Política
Licuadora y recesión: los depósitos y préstamos bancarios caen casi 40% real
Marzo reflejó una nueva baja de los depósitos privados en pesos. Hubo rebote mensual en plazos fijos, pero acumulan un desplome del 58,5% interanual. El financiamiento con tarjetas de crédito se hundió 7,7% contra febrero. No avizoran un repunte en 2024.
Por Juan Strasnoy Peyre
El plan licuadora y la profunda recesión volvieron a agudizar en marzo la caída tanto de los depósitos en pesos como de los préstamos en moneda local. En ambos casos, el desplome se acerca al 40% real en comparación con el mismo mes de 2023.
Según datos oficiales del Banco Central, los depósitos totales en pesos del sector privado crecieron 7,9% respecto de febrero. Si se toma una estimación de inflación cercana al 12%, como prevén distintas consultoras, esto implica una caída mensual del 3,6% en términos reales.
Así, encadenaron su octavo mes consecutivo en baja y en los últimos doce meses acumulan un derrumbe del 39% real. La magnitud de la caída se explica por la decisión oficial de licuar todos los pesos de la economía para, en algún momento del año, abrir el cepo cambiario.
Como reiteran los funcionarios del equipo económico y el propio presidente Javier Milei, el objetivo es reducir al mínimo el stock de pasivos remunerados del BCRA, que tienen como contrapartida los depósitos de los argentinos, sobre todo los plazos fijos de ahorristas y empresas. Así, desde el inicio de su gestión, se propició un ciclo de bajas de tasas de interés para dejarlas en terreno súper negativo y licuar el poder adquisitivo del dinero en un contexto de muy elevada inflación. El recorte de tasas podría tener un nuevo capítulo en los próximos días, si el INDEC informa este viernes que el IPC de marzo desaceleró respecto del 13,2% de febrero.
Por lo pronto, pese a que continuó la baja de tasas y se eliminó el tipo de interés mínimo para los plazos fijos minoristas, el mes pasado hubo un rebote de las colocaciones a plazo. Crecieron 18,3% contra el nivel de febrero, lo que implicó un alza del 5,6% real. Según la consultora LCG, esto podría deberse a que, si bien continuó la reducción de los rendimientos, la tasa efectiva mensual (TEM) de marzo resultó menos negativa que, por ejemplo, la de enero, cuando la inflación seguía por encima del 20%. Es decir, pasó del -10% TEM real al -4,5% entre el primer y el tercer mes del año.
Pero esto ocurrió luego de una seguidilla de caídas tan abrupta que en la medición interanual mantiene un desplome del 58,5% en términos reales. “Aun con la recuperación en el margen de los depósitos a plazo, el stock medido en términos reales cayó 43% desde noviembre y se ubica en valores de hace 21 años y el plazo promedio se sigue acotando: apenas 53 días”, analizó LCG.
En definitiva, la caída mensual se explica por un fuerte retroceso del 9,2% real de los depósitos en cuentas a la vista, que en doce meses ya caen 29,3%. La expectativa predominante entre los especialistas es que el dinero en cajas de ahorro y cuenta corriente (no remuneradas) siga disminuyendo en términos reales por el deterioro en el poder de compra que genera una inflación que sigue en niveles muy elevados. Fondos money market (de liquidez inmediata), plazos fijos a 30 días y dólar son los destinos más probables.
En tanto, los depósitos privados en dólares crecieron 2,9% en marzo y cerraron en u$s16.903 millones. Fue el quinto repunte consecutivo.
Préstamos
El crédito bancario al sector privado es un indicador que da señales significativas respecto de la dinámica de la actividad económica. Y los datos de marzo reflejan la profundización del escenario recesivo: los préstamos en pesos cayeron por quinto mes consecutivo, esta vez en todas las categorías. El retroceso respecto de febrero fue del 5,9% real y en términos interanuales, del 37,5%.
En el caso de los préstamos a las empresas, la caída fue del 4,1% mensual real tanto para el descuento de documentos como para los adelantos. Acumulan una caída del 31,5% interanual.
Pero la caída fue aún mayor en el financiamiento al consumo (6,4% mensual real), en un contexto de fuerte deterioro del poder adquisitivo de los ingresos. Respecto de un año atrás, el desplome se aceleró al 39,3%. En marzo, las operaciones con tarjetas de crédito se hundieron 7,7% en términos reales y los préstamos personales bajaron 3,1%.
También hubo fuertes caídas en los créditos hipotecarios (11,1% mensual en términos reales) y los prendarios (4,9%). En conjunto, los préstamos con garantía real se desplomaron 53,2% interanual.
La razón de estos números se encuentra en la aguda recesión. “Al problema de no oferta, en los últimos meses se suma una caída de la demanda por el desplome de la actividad”, señaló LCG.
Hacia delante, la consultora planteó que “la demanda y la oferta de préstamos continuarían afectadas por la sensible caída de la actividad y una inflación todavía elevada”. Y concluyó: “No esperamos una recuperación del crédito a lo largo de 2024”.
Martes, 9 de abril de 2024