte a pensar por qué fuiste infiel", explica la psicoanalista Lidia Pensa.
Si, a pesar de todo, decidís blanquear lo que pasó, tu objetivo debe ser que él comprenda que en una relación de pareja a veces suceden cosas que, aunque producen daño, no necesariamente implican una ruptura. "En la charla, evitá el reproche. No insistas con la idea de ´lo hice porque me sentí descuidada´: hacete cargo de tus actos. Y, por más que él insista, jamás le des detalles íntimos de tu encuentro con el otro hombre", aconseja el psiquiatra Carlos Alhadeff, autor del libro Confesiones de un machista arrepentido.
EL QUE BUSCA, LAMENTABLEMENTE? ENCUENTRA
Desde que lo engañaste las cosas están tensas entre ustedes. Y tu novio, que no solía ser desconfiado, una madrugada de insomnio abrió tu computadora (curiosamente, te "olvidaste" de bloquerla) y leyó el e-mail que le mandaste a tu amiga, en el que le contabas lo mal que te sentías por haber sido infiel. De ahí en más, debés cargar con dos acusaciones: no solo lo engañaste, sino que hablaste de eso con tus amigas y ahora todos saben que es un cornudo. Estrategia: Para Pensa, la posibilidad de que él te perdone está relacionada con el tipo de relación que construyeron juntos. "Si ustedes sostenían: ?Lo que tenemos es perfecto, y ninguno de los dos busca algo en otro lado?, será muy difícil pedirle a la parte engañada que se sobreponga, porque esto contrasta con el modo de pareja que tenían", advierte Pensa.
En cambio, la situación es distinta, si estás en una pareja en la que siempre se asumió que todas las relaciones pasan por momentos críticos, en los que las partes se alejan. "En esta caso, la chance de que el otro te perdone reside en un planteo honesto. Decile: ´No te lo dije antes porque estaba buscando la forma de hablarlo´", propone la especialista. Lo que no debés hacer: mentirle. "Si le hacés un verso y el otro te perdona, no vas a pensar que tu relación es fantástica, sino que él es un zonzo", afirma Pensa. Por lo tanto, si tu chico te pide explicaciones, no lo traiciones: apostá a la honestidad.
ÉL NO BUSCÓ, PERO SE ENTERÓ
Creías que estaba todo bajo control: después de tu infidelidad pudiste retomar tu vida de pareja e, incluso, redescubriste en tu chico todas las virtudes que la rutina había opacado. Pero un día explotó la verdad: tu novio recibió un e-mail anónimo (podés intuir quién lo envió) en el que le cuentan lo que pasó, con detalles muy precisos: día, hora y lugar. Él hizo cálculos y supo que era verdad. Y ahora tienen que hablar. Estrategia: Muchas mujeres pueden continuar su vida normalmente luego de haber cometido una infidelidad. "Hay un error de razonamiento, que parte de la creencia de que siempre que una mujer se interesa por otro hombre, lo hace porque su relación de pareja está mal. Esa es una mirada simplista. En realidad, la infidelidad femenina se debe a cuestiones internas de cada mujer, más vinculadas con la autoestima que con la pareja en sí", explica Alhadeff.
En un caso como este (caíste en la tentación, pero después tu vida siguió bien... hasta que te descubrieron) podés plantear que, en realidad, esa infidelidad no es un pase de factura. "Tratá de que el otro entienda que no fue una injuria dirigida a él, sino más bien un momento de crisis personal", recomienda Alhadeff. Qué pasa si él te dice algo como´Parece que ahora vale todo, así que yo también voy a meterte los cuernos´". No tendrías por qué aceptarlo. "Tu infidelidad es el síntoma de una crisis de pareja o personal, pero no es una carta blanca que le da a tu novio vía libre para decir y hacer lo que quiera", aclara Alhadeff. No debés permitirle que te insulte ni que plantee una ley del "ojo por ojo".
Lunes, 18 de febrero de 2013