CRISMANICH
Sueño y orgullo nacional
La imagen del taekwondista Sebastián Crismanich, los ojos llenos de lágrimas, subido a lo más alto del podio y viendo hecho realidad su sueño de ser campeón olímpico, es una de las imágenes más lindas que regaló el deporte nacional en este 2012. Soñó Crismanich con la bandera argentina flameando en lo más alto del mástil y lo logró con humildad y sacrificio. El deportista correntino se impuso en sucesivos combates en la categoría hasta 80 kilos ante el neocelandés Vaughn Scott, el afgano Naser Bahawi, el armenio Arman Yeremyan y, en la final, volvió a imponerse frente al español Nicolás García Hemme, gracias a una patada salvadora.
“Lo que conseguí es inolvidable”, dijo apenas pisó suelo argentino luego de devolverle al país el orgullo de tener una medalla dorada en un deporte individual después de 64 años, ya que la última vez había sido también en Londres, en los Juegos de 1948, con las medallas doradas del maratonista Delfo Cabrera, y las de los boxeadores Pascual Pérez y Rafael Iglesias.
La actitud y humildad que mostró Crismanich a su regreso terminó de conquistar el corazón de los argentinos. Primero desmintió los rumores que hablaban del “abandono” del Estado en su gesta, una supuesta venta de un auto para pagarse el hotel y el viaje a Londres. “Quiero desmentir todo lo que circuló porque compartí con la delegación en la villa y quedó claro para los entendidos que era una mentira muy grande”, remarcó.
“Siempre sentí el apoyo de todos los deportistas y eso me dio mucha energía.” Además, Crismanich expresó su conformidad con el apoyo que recibió en su preparación por parte del Enard (Ente Nacional de Alto Rendimiento). “Ojalá hubiera diez entidades así que ayudaran a los deportistas como el Enard. Nos salvó la vida.”
Crismanich fue uno de los candidatos a quedarse con el Olimpia de Oro en este 2012, que finalmente le fue adjudicado al boxeador Sergio “Maravilla” Martínez; el otro candidato era Lio Messi. “Me había ilusionado con llevarme el Olimpia de Oro, pero a pesar de tener cierta tristeza por no haberlo logrado, sé que fue un año inolvidable. Lo más importante es el reconocimiento de la gente.”
Jueves, 27 de diciembre de 2012