Su renuncia a Boca
Los verdaderos motivos del desplante de Riquelme a Bianchi
Llegó al Complejo Pedro Pompilio una hora antes del entrenamiento ante un manto tremendo de incertidumbre. Salió unos pocos minutos después y se subió a su camioneta para abandonar el predio. Antes de marcharse, habló con la prensa y avisó que "yo había tomado una decisión y era muy difícil cambiarla porque yo tengo palabra". Pero... ¿Por qué negoció hasta ayer su regreso si estaba tan seguro?Punto final para una de las novelas más interminables del verano 2013: Juan Román Riquelme se decidió por el "no" y comunicó en el mismísimo vestuario de Casa Amarilla que no iba a ponerse los pantalones cortos nuevamente.
Así, terminó con los rumores y las versiones de los últimos tiempos, sin importarle demasiado los pedidos de los hinchas y Carlos Bianchi para que volviera a ponerse al equipo al hombro en la triple competencia que se viene.
En la escueta conferencia de prensa que brindó ante los medios presentes, ansiosos por la definición y su testimonio, el 10 indicó que la razón de su decisión es lo que había afirmado en el estadio Pacaembú, una vez que el "Xeneize" perdió 2 a 0 ante Corinthians y se quedó con las ganas de alzar una Copa Libertadores más. "Tengo palabra" y "a Boca no vuelvo más", sus latiguillos top para confiar el porqué de su accionar.
Sin embargo... ¿Es así realmente? No hay dudas que existen otros puntos que motivaron al enganche a negarse a volver a vestir la camiseta azul y amarilla. Si tuviera tanto respeto por su palabra como asegura, ¿por qué se juntó un par de veces con los dirigentes e incluso negoció hasta las últimas instancias?
El ex Villarreal, que había renovado por 4 años por una suma cercana a los u$s6.000.000 (1,5 por año más 600 mil en concepto de prima y entre 300 mil y 500 mil por un partido de despedida tras su retiro de la actividad), solicitó la suba en la cotización de la moneda norteamericana, con cifras más cercanas a los $7 que registra el dólar blue y, también, que se le extendiera el vínculo por un año y medio más (hasta diciembre de 2015).
Pero el máximo directivo de la entidad de La Ribera, con un apoyo total del resto de la famosa "mesa chica", se opuso a ambas peticiones y no quiso ceder más terreno ante el poderío de Riquelme. No le dio lugar a la prórroga de la ligación entre las partes, avisó que solamente se estiraría a una cotización de la moneda extranjera apenas por encima de los $5 (por temor a que se "rebelaran" otros miembros del plantel) y también fue terminante cuando le pidieron premio extra por ganar algún campeonato.
Demasiados "cachetazos" a los pedidos del "Diez" y pocos gustos le habían puesto a disposición, a pesar de que abrirle las puertas para retornar a la actividad ya fue una medida complicada de asimilar para Angelici. De esta manera, el acuerdo fue imposible y las diferencias, insalvables. La guerra de egos escribió su último capítulo en el complejo Pedro Pompilio y Román oficializó su adiós. En el medio, millones de simpatizantes golpeados por una ilusión que se esfumó como si nada.
Sábado, 5 de enero de 2013