Pablo Echarri:
"No descarto hacer política"
En el día de su cumpleaños número 50, el actor dialogó con DiarioShow.com y realizó un repaso por su carrera, su vida amorosa con Nancy Dupláa y analizó el presente y futuro del país. Hoy Pablo Echarri cumple 50 años, y tiene varios motivos para celebrar. Dentro de poco estrenará "Atrapa a un ladrón" miniserie basada en la película de Alfred Hitchcock que estrenará por Telefe.
Pero además, se confiesa en DiarioShow.com como un hombre de familia, con prioridades bien marcadas y la esperanza de que el candidato a Presidente que sigue, Alberto Fernández, se transforme en primer mandatario dentro de poco.
"Estos momentos, los años que redondean en cero, son una bisagra de la vida y hay cambios trascendentales. En los 40 lo sentí y ahora también. Es una profundización de ese cambio de los 40. También siento que el pulso vital ya no es el mismo. Empezás a ver la vida de otra manera, empezás a equilibrar las energías, ordenar las prioridades, a simplificar lo que te sucede", admite el actor.
Según cuenta, "en ciertos momentos de mi vida mi profesión ha tomado un lugar muy central. Muy preponderante en mi vida. Y conocer a Nancy y formar la familia que formé me fue mostrando la verdadera importancia de la cosas. Hoy soy más simple. En un momento hubo un tironeo dentro mío para saber qué era lo importante. Esas preguntas ya tuvieron respuesta. Me ayuda a tomar decisiones más rápido y a no embelesarme o no marearme con cuestiones de segundo orden. Mi oficio y mi desarrollo como actor hoy están bien ubicados, definitivamente en un lugar secundario. Mi familia, mis vínculos y mi salud y la de los míos es lo único que no cambiaría".
Pablo y Nancy, inseparables.
Pablo siente que vivió muchas vidas en una sola. Todo cambió, por primera vez, cuando "un día estaba vendiendo ropa en Wilde. Al otro, estaba en medio de un suceso muy grande y rápido. Mi vida cambió rotundamente, y los niveles de exposición, hicieron que no pueda ver bien la realidad, me enojaba con las consecuencias. Y sentí una contradicción porque lo que había elegido era lo que me causaba un mal. Descubrí que tenía que transformarme espiritualmente y que para ser exitoso debía perder el anonimato. Lo logré con los años".
Ahora resume que "tengo una vida maravillosa, sorprendente, intensa, que me descolocó pero me dio mucho más de lo que esperaba. Mucha experiencia y tela para cortar. El haber vivido tanto me transformó en el hombre que soy ahora. El sueño primordial es la salud y la felicidad de mis hijos, que eso se concrete como lo sueño. Es asegurarme de ver a mis hijos felices y sanos. Soy un elegido, un privilegiado. Siento la responsabilidad de eso, que no sea solo para mí. Trato de dejar algo en parte de pago".
Si bien dentro de la vida de un artista popular parece ser color de rosas, Echarri asume que "son más de 25 años trabajando en eso, entonces moldeamos nuestra vida y construimos nuestras posibilidades al ritmo de nuestros deseos pero también de nuestras fobias y las consecuencias de nuestro trabajo. Como la exposición extrema, con el grado de popularidad que alcanzamos Nancy y yo hace que de afuera hacia adentro eso se manifieste de una forma particular. Por suerte hoy no sucede lo mismo que hace 10 ni 20 años atrás. El foco de atención lo toman muchachos y chicas más jóvenes, como en algún momento lo tuvimos nosotros. Hoy tenemos la posibilidad de caminar la calle de otra manera".
El actor apoya a Alberto Fernández.
Por haber tomado una posición política cercana al Kirchnerismo, Pablo fue duramente atacado en algunos momentos, pero él explica que no cambiaría nada: "Tiene que ver con la edad y con el orden de prioridades, y, de nuevo, con la familia. Es demostrarle a mis hijos la importancia de tener la valentía de luchar por los intereses en común, y con el país que soñás, con el camino que querés seguir. En ese sentido es irrenunciable para nosotros. A veces nos impactamos con algunas consecuencias, pero había una proyección de qué podía pasar. El riesgo fue tomado a conciencia. No podíamos dejar de pasar la oportunidad de enseñar eso. Ante todo, defender tu posición. Uno no es inmune a las consecuencias o a la impresión que te cause no conformar a todo el mundo y recibir un impacto negativo. Fuera de las consecuencias políticas, es importante no tener miedo para avanzar en la vida. Es lo mejor que les podemos dejar. Hemos adquirido cierta responsabilidad social, y por ello uno se hace inmune al asedio y los ataques que recibe".
Sobre si participaría activamente de la política partidaria, admite que "no lo descarto, aunque siento que hay gente mucho más preparada que yo. Tengo cierta capacidad para comunicar y la gente me conoce, pero no son condiciones suficientes para tomar lugares de privilegio en la toma de decisiones. Puedo ser más valioso en estructuras que me contengan mucho más, como Sagai. Igualmente no descarto que los años vayan madurando en mí el deseo de hacer algo más, de aportar más, porque descubrí que la política es la herramienta indispensable para cambiar tu realidad y la de los demás. Como en un momento, de actor, pasé a levantar una mano y conformar una comisión directiva y salir a negociar con empresas, y canales. Cuando ganamos, es como una medicina que no podés dejar de servir. Eso hizo que desde ese momento no pueda dejar de comprometerme. Si aunamos fuerzas logramos muchas cosas".
Obviamente, analiza la actualidad: "Ciertas cosas de la realidad del país tiene que ver con la degradación del tejido social, y ese enorme estado de descomposición que ocurre como consecuencia de políticas extremadamente conservadoras que quieren que prevalezca el capitalismo más salvaje. Cuando las condiciones de vida son tan disimiles, y hay tanta brecha entre los que más y los que menos tienen, se generan sentimientos negativos y cuando vienen las debacles concretas como la del 2001 y la que vivimos, las variables más violentas brotan con fuerza. La mejor forma de combatir esto es igualar la brecha y dándole más posibilidades a los que menos tienen".
De cara a octubre, cuando se realicen las elecciones presidenciales, cuenta que "Alberto Fernández tiene sensibilidad. Es una virtud imprescindible, te da la posibilidad de colocarte en el lugar del otro. Sé que la tiene porque en 2005 fui a presentarle a él la carpeta para lograr el derecho de propiedad intelectual y vi su forma de ser. Para encarar la Argentina que viene y salir de estos momentos de tensión y dramatismo es necesario alguien con sensibilidad. Ojalá que ese ingrediente sea importante y que arribemos a una Argentina mejor".
Sábado, 21 de septiembre de 2019