CATUPECU MACHU
"El argentino es de levantar el dedo"
La banda liderada por Fernando Ruiz Díaz afirma que no cuestiona si la convocan para tocar en actos oficiales y que los músicos no son millonarios. El recuerdo de Spinetta y el sentimiento por la condena de Callejeros. Con un telón de nubes grises y una garúa intermitente, los acordes de El mezcal y la cobra daban comienzo al show de Catupecu Machu en Arenabeach, en Mar del Plata, en el marco del Coca-Cola in concert, con más de treinta mil personas que estuvieron presentes pese al mal clima.
El grupo liderado por Fernando Ruiz Díaz hizo un repaso por sus temas ya clásicos, entre ellos Magia veneno, Dale, para cerrar con Y lo que quiero es que pises sin el suelo. Los rockeros oriundos de Villa Luro (la banda se completa con Sebastián Cáceres en guitarras y bajo, Macabre en teclados y Agustín Rocino en batería) sin dudas son de los más convocantes, sobre todo en verano cuando los grandes sponsors los buscan para tocar en la playa, y ellos, agradecen al público por estar siempre.
“Veníamos en la ruta y llovía mucho. No sabíamos si se hacía o no... Cuando llegamos a la playa no había gente y una hora después se llenó. El acompañamiento es algo que siempre agradecemos”, cuenta Ruiz Díaz, su voz cantante.
—¿Disfrutan o es muy vertiginoso estar de gira en verano?
MACABRE: Disfrutamos. Arrancamos en el sur, por Comodoro Rivadavia y después seguimos por las playas. Estuvimos en San Bernardo, Pinamar, y tenemos todo el verano para tocar. La gira El mezcal y la cobra arrancó con todo, igual a como fue en 2012, que también tocamos mucho. Al margen de los shows, es un muy lindo momento porque tenemos un recibimiento hermoso por parte de la gente...
—¿Sienten que son privilegiados del actual rock nacional?
M: ¡Nos lo ganamos! (dice en un grito y lanza una carcajada que contagia al resto).
RUIZ DIAZ: Hace dos veranos, cuando se vivió una crisis brava, y nosotros no dejamos de tocar, hicimos como doce shows. No sé si somos privilegiados, o las cosas que hemos hecho las hicimos bien, como para que tengamos esta retribución.
CACERES: No paramos de trabajar, nuestra vida va en esto. No nos guardamos nada, damos todo...
—¿Es posible que le digan no a alguna presentación?
RD: En verano, tenemos que decir que no a veces, porque no llegamos. Desde que empezamos, siempre nos convocan para esta época. Puede que seamos una banda que le cae bien al verano... Y eso que empezamos y nos criamos en pubs de noche. En Cemento llegamos a tocar a las cinco de la mañana y ahora lo hacemos a las tres de la tarde. Pero igual creemos que está bueno.
—¿Y qué les pasa cuando ven que hay bandas que arrastran mucha gente como ustedes, como La Renga, que no consiguen lugar para tocar o no se lo permiten en Capital?
RD: El rock siempre tuvo eso. Si no, habría miles de bares para tocar. Mismo en la radio, no pasan tanto rock, pasan música horrible, y también pasan rock que es horrible. Nadie te va a venir a tocar la puerta para invitarte a hacer rock. El rock cuesta.
—A fin de año, la Justicia determinó que se hiciera efectiva la condena a Callejeros. ¿Qué reflexión hacen sobre esto?
RD: Deberíamos hablar varias horas de ese tema y no alcanzaría. Cada banda es un universo, y cada uno sabe lo que hizo o lo que hará. Creo que todo está expuesto... Nunca creí en el movimiento del rock, por eso considero que cada uno se maneja a su manera. Hay cosas que trascienden a lo que uno piensa...
—¿Tienen un sentimiento de solidaridad con el Pato Fontanet?
RD: El sentimiento que tenemos es el mismo de todos por el dolor de la muerte de 194 personas. Hay que hacer un análisis muy grande, donde hay que hacer muchos mea culpa, y sobre todo hacer un análisis sociológico, pero que no nos corresponde a nosotros. Somos músicos de una banda de rock. Nuestra política siempre fue hablar de lo nuestro, que hacemos música luminosa, que inspira. Cada grupo recorre un camino, pero no decimos esto por hacernos los que miramos para un costado, simplemente creo que no estamos capacitados para dar una opinión, que puede influir más negativamente que otra cosa.
—En el show, nombraron a Luis Alberto Spinetta. ¿Qué representa para ustedes?
RD: Nombrar al Flaco es tirarle energía a todo lo que hizo. Para que le dé fuerza a Gustavo (Cerati), para que le llegue energía y se le meta al cuerpo y se mejore. Lo mismo para Gaby (Ruiz Díaz), que son personas que queremos mucho y sabemos que la música te cura aunque sea de a ratitos.
—Volviendo a las presentaciones, ustedes han tocado en actos oficiales. ¿Por qué creen que se cuestionan tanto los cachets que reciben los artistas?
RD: Cuando era muy chico, me acuerdo haber ido a ver a Spinetta y a David Lebón en Barrancas de Belgrano. No sabía quién lo bancaba, pero lo bueno era que había un show gratis. Hoy tocamos para Coca-Cola y a principios de año lo hicimos para Pepsi... Va más allá de todo. El argentino es una persona que levanta el dedo, señala y no mira para dentro y ve lo que hace. En definitiva, es un show gratis, y los músicos no son millonarios.
Muchos hablan de lo que gana Charly García, pero vayan a ver dónde vive y hablamos.
M: Hay un misticismo sobre los sponsors. El show éste lo bancó una compañía y logró que muchos vengan y muchos otros trabajen. Es un negocio como cualquier otro. Tocamos en Parque Roca, y también tocamos en Tecnópolis. No tenemos problema con eso, hacemos música.
ROCINO: A mí me gustaría aclarar que mi millón de dólares lo hice antes de entrar a Catupecu y lo tengo bien guardado (risas entre todos).
Domingo, 27 de enero de 2013