Judiciales
En una emotiva audiencia y tras 47 años, la justicia reconoció que Pablo Martinelli fue asesinado
Estuvieron presentes en la audiencia, los hermanos de la víctima, Luis, Leonardo y Nora Martinelli, demás familiares y allegados a la misma, en un clima de intimidad. De manera virtual, la Jueza Federal Zunilda Niremperger (Chaco) declaró como un “hecho probado” el asesinato de Pablo en el marco del terrorismo de Estado.
Según las pruebas del expediente, el homicidio ocurrió, en la ciudad de Resistencia, en noviembre de 1976, cuando Pablo intentó escapar de una emboscada de fuerzas conjuntas de la Policía provincial y el Ejército, recibiendo dos disparos, uno en la cabeza y otro en el torax.Se comprobó también que el certificado de defunción de la víctima fue adulterado, haciendo pasar el homicidio, como un accidente.
Ayer a las 11 hs en punto, en el salón de audiencias del Juzgado Federal de Paso de los Libres, se llevó a cabo la audiencia denominada, Sentencia por Derecho a la Verdad por el homicidio de Pablo Martinelli, ocurrido el 7 de noviembre de 1976 en la capital de la provincia del Chaco en el marco del terrorismo de Estado.
Los hermanos de la víctima, Luis, Leonardo y Nora Martinelli, estuvieron de forma presencial en el Juzgado Federal de Paso de los Libres, acompañados por más familiares.
El clima que se vivió, fue de intimidad y fuerte emotividad, compartieron el momento allegados a la familia, entre ellos, Carmen Estenaga de Cabral, “Rocho” Cabral, Néstor Duran, Marian Culasso, Federico Centurión, Marisa Ramis, Teresita Bedrán, Pablo Vassel, Tamara Turano, Juan Ángel Oliva y Mario Chiappa.
De manera virtual, la Jueza Federal Zunilda Niremperger (Chaco) declaró como un “hecho probado” el asesinato de Pablo Martinelli.
Según las pruebas existentes en el expediente, demostraron que el homicidio de Pablo ocurrió cuando éste intentó escapar de una emboscada de fuerzas conjuntas de la Policía provincial y el Ejército, en la ciudad de Resistencia (Chaco).
Martinelli corrió dos cuadras, cuando fue alcanzado por dos disparos de arma de fuego que impactaron, uno en la cabeza y otro en el torax.
Tras el asesinato, como condición para entregar el cuerpo a la familia, hicieron figurar su muerte como un accidente. Otras versiones, indicaban que se trató de un enfrentamiento armado con fuerzas de seguridad, lo cierto es que se trató de un homicidio.
Pablo Martinelli tenía 22 años y era estudiante de veterinaria, militaba en el Centro de Estudiantes de su Facultad, en la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y en la Agrupación Montoneros. Se encontraba en la búsqueda de algún rastro de su hermana Susana, quien había desaparecido a mediados de 1976 en Mar del Plata. El día de su asesinato se dirigía a una reunión en el centro de Resistencia.
La causa tuvo 2 imputados, pero los mismos fallecieron en los últimos años, por lo que no pudieron afrontar el juicio oral y público (el médico policial Pedro Grillo, quien firmó el certificado de defunción falsa, y el policía provincial Fermín Montiel).
El hecho, enmarcado en los delitos de lesa humanidad (imprescriptibles) comenzó a investigarse en 2012 por la Unidad Fiscal de Derechos Humanos de Resistencia, integrada por los fiscales Carlos Amad, Patricio Sabadini, Diego Vigay y Horacio Rodríguez. El cuerpo del joven fue exhumado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que constató las heridas de bala que le provocaron la muerte.
Los hermanos de Pablo, y quien fuera su expareja en ese momento Lilian Lossada (presente de manera virtual en la audiencia y también detenida ilegalmente durante la dictadura) solicitaron se pudiera dictar una sentencia que reconstruya como fueron los hechos, que sea reparadora y que les garantice el Derecho a la Verdad.
Para concluir la audiencia, pidió la palabra, Nora Martinelli, y de manera sentida, dirigiéndose a la jueza, expresó “muchas gracias”.
A su término, Mariana Oliva, sobrina de Pablo, de forma remota, sostuvo “A pesar de que no se pudo castigar a los culpables, que esto se haga público es reparador para todos, a pesar de que ha pasado más de 40 y pico de años. Son un poco lentos los procesos, demasiados. Creo que mis abuelos, los padres de Pablo, desde donde estén saben que esto está pasando y de algún modo repara con la verdad los asesinatos que se han cometido injustamente”.
Gentileza: Ignacio Villanueva
Jueves, 23 de marzo de 2023